Aprendiendo a vivir

Hoy me abrazo más que nunca, y me digo que todovastarbien. Si tengo nutrido mi amor propio, siempre voy a estar bien.

La luna rige nuestras emociones, con ella vemos nuestra parte femenina, con ella aprendemos de nuestro linaje femenino. Honro mi parte femenina, esa que me habla cuando mis emociones están a flor de piel.

Huimos del caos, perseguimos la belleza. La neutralidad es la respuesta.

Las heridas marcan un antes y un después de nuestras vidas. Es momento de honrarlas y agradecerles por mostrarnos cual es ese camino disponible que no podemos ver si seguimos resistiendo el dejarlas ir.

La muerte es ese proceso por el que pasamos una y otra vez. Tenemos que integrarla y honrarla. No solo existe la muerte del cuerpo físico, también mueren nuestros cuerpos mentales, emocionales y volitivos, algo sumamente necesario para poder crecer.

Somos muchos cuerpos, y en todos ellos corre nuestra energía. Que tan importante es no drenarla innecesariamente, después nos sentimos vacíos… pero que tan necesario es pasar por esos drenajes, porque luego el único camino es volver a mi.

Los dones son esa expresión de amor única que vienen dentro de tu ser, tienen que ser tratados como la divinidad que sos. ¿Ya reconociste cuáles son tus dones?

Soñar, soñamos todos. ¿Porque perseguimos nuestros sueños? ¿Porque no pensamos que ellos nos persiguen a nosotros? El sueño como un camino y no como un objetivo.

Instrumento mágico que nos dio la vida, el poder expresarnos desde adentro hacia afuera. Vibración única e irrepetible con la que nos hacemos escuchar.

La mayor expresión de amor es crear a un ser, pero no solo basta con crearlo… lo lindo de esto es cuanto aprendizaje queda en ellos por cómo fuimos como padres. Hoy mi papá y mi mamá.

Hoy me pregunto quien soy, y en ello salen las conclusiones de situaciónes por las que viví. Espejos en el amor que nos muestran eso que fui pero que realmente no soy.