Algo Que Decir!

Este episodio comenzó con una encuesta en mis redes sociales y generó respuestas muy divertidas y conversaciones interesantes. Al parecer el tema de la rebeldía toca fibras importantes en las personas y les mueve recuerdos de experiencias con sus familias y con figuras de autoridad.

En este episodio vamos a explorar las dos caras de la moneda y antes de empezar quiero que te preguntes ¿Cómo prefieres que te describan? Rebelde u obediente.

Si el caos vino para quedarse con nostros por un tiempo indefinido y las retricciones le estan dando nueva forma a nuestras vidas ¿Cómo disfruto la vida ahora?

Tienes responsabilidades, preocupaciones, miedos y la vida es todo menos perfecta; en ese entorno no sabemos disfrutar y creemos que para lograrlo debemos cumplir con una lista larga de actividades. Aprendimos que para disfrutar primero tenemos que ganarnos ese derecho, justificarlo de alguna forma, por esa razon nos cerramos al placer y la alegría de existir, pero la vida nunca ha estado ni estará libre de situaciones incontrolables, entonces cómo hacemos para aprender a disfrutarla tal como es.

 Esta pregunta me lleva a explorar la depresión, la infancia y los mitos.

Averigua de que se trata en este episodio.

El diseño está presente en nuestras vidas, en cada segundo y en cada actividad que desempeñamos, todo lo que ha sido construido por el hombre es producto de un proceso de diseño. Habitamos edificios, nos movemos en vehículos, usamos dispositivos electrónicos que nos permiten trabajar y comunicarnos con personas de cualquier parte del mundo, usamos ropa para proteger nuestro cuerpo y a su vez nos expresamos con ella, nuestra vida está rodeada de objetos que tienen como objetivo mejorar nuestra calidad de vida y lo mas hermoso de este asunto es, que antes de ser un objeto, cada uno de estos productos fue una idea, un sueño imaginado por alguien que creyó tanto en él que ideó un plan para materializarlo. Qué maravilloso sería que pudieramos diseñar nuestras vidas. ¿Será esto posible? 

En el episodio de hoy hablo con dos invitadas: Patricia Vera Paparoni, arquitecta, viajera, migrante, soñadora, bebedora de vino y escritora. Viviana Moreno Troconis, diseñadora industrial, emprendedora, viajera, amante del pan y el vino y apasionada del diseño en todas sus formas. Este duo de creativas, decidió crear un espacio en formato blog y podcast en el que hablan de su amor por el diseño y cómo lo aplican en sus vidas. En esta conversación divertida, intensa y muy nerd vamos a explorar el diseño cómo herramienta para materializar la vida que deseamos.

Para curiosear el trabajo de este duo de mujeres creativas les dejo el link: https://vainascooltas.com/

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Estamos familiarizados con los inventarios, con hacer el conteo de los recursos tangibles que tenemos disponibles y con base en el resultado tomamos decisiones para el futuro. En este episodio yo les propongo hacer inventario emocional; si, se lee raro y para hacerlo surgen preguntas: ¿Cómo comienzo? ¿Cómo mido algo que no puedo ver? ¿Para qué mido algo que no puedo ver? El hecho de que no puedas ver algo no quiere decir que no esté allí y tu ceguera selectiva tampoco quiere decir que lo que no ves no te afecta. Si no me crees recuerda que un bicho microscópico esta modificando la realidad que conocíamos.

Volviendo al inventario, en este episodio vamos entender la importancia de medir lo intangible y vamos a abrir nuestra mente a múltiples posibilidades en nuestra realidad, para verlas sólo tenemos que pensar diferente. ¿Cómo llegué a esta conclusión? El Mindfulness y el gato de Schrodinger me ayudaron. 

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En los últimos años se nos ha hecho muy evidente la cantidad de información que nos han ocultado en todos los niveles. Actualmente tenemos gran variedad de medios que nos llenan de información en cada segundo y cada vez se nos hace mas dificil distinguir la verdad de la mentira generando en nosotros una gran confusión. Perdimos la confianza en la plabra y ahora usamos las imagenes para generar certeza, pero al igual que la palabra, las imagenes pueden ser manipuladas. Con esta atmosfera de confusión no podemos evitar cuestionarnos en quién depositamos nuestra confianza. Y aquí es donde asignamos responsabilidades y culpas en otros, lo que me hace preguntarme ¿Soy confiable? Si, leyeron bien la pregunta, soy confiable como individuo, si yo me viera desde afuera ¿confiaria en mi? 

La crisis de la confianza a nivel colectivo es el reflejo de nuestras acciones como individuos y ahora nos corresponde hacernos preguntas sobre el tipo de ralidad que queremos construir.

Acá les dejo el episodio 16 y los invito a seguirme en Instagram @algoquedecirpodcast.

¿Sabes qué deseas? El deseo es ese impulso interno que nos mueve, que nos lleva a crear estrategias para obtener eso que queremos. El deseo tiene tanto poder que nos hace fantasear o crear visiones y esas visiones nos mueven para obtener lo que deseamos. El deseo es movimiento.

El deseo es un misterio muy estudiado, es una fuerza que nos hala para alcanzar lo que parece inalcanzable, de hecho, se alimenta de esa distancia, esa carencia de algo. Cuando tienes suficiente helado ya no quieres helado, tu antojo se basa en eso que no tienes y cuando lo satisfaces comienza un nuevo deseo.

Si eres mas visual que auditivo te invito a ver el video de este episodio en IG @algoquedecirpodcast.

La naturaleza esta llena de ciclos, algunos son muy evidentes y otros ocurren sin que los notemos. El cambio de estaciones, el día y la noche, los ciclos de la luna y muchos mas; dentro de estos ciclos nosotros somos partícipes porque también somos naturaleza aunque hagamos un esfuerzo por negarlo, Nuestra vida depende de ciclos externos e internos, muchos de ellos están marcados de manera muy evidente y aceptados por la sociedad; Pasamos de ser bebes totalmente dependientes de mamá y papá a integrarnos con el entorno y aprender en la escuela, luego vivimos la adolescencia para luego llegar a la adultez y así sucesivamente. Cada una de las transiciones de una etapa a otra es incomoda y muchas veces dolorosa y aprendemos a fluir con ellas porque están establecidas en nuestra existencia, pero ¿qué pasa con los ciclos que tenemos que cerrar y que no tienen nada que ver con la sociedad? Esas etapas de nuestra vida que ya cumplieron su función para nosotros y que no son evidentes par otros y por esa razón nos asustan. Nos cuesta aceptar que cada uno de nosotros como individuos tiene etapas y tiempos diferentes, que muchas veces queremos comenzar una aventura nueva pero nos aterra la idea de no saber como va a resultar. Nos cuesta soltar las etapas anteriores y las etiquetas que nos daban esos tiempos porque pensamos que nos vamos a perder en el cierre. 

Eres la persona de hoy por cada una de las etapas de tu vida y en este episodio voy a hablar de cómo empezar a transitar conscientemente el final de una etapa para abrirte a las posibilidades de un nuevo comienzo.

Para poder tener relaciones saludables tenemos que aprender a establecer límites, se lee complicado porque generalmente hacemos lo que los demás esperan de nosotros para evitar conflictos o tener que dar explicaciones. Terminamos comprometiéndonos con situaciones que nos drenan, asistiendo a eventos en los que no queremos estar y atrayendo personas a nuestras vidas que no son los que resuenan con nuestra verdadera esencia. Para evitar esta cadena de eventos desafortunados solo tenemos que aprender a usar adecuadamente dos palabras. SI y NO.  Es simple pero nos gusta complicarnos, nos encanta hacernos historias de lo que va a pensar el otro cuando escuche nuestra respuesta, vamos regalando SI a otros y sin notarlo nos estamos dando un gran NO a nosotros mismos. La otra cara de la moneda es aprender a aceptar la respuesta del otro sin imprimirle una historia complicada y sin maltratar nuestra autoestima en el proceso.

Se nos hace complicado poner limites a los demás porque no sabemos ponernos a límites a nosotros mismos lo que genera que nos enganchemos en dinámicas en las que damos más de lo que tenemos o pidamos más de lo que debemos. Ninguna de las dos es saludable en ningún tipo de relación y en este episodio vamos a hablar de las historias que se esconden detrás de los límites que no colocamos.

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¿Recuerdas qué querías ser cuando tenías 7 años? Estoy segura que a esa edad no estabas pensando en cuanto te iban a pagar por ser y hacer lo que te gustaba ni cuanto tiempo te ibas a tardar en alcanzar alguna meta, solo te interesaba divertirte con lo que hacías. En algún momento nos hicieron creer que lo mas importante era que nos pagaran mucho dinero y usar ese dinero para demostrarle a los demás que somos muy buenos haciendo algo.

Mucho dinero se ha gastado en alcohol, cigarros, azúcar, zapatos y otras adicciones para tapar la infelicidad que da hacer cosas solo por parecer importantes y mucho tiempo y dinero tendremos que invertir en terapias para sanar nuestra salud física y mental por no haber sido la persona que siempre soñamos ser. Que tal si empezamos a preguntarnos el por qué de las cosas que hacemos, si dejamos de presionarnos para ser el del uniforme mas perfecto en un mar de uniformados y empezamos a ser la persona que somos con todas sus particularidades y le damos permiso a los demás de ser quienes realmente son.

La burbuja de la seguridad explotó. Todo lo que creíamos que nos mantenía a salvo era una ilusión.

Nos creíamos seres independientes por tener un trabajo estable, algunas comodidades y un sistema que respaldaba nuestro estilo de vida. Ahora que todo lo que dábamos por sentado se ha derrumbado y que hemos despertado de nuestra alucinación nos toca ver a la cara a nuestros miedos y lo curioso es que todos estamos juntos en esta situación extraordinaria pero cada uno de nosotros se esta enfrentando a miedos particulares.

Empecemos por entender que el miedo no es nuestro enemigo, existe para mostrarnos situaciones que nos hacen sentir vulnerables y su función es la de mantenernos a salvo. Pero ¿qué pasa cuando tu miedo no te esta protegiendo de un peligro real e inminente? que tal si en vez de tratar de silenciarlo y ocultarlo en la parte mas oscura de tu ser, enciendes la luz y te sientas a conversar con el. Tus temores pueden tener información valiosa que se convierta en una herramienta para conocerte mejor,entender que valoras, que puedes superar y que tienes que aprender a manejar de manera diferente.

Es el momento de que hagas el viaje a las profundidades de tu ser, que elimines las capas que te has puesto para esconder tus miedos y te atrevas a ser sorprendido por el potencial que tienes adentro.

En este momento son muchas las preocupaciones que tenemos sobre nuestro futuro, hay incertidumbre económica, laboral, de salud entre otras y esta situación nos genera estrés y ansiedad; como consecuencia del estrés llegamos a un punto emocional en el que no nos soportamos ni nosotros mismos, pero hay un detalle, no tenemos a donde huir.  Si estas leyendo esto, lo mas probable es que te encuentres en tu casa compartiendo el espacio con familia o amigos y todos están igual de preocupados que tú. ¿Cómo haces para convivir sin agredir al otro? Es un gran reto.

Existe otro escenario posible, que te encuentres viviendo esta situación sin compañía y en este caso el reto es aprender a convivir contigo.  La pandemia ha venido mostrarnos todas nuestras áreas descuidadas a nivel colectivo y a nivel personal, se ha convertido en una oportunidad para valorar a nuestros seres queridos, para pasar mas tiempo con los que tenemos cerca y para retomar la conexión -virtual- con los que están lejos. Al reducir la velocidad de nuestras vidas ya no tenemos excusas para seguir evadiendo las conversaciones pendientes, ya no hay apuro para salir corriendo a otro lugar, el único lugar posible es el aquí y el ahora con los que estas; desde este lugar tienes la responsabilidad de construir relaciones mas sólidas comenzando con la que tienes contigo misma/o y modificando lo que sea necesario para crecer como grupo.

El universo nos ha regalado una pausa para sentir profundamente, para conectar desde la vulnerabilidad y para sanar. Desde este espacio suspendido en el tiempo tenemos el regalo de poder crear recuerdos valiosos que perduren en la memoria, toma esto en cuenta cuando te comuniques con los tuyos porque al cabo de un tiempo, ellos no van a recordar lo que les dijiste, solo van a recordar como los hiciste sentir.

Acá les dejo el episodio numero 9 para hablar de relaciones en medio de esta Bendita Cuarentena.

Hoy te levantaste, sin pensarlo te cepillaste los dientes y lavaste tu cara, te detuviste unos segundos frente al espejo y contemplaste el reflejo, notaste que se te hacía tarde y te pusiste tu ropa rápidamente. Desayunaste una tostada crujiente y dorada untada con mermelada y huevos revueltos, acompañaste el desayuno con un café negro muy aromático y oscuro, viste el reloj y saliste disparada de tu casa hacia el trabajo. Podría escribir mucho mas sobre la  secuencia de pequeñas acciones que hiciste en el día y que has venido repitiendo por años. Esas acciones repetidas le han dado forma a la realidad en la que vives hoy, esto quiere decir que cada uno de tus hábitos ha contribuido a que estés saludable o no, a que tengas ahorros o estés viviendo del día, que hayas podido comprar una vivienda o estés creando tu negocio; cada uno de los objetivos que te has trazado y has alcanzado han sido la consecuencia de tus hábitos. Entender esta premisa nos da la oportunidad de usar el poder de los hábitos a nuestro favor, más importante aun, entender que cada acción primero fue un pensamiento y la calidad de esos pensamientos moldean nuestra realidad, nos da el entendimiento necesario para usar nuestro poder y tomar mejores decisiones.

¿Qué sucede cuando las circunstancias externas afectan nuestra realidad? ¿Qué pasa cuando todo lo que nos daba estabilidad y soporte se derrumba?

Justo en ese momento tenemos que hacer una pausa para evaluar nuestras acciones, descartas los hábitos que no nos sirven e incorporar acciones que  con constancia nos generen resultados positivos en el futuro.

En el episodio número 8 voy a hablar sobre el proceso de cambio y de la necesidad de crear nuevas costumbres que nos ayuden a estar mejor como individuos y como comunidad. Es tiempo de entender que estamos conectados de maneras invisibles pero reales y que nuestras acciones no solo nos afectan por separado sino también afectan a nuestro entorno.

Cuando eramos niños nos encantaba dibujar, pintar y creábamos escenas alucinantes con los juguetes que teníamos. Una caja podía ser una casa, al otro día esa misma caja se convertía en una nave espacial y luego era una carpa que nos transportaba a una noche en el bosque rodeados de estrellas en medio de una aventura donde siempre eramos los héroes y heroínas. Luego pasaron los años y nos fuimos llenado de condicionamientos, la caja se convirtió en solo eso, UNA CAJA, dejó de ser posibilidades infinitas y se limitó a ser un contenedor descartable. Así se murió la creatividad y le hicimos un velorio cuando la profesora nos dijo que no servíamos para dibujar o peor aún, te dijeron que ser creativo no servía de nada, que eso era de vagos y soñadores por no decir ilusos. El mundo alucinante en el que vivimos hoy está derribando esos viejos conceptos, las soluciones que estábamos acostumbrados a aplicar y las viejas formas de hacer nuestra vida ya no están dando buenos resultados y cada vez mas se nos exige que seamos creativos, que generemos nuevas propuestas mas eficientes y actualizadas que se ajusten a las necesidades de hoy, con la tecnología y el conocimiento de hoy. 

Si creíste que tu creatividad estaba muerta y enterrada te cuento que sólo está dormida; está en un profundo sueño pero ahí está esperando por ti para que la despiertes, la entrenes otra vez y sobre todo pierdas el miedo al resultado. El miedo es la ausencia del amor, si lo se, suena cursi, pero es cierto, cuando vivimos en amor confiamos en otros y en nosotros mismos, sabemos que podemos caernos , también tenemos la certeza de que nos levantaremos y aprenderemos de esa caída, cuando creemos que estamos conectados con todo sabemos que tenemos todos los recursos necesarios para resolver las situaciones que se presentan y perdemos el miedo a crear.

Este mundo en el que vivimos hoy esta lleno de oportunidades para crear, hay tantos problemas por resolver y tenemos tantas herramientas a nuestra disposición que solo tenemos que darnos el permiso de jugar, ensayar, aprender y crear.

¿Has notado que hay situaciones que se repiten con mucha frecuencia en tu vida? 

Siempre repites el mismo tipo de relaciones con diferentes personas; se puede manifestar como la relación conflictiva que tienes con tu jefe, las situaciones competitivas que vives con tus amigos y compañeros de trabajo, los conflictos que se repiten con nuevas caras y escenarios tal como la típica situación de conseguir parejas con actitudes similares. Terminas siempre con la sensación de estar en un torbellino que se repite y no sabes la razón, lo único que haces es preguntarte ¿Por qué  a mi? Cuando deberías darte cuenta que el elemento en común en cada una de estas situaciones eres TÚ.

La forma en la que nos relacionamos con otros, expresamos y esperamos amor está ligada a nuestro concepto de hogar y familia; a través de nuestros padres o las personas que cumplieron ese rol en nuestras vidas aprendimos a relacionarnos y a medida que crecemos usamos estos modelos para entablar relaciones con otros, sin notar que muchos de estos patrones nos pueden estar saboteando.

Para detener este ciclo de relaciones insatisfactorias tenemos que hacer una pausa y evaluar nuestra experiencia, creencias y patrones aprendidos en nuestro hogar. No es una tarea fácil pero si es una tarea necesaria para tomar decisiones conscientes y construir relaciones saludables con otros y con nosotros mismos.

Somos seres sociales, necesitamos compartir con otras personas y el reto es lograr crear lazos que nos enriquezcan. Por algo decimos que la calidad de nuestras vidas depende de la calidad de nuestras relaciones.

Cuando Mercurio esta en fase retrógrada entramos en modo avión, las comunicaciones fallan, los dispositivos electrónicos dejan de funcionar adecuadamente y se pueden generar malentendidos.

¿A quién le hechas la culpa de la mala comunicación cuando Mercurio está directo?

Vamos por la vida creyendo que todos piensan similar a nosotros y suponemos que deben estar entendiendo nuestras peticiones y mensajes, déjame decirte que eso es un ¡Error! Una de las cosas que mas nos cuesta como seres humanos es comunicarnos, esta necesidad de que otros escuchen nuestros mensajes nos ha impulsado a crear diferentes aplicaciones, dispositivos y redes sociales sin lograr comunicar de manera efectiva nuestros verdaderos deseos y necesidades; esto se debe a que todas esas aplicaciones no crean el mensaje, sólo lo transmiten. Se nos dificulta expresarnos claramente porque sentimos pánico al rechazo lo que ha hecho que generemos  mecanismos para tratar de controlar la respuesta de otros, generando mensajes ambiguos y dando como resultado mucha frustración.

Seguimos creyendo en el sentido común sin entender muy bien qué es, suponiendo que todos lo entienden y como es común no hay que explicarlo. Cómo se supone que vamos a lograr que otros nos entiendan si nosotros mismos no estamos conscientes del mensaje que comunicamos. Hemos perdido la conexión con nuestros pensamientos, la mayoría de nosotros no esta consciente de lo que nos repetimos en la mente, las palabras que usamos, mucho menos sabemos el poder que tienen esos pensamientos. Subestimamos el poder que tienen nuestras palabras y perdemos la oportunidad de usarlas a nuestro favor.

Como veras, no es Mercurio el que tiene que asumir la responsabilidad de lo que comunica porque él es sólo el mensajero.

Si te pregunto qué significa el dinero para ti, las respuestas pueden ser: seguridad, estabilidad, poder, estatus, diversión, salud y otros. Siendo objetivos, el dinero es un recurso, un medio para obtener un fin ¿En qué momento nos olvidamos de esto? O será que nunca lo supimos. Son tantas las emociones que ligamos a nuestra percepción de dinero que no cabe duda que entablamos una relación particular con él; ésta relación la construimos a través del filtro de nuestra familia, ya que de ellos obtuvimos las primeras impresiones con respecto al manejo de este recurso, luego aprendimos otras cosas en la escuela, en nuestro entorno y a través de la religión que practicamos. 

No fue suficiente ponerle todos estos filtros, también decidimos ligar nuestro valor personal a la capacidad que tenemos de producir dinero, es decir, la salud de nuestra autoestima esta conectada a la cantidad de dinero que podemos generar. Esta claro que esto no es nada saludable. Deberíamos entender con cada célula de nuestro cuerpo que tenemos valor por existir, por pensar, actuar, generar conocimiento y apoyar a otros; cuando entendemos que cada uno de nosotros es un recurso valioso y que tenemos la capacidad de generar otros recursos, nos estamos conectando con la abundancia.

Si limpiamos el filtro con el que vemos el mundo, vamos a poder apreciar que hay suficientes recursos disponibles para todos, entenderemos que en este momento y en este lugar tenemos los medios necesarios para crear abundancia o encaminarnos hacia ella. Una vez que valoras quien eres y lo que tienes puedes apreciar todo lo que está disponible alrededor y puedes compartir con otros tus recursos para que se multipliquen teniendo la certeza de que luego volverán a ti.

Si te preguntaran quien eres, lo mas probable es que respondas tu nombre, tu apellido, género, edad y profesión; lamento decirte que con esa respuesta no dijiste nada de quien eres en realidad.

La identidad está llena de capas y dimensiones, es un conjunto de características que describen a un individuo para poder distinguirlo dentro de un grupo. Quiere decir entonces, que primero debo ser un individuo, conocerme, aceptarme para luego poder integrarme a la comunidad.

Y qué pasa si todo lo que creías que te identificaba un día colapsa, qué pasa si un día te mudas de país, o decides dejar el trabajo que has hecho por muchos años, qué pasa si decides llevar una vida totalmente diferente a la de tu familia... Lo mas probable es que comiences a cuestionarte quién eres ahora.

Conseguir la respuesta a la pregunta  ¿Quién soy? toma tiempo, espacio y silencio. Si leíste bien, silencio! Para llegar a esa respuesta pasas por un proceso en el que necesitas desconectarte del entorno, de las expectativas, de la presión social y familiar, de todas las etiquetas que has ido acumulando a lo largo de la vida; el objetivo de este viaje hacia adentro es conectar con tu esencia. Una vez llegas al centro, a esa energía que te mueve y te motiva a SER podrás presentarte al mundo de manera AUTENTICA, por consecuencia atraerás a tu vida a otros seres que vibran como tú, que te valoran por lo que realmente eres y se muestran como son. No puedes construir relaciones sanas con otros si no has construido una relación honesta y saludable contigo, por ende, la calidad de tu relaciones va a depender de la relación que tienes contigo así como el poder constructivo de una comunidad va a depender de la calidad de cada individuo.

¿Qué significa ser la primera generación que tuvo acceso a la tecnología? ¿Cuál es la ruta para tener una vida feliz si el camino anterior ya no nos sirve? Estas son algunas de las preguntas que la generación nacida entre 1980 y el 2000 se han estado haciendo a lo largo de su vida adulta. Para entender quiénes son y por qué son como son, tenemos que recordar de donde vienen.

En este episodio les cuento la historia de mi generación, lo que vivimos, los retos, los sueños y nuestra nueva realidad que se llama INCERTIDUMBRE.  Sigue siendo una generación con mas preguntas que respuestas pero muy comprometida en la construcción de un nuevo camino hacia una realidad mas amable con el entorno.

¡Llegó el día! No tengo mas excusas para posponer mis sueños, lo único que me detiene es el miedo y he decidido hacerlo con miedo. Este es el primer episodio donde hablo del origen de Algo Que Decir, la intensión de compartir herramientas y conocimiento de diversos temas que nos ayudan en el proceso de auto-descubrimiento, porque todos los días no estamos construyendo y necesitamos apoyo en ese proceso. En este espacio conecto con mi voz que no solo es el instrumento con el que me comunico, es el mensaje y espero que con el atrevimiento de decir lo que pienso y compartir lo que he aprendido tu también te atrevas a encontrar tu voz y tu brillo.