Cristo Rey
By Roger Pavon
Cristo ReyJul 16, 2020
Como te presentas ante el Señor
Evangelio de san Lucas 2, 22 al 34
El reino de Dios se parece a un hombre que echa semillas en la tierra
Jesús nos trae a nuestra mente esta imagen. El reino de los cielos es semejante al hombre que echa la semilla en la tierra. Sin que él sepa cómo la semilla va produciendo su fruto. Crece, germina y se pone bella.
Quien o que reina mi corazón
El Reino de Dios esta en medio de ustedes
Momentos centrales de mi fe cristiana:
Cuánto amor descubro en estos hechos! Pensar que no te bastó para demostrarme tu amor el bajar del cielo y hacerte como una de tus creaturas
He venido a prender fuego en el mundo
Todos estamos buscando la unidad
Ay de Vosotros
Es necesario que seamos buen comunicadores del Reino de Dios
Pónganse en caminos
Salir, ponerse en camino, encontrarse juntos, ponerse a trabajar por la paz.
Quien es Este de quien oigo semejantes cosas
La curiosidad de Herodes era ambiciosa llena de poder y deseaba conocer a Jesús
¿Sabes Orar a Dios?
Oremos a Dios con fe para estar unidos en la gracia y Misericordia
Ejemplo de Amor
El amor mas grande demostrado en amar a nuestros enemigos, orar por los que nos persiguen, bendecir por los que nos odian.
Señor a quien iremos, tu tienes palabras de vida
El Señor nos comunica sus palabras de vida eterna
Velen y esten preparados
El Señor nos alerta a mantenernos siempre en oración para cuando él venga nos encuentre fiel y discreto
Que es la Vida
¿qué es la vida? Es una peregrinación como respuesta al llamado de Dios Padre a ser luz del mundo, sal de la tierra
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar?
¿Tengo que perdonar solo siete veces? o cuantas en realidad
Que es Maria para los cristianos
Los hermanos separados ven a Maria como una simple mujer
Vengan a mi los Fatigados
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Amar para que sea amor
Entregarnos en el amor seremos mas carcanos a Dios quien es el amor
No Juzgues mas
Cuando juzgas tu mismo te condenas
Aquien debo esperar
Id, anunciar a Juan lo que estais viendo, los ciegos ven, y los inavlidos andan, los leprosos quedan limpios, los muertos resucitan, y los pobres se les anuncian el evangelio.
Mateo 11, 2 al 11
Una Voz Grita en el desierto
Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.»
Éste es el que anunció el profeta Isaías, diciendo: «Una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos."» Mateo (3,1-12)
La Fe el don que Salva
Hola Amigos y hermanos bienvenidos a un programa más de Cristo Rey, le saluda Roger Pavón. Y el día de hoy estaremos conversando acerca de la fe. Como la fe puede no solo mover montañas, sino también te sirve para salvar tu alma. Comentaremos sobre la fe de Zaqueo y como puede ayudarnos.
Bienaventurados los que caminan en el sendero de la vida
Conocer del Salvador de nuestras vidas nos conduce al sendero de la Vida
La Fe Progresiva
San Francisco de Asís decía a sus hermanos: «Prediquen el evangelio y si fuese necesario también con las palabras, prediquen con la vida, el testimonio, la incoherencia de los fieles y de los pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia.»
Jesus una Persona Real
San Marcos (7,1-13):
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos (los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?»
Él les contestó: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos." Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.»
Y añadió: «Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y "el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte"; en cambio, vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: "Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo", ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas.»
Palabra del Señor...
Enseñaba con autoridad
Sígueme
Amado Jesús, ¿qué tenía Mateo que te dirigiste a él y le dijiste «sígueme»?
Mateo era un recaudador de impuestos para los romanos, considerado un pecador y odiado por su propio pueblo. Efectivamente, estos recaudadores no llevaban una vida santa según la Ley de Moisés y las tradiciones. Seguramente todos pensaban que cuando Tú, el Maestro, buscases algún discípulo, ese discípulo sólo podría ser alguien intachable; y sin embargo, ante mi mirada atónita, te diriges al publicano y le dices: sígueme.
Una Misión de Amor
Es difícil juzgar sobre sí mismo. Especialmente en momentos donde reina la confusión. Actualmente me encuentro confundido, tengo estos problemas, esta persona me preocupa, no he logrado esto o aquello y mis sentimientos me llevan de un lado para otro. Me falta paz. No sé si soy capaz de detenerme un instante. La vida me está llevando. La vida me está viviendo. No tengo respuestas y he intentado hacer uso de tantos recursos para solucionar mi vida, mis dudas, mis problemas… pero nada me es suficiente para encontrar respuesta.
Todos estamos hambrientos y sedientos
Todos estamos hambrientos y sedientos de algo. Nuestro corazón tiene un espacio que no es fácil llenar y que muchas veces intentamos saciar con cosas pasajeras. Es muy fácil engañarnos a nosotros mismos y convencernos que con estas cosas conseguiremos calmar nuestra sed y nuestra hambre… y quizás lo logramos por un tiempo, pero si no lo llenamos con lo correcto esa necesidad se irá haciendo más presente en nuestra vida.
El bautismo de Juan venía del cielo o de la tierra
"¿QUÉ ES LA VERDAD?" (VER JN 18:38)
“Ellos se hacían este razonamiento: ‘Si respondemos: “Del cielo”, Él nos dirá: ‘Entonces, ¿por qué no creyeron en él?’” (Mateo 21:25)
Palabra Viva fuente de consuelo
¡¡Cada tanto es bueno levantarnos el ánimo mutuamente!! La vida es así, andamos a veces a los tumbos, con caídas y levantadas, con alegrías y tristezas. Cuando uno anda cabizbajo, el otro está un poco mejor. Cuando uno anda un poco mejor, siempre hay alguien que necesita de nuestro consuelo. La Palabra de Dios se transforma en nuestra vida en fuente de consuelo, consuelo recibido gratuitamente y consuelo que busca consolar a otros. ¡Qué lindo que es cuando descubrimos que podemos consolar a los demás, aun cuando estamos desconsolados! No hay que esperar estar bien para hacer bien a los otros. Sí, es un misterio, pero es así. Te voy a leer unas palabras del apóstol san Pablo que lo dice mejor que nadie, unas palabras que siempre recuerdo que desde que entré al seminario resonaron de una manera distinta en mi vida y que en estos días volvieron a aparecer fuertemente. Sé que te van a hacer bien, sé que alguien que está escuchando esto le ayudará y si te ayudan a vos, anímate a mandárselas a alguien que creas que necesita ser consolado, pero también consolar. Imagínate el bien que podemos hacer con un clic, con el solo hecho de apoyar un dedo y quitarnos los miedos y el respeto humano por lo que pensarán. Hay miles de personas que hoy necesitan ser consoladas, hay miles de personas que hoy pueden consolar a otros, que andan por la vida a veces pensando que no pueden, pero sí pueden. Hay miles de personas que andan por la vida con alma y sin corazón, y hoy vos y yo los podemos ayudar. Escuchemos estas palabras:
«Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios. Porque así como participamos abundantemente de los sufrimientos de Cristo, también por medio de Cristo abunda nuestro consuelo» (2Cor. 1, 3-5).
Jesús líbranos de la Hipocresía
A ninguno de nosotros le gusta vivir crisis de fe, crisis humanas, crisis de todo tipo. Las crisis nos molestan porque zarandean nuestro corazón, y lo ponen en un lugar que, en el fondo, no nos gusta estar. Sin embargo, las crisis son necesarias. Las crisis prueban lo más profundo de nuestra vida, lo más profundo de nuestras decisiones, que en definitiva son las que nos mantienen despiertos y con un horizonte firme, con la esperanza. Por eso, aunque no nos guste decirlo, tenemos que gritar, una vez más, con el corazón: «Benditas crisis que nos hacen crecer y nos ayudan a volver a decidir qué es lo importante de nuestra vida». Por eso, no rechacemos las crisis, y es así, en ese momento donde Jesús los pone contra la espada y la pared –por decirlo de alguna manera– y les hace vivir esa crisis a los discípulos, es lo que nos tiene que iluminar también nuestra vida de hoy.
¡Ay de ustedes, guías ciegos!
“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran” (Mateo 23:13).
La gente religiosa puede cerrar las puertas del Reino de Dios en la cara de los demás. De esta manera podemos demonizar a quien entra en el Reino de Dios (Mt 23:15). Una de las maneras que hacemos esto es teniendo una actitud casuística — fijándonos en cosas sin importancia, buscando errores en los demás, y justificándonos.
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio
“La Iglesia tiene la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del pueblo de Dios, y recordar también a los fieles de este continente que, en virtud de su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo. Esto conlleva seguirlo, vivir en intimidad con él, imitar su ejemplo y dar testimonio. Todo bautizado recibe de Cristo, como los Apóstoles, el mandato de la misión: “Vayan por todo el mundo y proclamen la buena nueva a toda la creación”.
Vieron a Jesús caminando sobre el mar
“Los discípulos en la barca tienen que enfrentarse con un mar agitado, que representa bastante atinadamente su revolución interior. Acaban de ver cómo se derrumba la mejor ocasión de emprender una marcha sobre Jerusalén, para construir finalmente el reino prometido por los profetas. Jesús, que acaba de huir de la realeza terrena, aparece en su gloria de Hijo de Dios: ‘No teman, Yo soy’. Así Jesús reconforta a sus discípulos”.
Vieron dónde vivía y se quedaron con Él
“En una alusión al bautismo de Jesús, Juan el Bautista dice haber visto al Espíritu descendiendo sobre Jesús en la forma de una paloma. Su testimonio es tan eficaz que dos de sus propios discípulos, cuando lo oyen, deciden seguir a Jesús” .
Yo he venido al mundo como luz
Prestemos atención a todos los verbos con que Jesús nos exhorta en este discurso: creer, ver, oír y recibir. Todo nuestro ser tiene que estar en apertura y disponibilidad para percibir la obra de Dios, que toca nuestra vida. Y así, escuchando y teniendo discernimiento sobre los signos, creeremos con fe sólida.
Si estás perdiendo la Fe
Tengan valor, porque yo he vencido al mundo
También nosotros estamos llamados a vencer al mundo. A vencer su propuesta individualista, cómoda, egocéntrica y limitada. Cuando vivimos el amor de Dios expresando el amor a los hermanos, ya estamos venciendo al mundo.
Su tristeza se transformará en alegría
Estos hombres no quieren desprenderse de Jesús. Saben que el Señor partirá, pero aún no saben que su modo de estar presente cambiará. Nunca estaremos solos sabiendo que Jesús está en nosotros y con nosotros. Por eso, cualquier tristeza podrá convertirse entonces en alegría.
Si no me voy, no vendrá a ustedes el Consolador
Jesús prometió enviarnos al Paráclito. Esta palabra designa la función de quien es “llamado al lado de”, el asistente, el abogado o el apoyo. Desde que Jesús no está corporalmente en esta tierra, entramos en una nueva etapa de la historia. El Paráclito realiza ahora el nuevo modo de la presencia de Dios en medio de la humanidad.
El espíritu humano manifiesta a Dios
El ser humano percibe su singularidad y preeminencia sobre el resto de la naturaleza. Aunque comparte muchos aspectos de su vida biológica con otras especies animales, se reconoce único en su fenomenología: reflexiona sobre sí mismo, es capaz de progreso cultural y técnico, percibe la moralidad de las propias acciones, trasciende con su conocimiento y su voluntad, pero sobre todo con su libertad, el resto del cosmos material. En definitiva, el ser humano es sujeto de una vida espiritual que trasciende la materia de la cual, sin embargo depende. Desde los orígenes, la cultura y la religiosidad de los pueblos han explicado esta trascendencia del ser humano afirmando su dependencia de Dios, del cual la vida humana contiene un reflejo. En sintonía con este común sentir de la razón, la Revelación judeo-cristiana enseña que el ser del hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios (cfr. Gn 1,26-28).
La persona humana está ella misma en camino hacia Dios. Existen itinerarios que conducen a Dios partiendo de la propia experiencia existencial: «Con su apertura a la verdad y a la belleza, con su sentido del bien moral, con su libertad y la voz de su conciencia, con su aspiración al infinito y a la dicha, el hombre se interroga sobre la existencia de Dios. En estas aperturas, percibe signos de su alma espiritual» (Catecismo, 33).
Tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen?
A pesar del tiempo que pasaron juntos, el Señor le reprocha a Felipe que aún no lo conoce. Es que conocer a Jesús es un proceso que abarca toda la vida. Además implica una constante profundización y dinamismo de nuestro espíritu y de todo nuestro ser.
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna
El “movimiento” del texto es revelador: los discípulos comienzan diciendo que “el modo de hablar es duro”, y Pedro termina proclamando que Jesús “tiene palabras de vida eterna”. Luego viene la confesión de fe: “creemos que eres el Santo de Dios”. Es decir, de la duda se pasa a la proclamación y luego a la confesión. Una maravillosa manera de presentar un proceso de fe.
No fue Moisés, sino mi Padre, quien les da el verdadero pan del cielo
A todos nos conmueve el símbolo de un pan en la mesa; nos habla de reunión, calidez, alimento... Todo eso y mucho más tiene “el pan del cielo”, que nutre para siempre, reúne en comunidad y nos da hoy la plenitud que alcanzaremos en la eternidad. Por eso, digamos también nosotros: “Danos siempre de ese pan”.
El Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos
El Resucitado es el mismo hombre que caminó con su comunidad y que sufrió en Jerusalén. El modo actual de su presencia, resucitado, es una continuidad de lo que fue su vida terrena cuando él hablaba y compartía la mesa. Estar con el Resucitado es repetir la experiencia comunitaria de la mesa, donde hay lugar y alimento para todos.
Vieron a Jesús caminando sobre el mar
“Los discípulos en la barca tienen que enfrentarse con un mar agitado, que representa bastante atinadamente su revolución interior. Acaban de ver cómo se derrumba la mejor ocasión de emprender una marcha sobre Jerusalén, para construir finalmente el reino prometido por los profetas. Jesús, que acaba de huir de la realeza terrena, aparece en su gloria de Hijo de Dios: ‘No teman, Yo soy’. Así Jesús reconforta a sus discípulos”.
Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salve
“El que obra conforme a la verdad, se acerca a la luz”. Nicodemo, que fue de noche hasta Jesús, estaba buscando algo. Todavía no veía claro, pero al acercarse a Jesús se acercaba a la luz y a la verdad. A quienes tienen esta inquietud en el corazón, a quienes buscan con sinceridad la verdad, Dios no los deja sin respuesta. Él hace resplandecer su rostro.
Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo
Paso a paso, con imágenes y citas de la Escritura, Jesús va revelando su identidad ante Nicodemo. Este hombre debe cambiar algo en su mirada, debe aprender a encarar las cosas de un modo nuevo. Porque con Jesús, Dios irrumpe en nuestra historia, supera nuestras expectativas y hace estallar nuestros viejos moldes. Constantemente hay algo nuevo para descubrir con este Dios que siempre nos sorprende.
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio
María Magdalena es la primera en creer, y la primera en transmitir esa experiencia. Y a la vez, como si fuese una consecuencia lógica, es la primera en no ser creída. ¿Cómo confiar en una mujer? La Iglesia tendrá que seguir creciendo y madurando para contestar hoy también esta misma pregunta...
Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar
Jesús ha vencido la muerte, ha resucitado. Pero esa gloria a la que ha llegado no le quita su humanidad, ni las heridas de su vida entre los hombres. Porque las cicatrices de nuestros dolores, aunque ya no nos duelan, son la memoria de lo que hemos vivido.