Esperanza de Vida

La finita mente humana no puede comprender bien la infinidad, eternidad, omnipresencia, omnipotencia y otros atributos de Dios, y muchas personas emiten juicios y lo juzgan sin tener ni la más mínima idea que quien es Él.

El Espíritu Santo que mora en los hijos de Dios es nuestra ayuda para conocerlo. Sin este Santo Espíritu es totalmente imposible conocer de verdad a Dios.

La soledad afecta a muchas personas, con y sin Cristo. A veces se vive el soledad incluso estando en compañía de muchas personas. Su causas pueden ser varias pero suele estar relacionada con los pecados del egoísmo, desprecio, intolerancia y falta de afecto natural.

Quienes ocupan un puesto en la iglesia; pastores, diáconos, tesoreros, Etc., y en general todos quienes tienen algún desempeño destacado en la organización pero no tienen a Jesús en su corazón, son como Judas Iscariote, que traicionó a Jesús yendo a los sacerdotes a venderlo por dinero. Pero también hay quienes, por diferentes razones, hablan mal de su pastor, de sus hermanos y de la iglesia, o tienen una vida oculta, distinta a la que muestran en la iglesia, igualándose así a Judas.

El Señor siempre está atento a las oraciones de sus hijos, pero no a las de los religiosos y personas que tienen sus propios dioses de acuerdo a su imaginación y según su conveniencia.

El alma es la esencia espiritual del ser humano y, al igual que su cuerpo físico, tiene su origen en la obra creadora de Dios. El alma viene de Dios y se hereda de los padres.

El hombre fue creado para vivir eternamente. Esto implica que nuestra alma no muere. ¿Dónde irá entonces cuando fallezcamos?

La historia está llena de personas que han desafiado a Dios pero que nunca les fue bien.

Dios, en su infinita misericordia muchas veces "deja pasar" la soberbia (pareciendo como si la ignorara), pero no tolera ciertos desafíos ante los cuales reacciona de inmediato.

"Bástate mi Gracia" le dijo el Señor al apóstol Pablo.

La Gracia de Dios no se puede ganar ni se puede comprar, sólo es posible obtenerla por medio de la fe, y sin la Gracia no podemos ser hijos de Dios. Sin ella somos personas a merced del diablo y destinadas a la condenación.

La Palabra de Dios nos manda: "airaos pero no pequeis", "quítese de nosotros toda amargura" y "no se ponga el Sol sobre vuestro enojo".

El Señor nos ha dejado mandamientos e instrucciones claras respecto del control de nuestro enojo, rabia, ira, Etc., y su Palabra nos enseña cómo debemos manejar estas situaciones que nos apartan de Dios.

Los movimientos feministas alegan que no quieren más patriarcado, sin tomar en cuenta que fue Dios quien constituyó al hombre como cabeza de la mujer y del hogar.

Al rebelarse contra las normas de Dios no obtiene mayor libertad, porque ya la tiene al ser a imagen y semejanza de Dios, sino que consigue que los hombres sean débiles y las obliga a asumir responsabilidades y obligaciones que Dios le dio al hombre.

El Señor Jesús maldijo a la higuera porque no tenía fruto (aún cuando no era época de su fruto). El estaba hablándoles a los judíos, pero esto nos enseña que los hijos de Dios siempre debemos dar frutos para Dios, pues Él siempre nos demanda esto de nuestra fe.

La higuera en la Biblia suele representar a la nación de Israel.

No podemos pagar a Dios por su gracia y misericordia, tanto porque los regalos no se pagan como porque es imposible hacerlo. Pero sí podemos y debemos ser agradecidos.

Hay mil maneras de agradecer a Dios por sus bondades de cada día, pero eso debe aflorar de tu propio corazón.

Dios dijo que la única manera de pagar el pecado es con la muerte, y que no hay ningún otro modo. Pero en su infinito amor y misericordia hacia nosotros, no queriendo perdernos creó en si mismo y en la forma de su Santo Hijo, un Sustituto perfecto, que cumple con todos los requisitos y quien murió en sustitución por nosotros.

No aceptar a Jesucristo, el regalo por gracia, equivale a golpear a Dios en el rostro, es no creerle, es insultarlo y es el motivo de condenación.

Las personas solemos rechazar lo que no queremos oír, más aún cuando se trata de la verdad de la Palabra de Dios, y en este rechazo está la condenación.

Los cristianos no debemos sentir temor de enseñar y hablar siempre la verdad, sin importarnos si quienes nos escuchan lo creen o no, ni si gusta o no a nuestro prójimo, pues es nuestro deber.

La sabiduría de Dios es el perfecto juicio divino. Está arraigada en sus obras en la creación y en la historia de la redención, pero hay muchas personas que creen saber más que Él, rechazando, cuestionando, objetando su palabra y descartándola por antigua.

La Biblia declara, sin lugar a dudas, que Dios es el único sabio y entendido, y que la sabiduría humana a menudo no quiere o no puede comprender sus caminos.

Toda la enseñanza de la Biblia contiene estas instrucciones de parte de Dios: oye, cree, vive y posee y es justamente el mensaje de los Evangelios, ¿te has dado cuenta de esto?

Nuestro Señor Jesucristo nos dijo que la apostasía se habría de manifestar al final de los tiempos. Entonces nos preguntamos qué significa.

La apostasía es negar lo que antes se ha creído de la bendita Palabra de Dios expresada en la Biblia. Niega la doctrina de la Trinidad y la reencarnación de Cristo. Trae consigo degradación moral, egoísmo, amor al dinero, espíritu de orgullo, blasfemia, ingratitud y muchos otros pecados morales, y se extenderá cada vez más a medida que nos vayamos acercando a los días de la Gran Tribulación.

Cada cierto tiempo oímos de que tal o cual persona es un apóstol de la Iglesia de Jesucristo y nos preguntamos si será verdad o por qué dice que lo es. Pero la Palabra de Dios nos enseña muy claramente quienes son los verdaderos apóstoles.

Sabemos que Jesucristo viene pronto porque se ha cumplido (como nunca antes), todo lo que era necesario que ocurriera antes de su segunda venida.

Las iglesias, las religiones de hoy, ya no necesitan a Cristo; son gobernadas por pastores, incluso por pastoras; se baila, se toca música y se hacen toda clase de obras para atraer a las personas y hacer que se sientan bien, pero no se enseña la Palabra de Dios y se ignora o minimiza el pecado.

Sí, la gran mayoría de las personas y la totalidad de los religiosos andan tras sus propios pensamientos, desconociendo, ignorando o desobedeciendo la Palabra de Dios incluso cuando les es conocida. Pero El Señor nos hablo de eso y nos dejó muy claro como será el fin para estas personas.

¿Sabías que la Palabra de Dios nos dice que debemos añadir siete frutos a la Fe, los conoces?

Si El Señor nos dejó esta instrucción significa que no podemos ignorarla. ¿Cómo está tu fe?

Existen varias formas de amor, pero sólo una de ellas es el verdadero amor, el amor de Dios, y siempre va junto con la verdad. ¿Conoces ese amor?

¿Quiénes son los ángeles; de dónde vinieron; para qué están; se multiplican? Estas son preguntas muy frecuentes y que tristemente la mayoría de las veces se responden con ignorancia pues se desconoce la Palabra de Dios.

Hay opersonas que oran y adoran a los ángeles. Sin embargo en toda la Biblia no hay ni un sólo caso en que un ángel reciba esta adoración.

El Cuerpo de Cristo es el pueblo de Dios en todo el mundo y en todas las épocas. Cada congregación local es la manifestación visible de ese cuerpo en una comunidad.

La Cabeza es Cristo y es quien imparte las órdenes y pone el cuerpo en movimiento.

Cada miembro debe contribuir con sus dones para beneficio de los otros.

Como miembros de ese Cuerpo, somos coherederos de las promesas de Cristo Jesús y todo lo que hacemos o dejamos de hacer afecta a toda la iglesia y a Jesucristo mismo.

La codicia es un pecado que causa mucho sufrimiento en el Mundo y el Señor nos manda a no ser codiciosos.

Muchas personas dicen amar a Dios, incluso lo creen sinceramente. Pero ¿lo conoces, le obedeces?. Si verdaderamente lo amas tendrás "hambre" de conocerlo cada día más, de conocer su Palabra, de vivir de acuerdo a su voluntad. Lo demás es sólo autoengaño.

Muchas personas no saben nada o saben muy poco acerca del Espíritu Santo de Dios y por ello tienen mucha confusión. Pero el Señor nos ha enseñado claramente dónde está su habitación en el mundo. Si eres de verdad un hijo de Dios, su Espíritu habita en ti.

Las personas solemos evitar nuestras responsabilidades culpando a otros y eso muchas veces da buenos resultados. Pero es imposible engañar a Dios, que es omnisciente, pues conoce absolutamente todo de nosotros, por eso su Palabra nos enseña con total claridad que no es posible responsabilizar a otros por nuestros actos y, por lo tanto, cada uno responderá por ellos.

En su deseo de llegar al Cielo al término de la vida, las personas se han inventado muchos y diversos caminos que se acomodan a sus propios pensamientos, creencias y gustos, pero la Biblia nos enseña que hay un sólo camino, una sóla Persona que puede llevarnos y es el Señor Jesús. Todo lo demás está equivocado y es inútil. Las religiones suelen desviar al hombre de ese único camino, arrastrándolos irremisiblemente al Infierno.

Bajo la Ley se sacrificaban animales para cubrir los pecados a la vista de Dios, de esa manera El Señor dejaba de "verlos". Pero sólo bajo la Gracia, mediante la muerte expiatoria de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, los pecados pudieron ser borradosy olvidados para siempre.

Este episodio de doctrina es de vital importancia para el correcto entendimiento de nuestra fe.

Toda persona, sin excepción, tiene secretos ocultos que nadie más conoce, ni siquiera sus amistades o familiares más cercanas o íntimas, pues son pecados que tocan la conciencia, pero El Señor que es omnisciente sí los conoce y deben ser tratados con Él.

Todo lo que ocupe el primer lugar en nuestra vida, antes que Dios, es idolatría.

"...los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Apoc. 21:8)"

¿Desafías a Dios en esto?.

Muchos hermanos nuestros cristiamos de verdad, y con mayor razón las religiones, no comprenden o derechamente confunden a las personas con diferentes tipos de bautismo. Pero El Señor nos dejó instrucciones para uno sólo tipo de bautismo. ¿Conocemos bien su bendita Palabra y cumplimos a cabalidad su mandamiento?

Sí, nuestra vida es mucho más frágil de lo que parece. De hecho, sólo pende de un hilo colgada de la mano de Dios. Sin embargo el orgullo y el propio ego no permiten a la mayoría de las personas reconocer esta realidad.

La Biblia tiene muchos textos que nos dejan a la vista nuestra fragilidad en el mundo. ¿Has pensado alguna vez en esto, tienes claro que podrías morir justo al terminar de leer esto... y dónde iría tu alma?

Es usual escuchar a las personas diciendo en las misas funerarias y en los sepelios, que su familiar o amigo fallecido "por fin está descansando en el Cielo" junto a Dios, sin preguntarse en qué basan esa afirmación que puede y suele estar terrible y profundamente equivocada.

Sí, no podemos verlos con nuestros ojos, pero allí están, unos de parte de Dios y otros de parte de Satanás; unos para ayudarnos y otros para destruirnos, son los ángeles y demonios que en cantidades multitudinarias esrtán de una u otra manera a nuestro alrededor.

La Palabra de Dios enseña claramente que si uno no es un hijo de Dios, entonces es gobernado por un demonio, un espíritu de maldad.

Las personas solemos preguntarnos el por qué de esto y de aquello. Algunas veces porque queremos saber la respuesta y otras para cuestionar argumentos que no queremos aceptar. La Palabra de Dios responde a todos los por qué de las cosas de Dios, aunque las personas buscamos respuestas en otros lados por rebeldía a nuestro creador.

Este programa nos ayuda a entender el por qué de muchas interrogantes pero especialmente de la pregunta de nuestro amado Señor Jesucristo: "¿Padre por qué me has abandonado?".

La Palabra de Dios nos enseña, sin posibilidad de duda alguna, que Dios es un eterno presente y que va desde la eternidad hasta la eternidad, de manera que Él no está limitado por el tiempo como lo estamos nosotros y que, por lo tanto, nunca pasará de moda. Su Palabra es tan válida hoy como lo era hace miles de años.

Sólo la obediencia a Dios nos trae bendiciones. Sin embargo las personas insistimos en vivir desobedeciendio a Dios, privándonos así de su bendición e incluso acarréandonos graves consecuencias. Él nos creó con libertad para decidir si obedecer o no, pero eso no nos libra de las consecuencias.

Si el Señor Jesucristo dijo que sólo Él es el camino para llegar al Padre, ¿por qué no obedecemos?.

De la propia boca de Nuestro Señor Jesucristo, la Biblia nos declara que muchos intentarán, que procurarán entrar al Cielo, pero que no podrán hacerlo, y esta es una especial advertencia a las personas religiosas.

La Palabra de Dios dice también: "si oyeres hoy su voz, no endurezcais vuestros corazones"

El mundo vive sin esperanza más allá de la del día a día, la de esta vida, pero los hijos de Dios, confiados en la Palabra de Dios, vivimos con la esperanza de una vida eterna e infinitamente mejor que esta.

El celo religioso ha sido y sigue siendo el causante de la condenación de muchas personas y también es causante de mucho daño a la iglesia de Dios.

¿Cuál es el gran problema que impide a las personas alcanzar el Cielo? La respuesta es simple, el pecado.

¿Y cómo loo solucionamos?, la respuesta también es simple, pero a su vez difíçil de aceptar por la mayoría de las personas: Jesucristo

Muchas personas culpan a Dios por sus males, confundiendo las consecuencias que estos tienen, con supuestos castigos de Dios Las consecuencias de nuestras acciones las vivimos ahora, el castigo será futuro.

Si nos arrepentimos y los confesamos, el Señor perdona nuestros pecados, pero no quitará las consecuencias.

El ADN de Dios está también en sus verdaderos hijos, los cristianos. Como sus hijos debemos manifestarnos en nuestra vida adorándolo y viviendo según su voluntad.

En el Cielo no entrará cosa inmunda o que hace aobominación y pecado. Quienes se apoyan en su propia prudencia y no reconocen al Señor en todos sus caminos ni se fían de Él, no entrarán al Cielo.

"El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehusa creer en el Hijo no verá la vida"

El hombre es capaz de domar toda clase de animales pero incapaz de domar su propia lengua, en la cual hay poder para la vida y poder para la muerte. Sólo con el Espíritu de Dios podemos controlarla.

Dios es Amor, así lo declara la Biblia y lo muestra en todo su texto, incluso en aquellos que a muchas personas parecen violentos y sangrientos. El siempre ha obrado con amor y lo seguirá haciendo y es justamente por ese amor a nosotros que sacrificó a su propio Hijo para regalarnos la salvación. Sin el amor de Dios estaríamos irremisiblemente perdidos.

El hombre natural no conoce a Dios y por eso no puede comprender esto, pero sus hijos sí lo sabemos y comprendemos.

Antes de la Era de la Gracia, es decir antes de la muerte sustitutoria y la redención que alcanzamos por el sacrificio de Jesucristo, los pecados no eran borrados sino sólo cubiertos. Sólo pudieron ser borrados cuando Él pagó por ellos, esto es los pecados pasados, los presentes y los futuros, abarcando así desde los cometidos por Adán hasta los que cometa la última persona que se vaya a convertir en hijo de Dios.

Dios es santo y su La Palabra nos enseña sin posibilidad de duda que sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecado y Él, por su santidad y justicia, no va a rebajar nada de ese precio que es obligatorio pagar.

Los hijos de Dios muchas veces nos preguntamos si es correcto (lícito) o no hacer o dejar de hacer ciertas cosas, sin tomar en cuenta que Dios nos ha provisto la respuesta por medio del apóstol Pablo. En la Biblia, como sabemos, tenemos las respuestas a estas y a todas las interrogantes sobre cómo vivir correctamente.