La Ruta: cartografía de una región en tránsito

En los últimos años, los países de Centroamérica han visto la llegada al poder de gobiernos cada vez más autoritarios. La corrupción, la impunidad y las prácticas represivas reducen el espacio democrático, criminalizan a personas defensoras de derechos humanos y han resultado en el establecimiento de regímenes de excepción, el desmantelamiento del sistema de justicia, los ataques a la libertad de prensa y el asentamiento de dictaduras. En este contexto, el exilio se ha convertido en la única alternativa para muchas personas. 

La migración hacia el norte suele ser la única opción para las personas obligadas a huir desde Honduras, El Salvador y Guatemala. Sin embargo, las políticas migratorias de Estados Unidos y los acuerdos entre los gobiernos de la región resultan en la deportación de miles de personas, expulsadas a sus países de origen o a comunidades remotas. ¿Qué sucede con ellas durante y después de su deportación?

En su paso por Mesoamérica, las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y solicitantes de asilo se enfrentan al riesgo de ser privadas de su libertad por días o incluso meses. La detención migratoria se ha expandido y consolidado como una práctica estatal de control y criminalización de la migración. ¿Qué hay detrás de esta práctica? ¿Cómo impacta a las personas migrantes?

Mientras miles de personas de Honduras, El Salvador y Guatemala huyen en éxodos de sus hogares a causa de las violaciones sistemáticas de sus derechos humanos, Estados Unidos y los gobiernos de la región asumen políticas y acuerdos que buscan desmantelar el sistema de asilo y cerrar por completo las puertas a las personas que buscaban refugio. ¿Qué hay detrás de esas políticas? ¿Cómo impactan a las personas migrantes?

El desplazamiento forzado interno representa muchas veces el paso previo a la migración internacional. En los países del Norte de Centroamérica: Guatemala, El Salvador y Honduras, diversos factores han llevado a un aumento crítico de este fenómeno. Sus causas, características y consecuencias, siguen silenciadas y lo han convertido en un éxodo invisibilizado sin respuesta adecuada por los Estados. ¿Cómo impacta este fenómeno a las personas obligadas a desplazarse? 

Históricamente, la xenofobia y discriminación han caracterizado la respuesta de Costa Rica ante la migración de personas nicaragüenses. Con la crisis de 2018, miles de personas migrantes y refugiadas como Arlene y Braulio se han exiliado en Costa Rica. En el marco de la pandemia por COVID-19 su situación se ha agravado. ¿Cuáles obstáculos enfrentan para acceder a sus derechos? ¿Quiénes lideran la lucha por los derechos de las personas migrantes nicaragüenses?

La migración es una realidad cada vez más visible en Centroamérica y México, miles de personas se han visto obligadas a dejar sus territorios y en esa travesía se enfrentan a contextos cada vez más adversos. La Ruta es una invitación a conocer las historias, realidades, impactos y resistencias de la movilidad humana en Mesoamérica. En cada episodio conversaremos con quienes resisten en busca de una vida digna y con las voces que día a día defienden los derechos humanos de las personas en movilidad humana en Mesoamérica.