había una papelera,
que se quejaba a la gente
por echar papeles fuera.
Primero pasó una niña
comiendo una golosina,
y al tirar el envoltorio
tocó fuerte una bocina.
La niña miró asustada
y enseguida comprendió,
mirando a la papelera
recogió lo que tiró.
Una señora elegante
que iba comiendo un pastel ,
aunque pasó por su lado
al suelo tiró el papel.
Al verlo la papelera
tocó otra vez la bocina,
y esta vez muy enfadada
gritó en voz alta, ¡cochina!