Cocina, casos de la vida real

Creo que muchos somos testigos que en la cocina, como en la vida, la cuarentena se ha convertido en toda una generadora de tendencias y si hay una que ha entrado con toda aunque sea una tradición centenaria es la famosísima masa madre.

Son muchos los que se han animado a hacerla para crear deliciosos panes artesanales y aunque las redes se inundan de frascos con este extraño ser vivo (sí, es un ser vivo), también son muchos los que no tienen ni idea de qué es.

Ese es el caso de nuestra amiga Daniela quien llena de curiosidad nos envió su inquietud y nosotros nos encargamos de encontrar a la mejor persona para responderla.

Queridos amigos y amigas de Cocina, casos de la vida real:

Los días de cuarentena continúan y con ella los intentos exitosos en la cocina y otros menos afortunados y si bien ya son muchos los que se están convirtiendo en todos unos expertos, también sabemos que también son muchos los que se están viendo en aprietos para obtener los resultados esperados.

Ese es el caso de nuestra amiga Claudia quien por más que ha intentado preparar unas buenas hamburguesas jugosas para sorprender a su esposo, no lo ha logrado; y quién mejor para solucionar este caso que el ganador del pasado Burger Master Bogotá con su hamburguesa Rocky Balboa del restaurante Chorilongo.

Queridos amigos y amigas:

Como a todos, esta cuarentena nos tomó por sorpresa y aunque todos estamos afrontando la misma tormenta, cada uno va en un barco diferente como leímos por ahí. El nuestro se ha sentido fuerte algunos días, otros ha navegando por la incertidumbre y algunas veces ha perdido la brújula, pero más allá de toda la marea de sensaciones por las que navega, sigue flotando gracias a las ganas de reinventarse y adaptarse a las circunstancias. Es así como hemos elevado las velas y transformarnos en esta temporada, tal vez hasta ahora la más especial de todas ya que ha sido creada con la colaboración, sabiduría y amor de amigos y cocineros expertos y también aficionados.

Esperamos que la disfruten, que sea de mucha ayuda en sus cocinas -ese territorio que ahora frecuentamos más que nunca- y que si sienten que estas voces pueden ser de ayuda a muchos más, la compartan y repliquen el mensaje.

Este primer episodio tiene a dos invitadas muy especiales.

La primera, la oyente que realiza su consulta, es María José la amada hija de quien aquí les escribe, quien reta a Juanita Trujillo, gran amiga y pastelera, con una pregunta que con seguridad muchos golosos nos hemos hecho: ¿cómo hacer unos buenos brownies melcochudos?

La pregunta es encantadora y la respuesta también.

La honestidad es uno de los valores más preciados y cuando esta brilla por su ausencia y alguien hace promesas que no son posibles de cumplir, las consecuencias pueden ser devastadoras y los lazos que te unen a esa persona, pueden romperse para siempre

Oigamos la historia de Ana María y el caso no cerrado.

Y para que no te pierdas nada del paso a paso de la solución, acá te la dejamos:

Es muy común en la cocina que eso que parece muy sencillo, a veces no salga como deseamos.

Con el puré pasa mucho. Aunque es una preparación sencilla, ayuda muchísimo conocer algunos trucos importantes para que quede perfecto.

Acá te cuento todo.

Lo primero y más importante es elegir el tipo de papa adecuado para su preparación. Debes elegir una que tenga un contenido de almidón y que se deshaga con facilidad, como la papa pastusa.

2. Lava muy bien las papas y ponlas a cocinar con su piel en abundante agua partiendo de agua fría. Puedes agregar al agua 1 diente de ajo en láminas, cebolla cabezona picada, 1 apio, laurel o tomillo.

3. Cuando las papas estén blandas, escurre el agua, retira la piel de las papas, los vegetales y las hierbas que agregaste y lleva de nuevo las papas a fuego medio para que se sequen un poco, apaga y cúbrelas para mantenerlas calientes.

4. Aparte, en una olla pequeña pon a calentar un poco de leche con un poco de mantequilla sin dejar hervir.

5. Aplasta las papas con un tenedor hasta que queden como una papilla y agrega la mezcla de leche y mantequilla sin dejar de aplastar la mezcla con el tenedor. Siempre lo importante es que la papa y la leche estén a una temperatura similar para mezclarlas. Si la papa está caliente, la leche también debe estarlo. Si la papa está fría, la leche también debe estar fría.

De lo contrario tendremos un puré chicloso.

6. para terminar agrega sal y pimienta al gusto, una pizca de nuez moscada y sirve.

Cuando alguien ha estado acostumbrado a tener una vida rodeada de reconocimientos y logros, a veces olvida que los triunfos más grandes son el producto de las acciones más pequeñas.

Oigamos la historia de uno de los íconos más representativos de nuestro país:

Amparo Erizales y la tontería más graciosa.Hoy con la actuación especial de Liliana Espinosa a quien puedes encontrar como @ladibaespinosa1

Y para que no te pierdas nada del paso a paso de la solución, acá te la dejamos:

La regla número 1 para preparar un buen arroz es conocer la proporción correcta: Por cada taza de arroz necesitas 2 tazas de agua, 1 cucharadita de sal y 1 cucharada de aceite. Por lo general 1 taza de arroz sin cocinar alcanza para 4 porciones si se usa como acompañamiento.

2. Usa una olla en buen estado. Cuanto mejor esté, menos probabilidades de que se te queme o pegue el arroz.

3. Pon todos los ingredientes al tiempo en la olla: el arroz, el agua, la sal y el aceite. Revuelve una vez y pon a cocinar a fuego medio y sin tapa hasta que el agua comience a hervir.

4. Cuando veas que la mayoría del agua se ha evaporado y le empiecen a salir unos ojitos al arroz, tapa y poner el fuego bajito. Espera aproximadamente 10 minutos y apaga el fogón.

5. Retira la olla, destápala y revuelve un poco el arroz para que ‘respire’ y quede más suelto. Espera otros 5 minutos y ya estará listo para servir.

Como ves, hacer arroz muy fácil. Solo debes seguir estos pasos para dejar calladas a todas y comerte un plato que te dejará arrozuda mi amor.

Aunque muchos viviéramos en un mundo de fantasía donde los problemas solo existen en la imaginación, sin duda llegaría ese inevitable momento en el que deseas que las cosas dejen de ser perfectas, para probar alguna vez el dulce sabor de la realidad.

Oigamos la historia de Bamby y el dulce despertar.

Hoy con la actuación especial de Liliana Espinosa a quien puedes encontrar como @ladibaespinosa1

Y para que no te pierdas nada del paso a paso de la solución, acá te la dejamos:

Solo necesitarás tres .ingredientes para hacer las más ricas galletas: azúcar pulverizada, mantequilla a temperatura ambiente y harina de trigo.

Lo importante aquí es tener claras las proporciones.

Por 1 parte de azúcar necesitas 2 de mantequilla y 3 de harina.

1,2,3. Por ejemplo. Si usas 100 g de azúcar pulverizadas, necesitas 200 de mantequilla y 300 de harina.

Hacerlas es facilísimo:

1. Pon la mantequilla en un recipiente grande y revuélvela con una espátula hasta que esté bien blanda.

2. Agrega el azúcar pulverizada, añade la harina pasada por un colador y mezcla muy bien. Al principio tendrá apariencia de arena pero a medida que vayas mezclando, se irá compactando. Si tienes batidora será aún más fácil, si no tienes una, puedes mezclarlo con una espátula y luego juntas toda la masa con las manos.

3. Cuando la masa esté lista, haz una bolita, envuélvela en papel plástico y llévala a la nevera durante mínimo 20 minutos.

4. Pasado ese tiempo, saca la masa de la nevera, pon un poquito de harina sobre el  mesón pero sin exagerar para que la masa no se quiebre y extiéndela con un rodillo hasta que tenga un espesor de aproximadamente 0,5 cm.

5. Con la ayuda de un cortador de la forma que quieras, corta algunas galletas y ponlas en una bandeja engrasada. Llévalas al horno durante a 160 °C durante 10 minutos aproximadamente.

Mi truco es apagar el horno faltando unos tres minutos para que se terminen de cocinar con el calor y no queden como…de plástico.

Cuando estén listas, deja que se enfríen, y a comer!

La vida nos sorprende cada día con buenas y malas noticias y aunque algunas veces somos los encargados de transmitirlas, nada nos prepara para recibir aquellas que nos desconciertan y hacen cuestionar.

Oigamos la historia de Angela Fabrizia Caniot y la primicia desgarradora.

Hoy con la actuación especial de Liliana Espinosa a quien puedes encontrar como @ladibaespinosa1

Y para que no te pierdas nada del paso a paso de la solución, acá te la dejamos:

1. Por cada 100 g de pasta que desees cocinar, necesitarás 1 litro de agua y 1 cucharada de sal.

2. Eso de agregarle al aceite al agua dizque para que la pasta no se pegue es un mito. Lo que realmente hace que la pasta no se pegue es su cocción en suficiente líquido.

3. La pasta debe agregarse cuando el agua esté hirviendo, nunca antes.

4. Por nada del mundo debes tapar la olla. Si lo haces, se concentra el vapor, aumenta el almidón y ahí si te quedan listos los muñequitos para pegar al techo.

5. El término ideal de la pasta es al dente. Eso quiere decir que está suave por fuera pero un poquito dura por dentro. Para saberlo, saca una muestra de la olla y pártela. Debes ver un puntico blanco en el centro, rodeado de una parte más suave y amarilla. También puedes probar un poco. Deberás sentirla firme, pero su centro suave y no debe saber a crudo. Se cocina en este término porque al agregarle la salsa caliente esta termina de cocinarla un poco y no queremos que quede muy blanda.

6. Ahora, la pregunta del millón, ¿cuánto tiempo debe cocinarse la pasta? La mayoría de los empaques de pasta nos dicen el tiempo de cocción al dente dependiendo del tipo de pasta elegido, por ejemplo: 12-15 minutos. Si vives en una ciudad cercana al nivel del mar, usa el menor tiempo; si estás en una ciudad de mayor altura, usa el tiempo más alto.

7. Cuando la pasta esté lista, escúrrela pero ten cuidado de dejarla un poco húmeda y mézclala de inmediato con la salsa de tu elección.

8. Las pastas largas, como los espaguetis, el linguineo el fetuccini, van mejor con salsas ligeras, aceitosas y cremas suaves. Las pastas cortas, como los coditos, los tornillos o los macarrones, van bien con salsas más espesas.

9. Las pastas rellenas, como los raviolis, agnolottio tortellini, deben servirse en platos planos y las que no van rellenas, en plato hondo.

10. Las únicas salsas que no se deben mezclar directamente con la pasta antes de servir son los ragús, como la salsa boloñesa y los pestos.

11.  Y ya que estamos aprendiendo algo de etiqueta del mundo de las pastas, te cuento que nunca deben servirse con el queso parmesano por encima, el queso se sirve en un recipiente aparte. Si las pastas van acompañadas de salsas con mariscos, olvídate del queso para acompañar.

Desde el momento en que nacemos, todos nos convertimos en los protagonistas de la película de nuestra vida. Algunas veces es una comedia romántica, otras una película de suspenso y para otros una frenética cinta de acción…

Oigamos la historia de Liliana y la búsqueda de la llave perdida...

Hoy con la actuación especial de Liliana Espinosa a quien puedes encontrar como @ladibaespinosa1

Y para que no te pierdas nada del paso a paso de la solución, acá te la dejamos:

Para preparar unos patacones crocantes:

1. Pon a calentar abundante aceite en una sartén honda hasta que alcance los 180 grados centígrados o esté a temperatura media alta. Es importante que elijas un aceite que resista altas temperaturas.

2. mientras el aceite se calienta, pela los plátanos. Los ideales son los verdes pero no demasiado verdes o los pintones, esos que están entre verdes y maduros.

Para hacerlo, haz unos tres cortes a lo largo de cada plátano por diferentes lados y verás que así sale más fácil la cáscara.

3. corta cada plátano en tronquitos. Yo los corto por lo general en 5 troncos iguales.

4. sumerge cada tronquito en el aceite ya caliente y deja que se doren ligeramente por todos sus lados durante 3 o 4 minutos.

5. retira los troncos del aceite y ponlos en plato grande con toallas de papel.

6. Se deben aplastar aún calientes, si están fríos se te van a desbaratar. Para hacerlo pon una bolsa plástica sobre una tabla o un paño húmedo, luego el tronco de plátano, cubre con el plástico y aplástalo con la ayuda de un plato. También puedes hacerlo con la ayuda de una pataconera.

7. Si quieres darles más sabor, puedes frotar cada patacón con un diente de ajo pelado y lleva de nuevo a la sartén con el aceite caliente. Deja que se terminen de dorar, retira del fuego de nuevo sobre papel absorbente, espolvoréales sal antes de servir y ya está!

Ya nadie huirá de tu cocina y ahora podrás compartir el secreto de los patacones perfectos.

Siempre se ha dicho que una madre hace lo que sea por hacer felices a sus hijos. Se esmera por consentirlos y aunque no espera nada a cambio, en el fondo de su ser sabe que nada la hace más feliz que recibir un gracias. Pero, qué sucede cuando esa respuesta nunca llega y en su lugar te deja una pena…Oigamos la historia de Natalia y el gesto de amor no correspondido.

Aunque la vida esté llena de buenas intenciones, a veces estas no parecen ser suficientes. Queremos hacer sentir bien a alguien y ese detalle pasa desapercibido, tenemos un gesto de agradecimiento y este es ignorado, o buscamos la manera correcta de llegar a un acuerdo y las cosas salen mal. Oigamos la historia de Chelo y la atención más jijuepuerca.

Aceptar un nuevo reto profesional siempre será una aventura. Te ilusionas con el cambio, las dinámicas se transforman y te enfrentas sin quererlo al desafío de adaptarte y hacer nuevos amigos. Sientes que estás haciendo las cosas bien cuando de repente, descubres la más triste verdad.Oigamos la historia de Carolina y el apodo maldito.

Son muchos los que en nombre del amor han cometido grandes errores. Es tanta la ilusión por encontrar el alma gemela, que cuando llega, en un afán por conservar ese amor para siempre, tomamos decisiones que pueden entorpecerlo todo. Oigamos la historia de Sandra y la frustrada prueba de amor.

Llegar nuevo a una ciudad es todo un desafío. Conoces nuevas personas, te pierdes entre callejones, descubres una nueva forma de vida. Pero qué pasa cuando te das cuenta de que esa vida que conocías ahora comienza a cambiar.

Oigamos la historia de Viviana y el merengue que nunca bailó.