No es una analogía relatada por las sagradas escrituras que se pueden descargar en cualquier página de internet como habitualmente lo hacemos; no es simplemente el abrir, insertar y compartir su foto en las redes sociales; no es una forma de creencia injusta, manipuladora y conflictiva; no es sufrir por creerse inaceptable, pecador o "loser" como dirían algunos jóvenes al ver un escapulario en el cuello; él, Jesús, es el influencer que se condenó la muerte y a la pasión por permanecer con su pueblo en una conexión "EternoAmorGB", que lo recibe en algunos casos con "me gusta" y "no me gusta" por sus publicaciones que enseñaban el amor sin límites y mucho menos la posibilidad que se le pueda ignorar o hasta dar spam.