Sabiduría Hoy

¿Autodestrucción o autoconstrucción?

Creo que las experiencias no tienen una sola interpretación y es importante ser humilde y congruente a la hora de analizarlas. El límite entre la fe y el pensamiento mágico es muy tenue y necesitamos educarnos con la Biblia y con el conocimiento científico para ser congruentes y precisos a la hora de analizar y describir un acto que interpretamos como sobrenatural.
Otra aclaración importante es que cuando uno describe milagros positivos de la intervención de Dios, uno podría dar la impresión de que la vida de relación con Dios es fácil y agradable, lo cual es así en muchos sentidos. Pero, mientras uno puede estar experimentando milagros de provisión de Dios, también uno se enfrenta a situaciones en que Dios no responde de manera positiva a nuestras oraciones, y otras circunstancias inciertas en que uno no puede entender por qué Dios decidió actuar como actuó. Él es Dios y no nosotros. No podemos demandar milagros de Él como si fuera una máquina expendedora. Él es el que decide cuando y como actuar. Nuestra oración por un milagro también debería incluir el deseo de discernir lo que Dios quiere y cuando.

En estos días estuve conversando con alguien que necesitaba estimular su fe y ver a Dios en las experiencias diarias. Me pidió que le cuente experiencias en que haya experimentado la intervención sobrenatural de Dios en mi vida. La idea era ver en la experiencia si el Dios de la biblia actúa en forma similar hoy en día. Acompáñame hoy a aprender de estas experiencias.

¿Qué es el temor de Dios? Hay gente que no le gusta hablar de este tema, o que lo consideran algo negativo. Les entiendo porque la palabra "temor" por si sola tiene una connotación negativa. Ser "temeroso", en general, es algo negativo, indica un exceso, un defecto de la persona que puede afectar su comportamiento y su vida de manera negativa. Ser "temoroso" nos paraliza, nos impide tomar decisiones saludables. No es lo mismo con el "temor de Dios". El "temor de Dios", especialmente si nos estamos refiriendo al Dios de la biblia, a YAVEH, Jehovah o a Jesús, no es algo negativo, sino una virtud, es el principio de la sabiduría, no impide nuestras decisiones, sino que nos da herramientas para tomar decisiones correctas.

No podemos dejar de pensar. Nuestra mente no puede pasar más de 3 segundos sin "observar" alguno de nuestros pensamientos. Cada uno de nuestros pensamientos son construcciones de mayor o menor complejidad que se parecen a un "árbol" y por eso usaremos las partes de un árbol para describir el pensamiento. Nuestros pensamientos tienen ramificaciones (ramas: memorias, recuerdos) que tienen sus emociones asociadas (hojas) y que se unen en un "tronco" perspectiva de ese pensamiento. También podemos encontrar "raíces" en nuestro pensamiento. Estas son las experiencias originales que dieron origen a este pensamiento. Algunas de esas raíces podrían estar lejos en el pasado en nuestras experiencias infantiles.

No puedo dar a otros lo que no tengo. Así que, si quiero ayudar a otros a crecer, debo estar creciendo continuamente. Hoy veremos elementos fundamentales para ese crecimiento personal y como potenciarlo.

¿Quién querrá estudiar con alguien que no tiene entusiasmo por lo que enseña?
Personalmente, a mi no me interesaría tomar un curso donde ni el profesor está entusiasmado con lo que enseña… Por más que sepa muchísimo, Si el que enseña no está interesado, ¿por qué ha de estarlo el que aprende?
Tener entusiasmo, ¿Por qué algunos enseñan con entusiasmo y otros no?
El entusiasmo es sumamente básico. Es aún más básico e importante que saber enseñar.
A mi me parece que el entusiasmo es algo natural de alguien que enseña la biblia… pero en realidad no siempre es así… hay gente que enseña la biblia sin entusiasmo.
Para enseñar la biblia sin entusiasmo… mejor sería no enseñar. ¿No les parece?