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Paso a Paso a la Eternidad.

Paso a Paso a la Eternidad.

By Jesus Is Life

Pasao a Paso a la Eternidad es un espacio de reflexión para cada día, reflexionar que en todo el eterno Creador está presente en la vida del hombre.
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Invocar el nombre del Unigénito Hijo de Dios

Paso a Paso a la Eternidad.Apr 19, 2024

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PERDONAR COMO JESÚS PERDONÓ

PERDONAR COMO JESÚS PERDONÓ

PERDONAR COMO JESÚS PERDONÓ

Con regularidad se nos hace fácil decir a las personas que han sido agredidas por su prójimo, que deben perdonarles; ¿Pero si nosotros somos los agredidos qué pasa? ¿Será que aplicamos los mismos consejos que damos para que los demás perdonen a sus agresores? ¡Seguramente que no! . A muchos de nosotros se nos hace fácil aconsejar a otros, pero se nos hace difícil practicar los consejos que damos, y más cuando se trata de perdonar a los que nos agreden. Por eso antes de aconsejar a nuestros semejantes que perdonen a sus agresores, primero deberíamos aplicar esos consejos a nuestra vida, pues la ética debe formar parte de nuestra integridad como seguidores de Jesucristo.

Al contrario de la mayoría de nosotros, cuando Jesucristo pedía algo que hicieran sus discípulos, Él siempre daba el primer paso y les demostraba cómo deberían hacer. Por eso, cuando Jesús pidió a sus discípulos que deberían perdonar a sus agresores, Él lo demostró perdonando a todos los que le ofendía. Este ejemplo de perdón, lo practicó hasta los últimos instantes de su vida terrenal. Por eso, una vez que los soldados romanos lo clavaron en la cruz, no exclamó palabras de odio o maldición en contra de ellos, en su lugar, con profundo amor y misericordia, intercedió por ellos, para que su Padre Celestial perdonara el crimen que acababan de cometer: “Jesús dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen …” Lucas 23:33-34 NTV.

Los soldados romanos, sabían muy bien lo que estaban haciendo en el momento de que clavaban a Jesucristo en el madero, por eso no solo que lo clavaron, sino que también se burlaron de Él constantemente, haciendo más doloroso ese tiempo de angustia y sufrimiento. Como sabían muy bien lo que estaban haciendo, eran culpables del crimen que estaban cometiendo y merecían toda la ira de Dios Padre, pero Jesucristo en su amor y misericordia por sus agresores, no pidió a Su Padre que descargara toda Su ira sobre ellos, sino que le pidió que les perdonara el crimen que estaban cometiendo, y como si eso no fuese poco, les justificó el crimen que estaban cometiendo, al decir a su Padre que ellos no sabían lo que estaban haciendo.

Pese a todo el dolor, angustia y sufrimiento en aquel madero, en el alma de Jesús no había resentimiento; no había ira, ni deseo alguno de castigo sobre los que le estaban maltratando. En su lugar en su corazón había un profundo amor por ellos, hasta el punto de perdonarles todo lo que le habían hecho. Al igual que Jesús, pese a que sea difícil, debemos tener un corazón amoroso y misericordioso para perdonar a las personas que nos agreden intencionalmente. Una vez que aprendamos a perdonar a nuestros agresores, estaremos en capacidad de aconsejar a otros a que perdonen a quienes los agreden.
May 21, 202403:54
ENEMISTAD POR SEGUIR A CRISTO

ENEMISTAD POR SEGUIR A CRISTO

ENEMISTAD POR SEGUIR A CRISTO

Abandonar los placeres de este mundo o la creencia religiosa de sus familiares y amigos para seguir a Cristo, puede generar alguna clase de problemas o inconvenientes al creyente con los suyos. Puesto que algunas personas no son tolerantes con los que abandonan sus prácticas o creencias religiosas, por seguir otra distinta a la que han venido practicando por años y años. Esta intolerancia hace que los familiares y amigos aislen a los miembros de su familia que han decidido entregar sus vidas a Cristo Jesús. Pero el aislamiento que pueden sufrir los seguidores de Cristo, no es nada de sorprenderse, ya que el Señor mismo lo reveló en una de sus enseñanzas a sus discípulos y a todos sus seguidores: “He venido a poner a un hombre contra su padre, a una hija contra su madre y a una nuera contra su suegra. ¡Sus enemigos serán los miembros de su propia casa!”. Mateo 10:35-36 NTV.

Los conflictos que puedan generarse en una familia por que un miembro de la familia ha decidido seguir a Cristo, no es por que Jesucristo sea el causante de ese conflicto, sino el corazón inconverso de los familiares y amigos, ya que ellos no desean que alguien de su entorno abandone las prácticas y creencias que han venido manteniendo. Con este deseo perverso en sus corazones, los inconversos presentarán una férrea oposición para que el recién convertido a Cristo sea libre de practicar su fe y creencia religiosa que ha optado por seguir. Por ejemplo: Un padre convertido se encontrará con la oposición de su hijo incrédulo; una madre cristiana, con la de su hija inconversa. Una suegra nacida de nuevo será aborrecida por su nuera no regenerada. De la misma manera, las amistades inconversas tratarán de aislar a los que abandonaron sus prácticas pecaminosas por su nueva fe.

Al tomar su cruz y seguir a Jesucristo, las metas, valores, moralidad y propósitos del creyente son irremediablemente diferentes a las de las personas inconversas, razón por la cual se darán desacuerdos con sus familiares y amigos en su forma de pensar y actuar. El creyente en todo momento tratará de agradar a su Señor, en tanto que los inconversos tratarán de agradarse a sí mismo y disfrutar de los placeres que le ofrece este mundo. De modo que a menudo los creyentes tendrán que realizar una elección entre Cristo y sus familiares. Ante esta disyuntiva, los convertidos deberán preferir la salvación y la vida eterna que tienen en Cristo sobre los lazos familiares. El Señor debe tener una absoluta precedencia sobre el padre o la madre, el hijo o la hija, los hermanos o las amistades. Uno de los costos de seguir a Cristo es experimentar tensión, luchas y alienación con su propia familia y amigos. Pese a todo esto, los creyentes deben permanecer firmes en su fe, ya que al final de todo, recibirán la recompensa eterna.
May 20, 202403:54
EL DÍA PARA ADORAR A DIOS

EL DÍA PARA ADORAR A DIOS

EL DÍA PARA ADORAR A DIOS

En un principio, se estableció una sola iglesia con un único fundamento que es Jesucristo, pero con el pasar de los tiempos, la iglesia primitiva se ha ramificado y en el presente, existen un sinfín de ramificaciones de la iglesia cristiana. Cada una de las ramificaciones de la iglesia con un único fundamento que es Cristo, comparten una misma base doctrinal, pero se distinguen las unas de las otras por sus costumbres y tradiciones religiosas propias de cada denominación, las cuales se han acentuado a través de los años de vida de servicio a Dios. Una de estas costumbres o tradiciones , es el día de reunión para adorar y glorificar a Dios.

El día elegido para adorar a Dios, no debería generar ninguna clase de conflicto entre las denominaciones de la iglesia primitiva, por eso, los miembros de cada una de las denominaciones deben estar plenamente convencidos de que el día que se reúnen para adorar y glorificar a Dios, es el día correcto, tal como lo recalca el apóstol Pablo en su carta a los Romanos: “Del mismo modo, algunos piensan que un día es más sagrado que otro, mientras que otros creen que todos los días son iguales. Cada uno debería estar plenamente convencido de que el día que elija es aceptable.” Romanos 14:5 NTV.

Con su ministerio terrenal, el Señor implantó un movimiento religioso que difería en algunos aspectos del judaísmo, pero no se apartaba de la adoración al único Dios verdadero. Tras la partida del Señor al reino de su amoroso Padre eterno, el movimiento que Él estableció fue creciendo, gracias a la predica de sus apóstoles y todos los hombres y mujeres que creyeron y aceptaron el mensaje de salvación y vida eterna. Mientras crecía la iglesia primitiva, surgieron una diferencia de opiniones entre los miembros de este movimiento religioso. Algunos judíos que habían aceptado el mensaje de Jesucristo, seguían considerando que se debería guardar el sábado como lo demandaba la ley Mosaica.

Pero otro grupo de creyentes no compartía estos escrúpulos judaicos. Consideraban iguales todos los días. No contemplaban seis días como seculares y uno como sagrado. Para ellos, todos los días eran sagrados. Ante esta diferencia de opiniones, el apóstol Pablo exhorta a cada creyente para que esté convencido en lo que cree. Si para unos, solo un día es sagrado que así sea, y si para otros, todos los días son sagrados que así sea. Que por esta diferencia de creencia, no exista disputa entre los creyentes, sino que cada uno honre y glorifique a Dios en el día o en los días que eligió para hacerlo. Conforme a la exhortación del apóstol, cada uno debemos seguir los dictados de nuestra conciencia en asuntos que no sean objeto de prohibiciones o mandatos directos en las Escrituras.
May 17, 202403:54
Una sombra sanadora

Una sombra sanadora

Una sombra sanadora

Cada uno de los seguidores de Cristo proyecta una sombra, inevitablemente influenciando las vidas de aquellos con quienes mantienen una relación de amistad o contacto. Esta influencia no debe ser para mal, sino para bien. Los creyentes deben influenciar a las personas inconversas para que conozcan el poder de Jesucristo para restaurar sus vidas. Esta influencia positiva en el corazón de los hombres perversos y pecadores, solo resultará si los siervos de Dios trabajan arduamente proclamando las Buenas Nuevas de salvación en todo momento y en todo lugar, tal como lo hicieron los discípulos de Jesucristo tras la partida de su Señor y Maestro de este mundo. “Como resultado del trabajo de los apóstoles, la gente sacaba a los enfermos a las calles en camas y camillas para que la sombra de Pedro cayera sobre algunos de ellos cuando él pasaba.” Hechos 5:15 NTV.

Tras la partida de Jesucristo de este mundo al reino de su amoroso Padre celestial, los discípulos de Cristo y casi toda la iglesia primitiva no se quedaron con los brazos cruzados, sino que llevaron adelante la proclamación de las Buenas Nuevas de salvación a todo el mundo, tal como les había ordenado su Maestro. Con el poder y la autoridad que Jesucristo les había dado, los discípulos no solo compartían el evangelio que da salvación y vida eterna, sino que también realizaban señales milagrosas al igual que su Maestro. Los discípulos restauraban la sanidad de las personas tanto físicas como espirituales y los liberaban del cautiverio en el que habían permanecido por mucho tiempo.

Gracias a la proclamación del evangelio y a las señales milagrosas, los discípulos se habían ganado el aprecio de las personas y de igual manera su confianza, razón por la cual, cuando los habitantes de los pueblos y aldeas alrededor de Jerusalén escuchaban que los discípulos iban a pasar por sus pueblos y aldeas, sacaban a sus enfermos a las calles de la ciudad en camas y camillas para que los discípulos los sanen. La confianza en ellos era tal que creían de todo corazón, que hasta la sombra de alguno de ellos como Pedro, podría sanar sus enfermedades y dolencias. La Sagrada Escritura no recalca que la sombra de Pedro haya sanado a alguien. Sino que las personas de verdad creían que estos varones de Dios tenían un poder divino otorgado por Dios para sanar y que este podía extenderse a ellos incluso a través de su sombra. De hecho, el poder de Dios para sanar a través de los discípulos iba mucho más lejos que sus propias sombras, ya que Dios no está atado para actuar solo de una manera para que el poder de su evangelio sea aceptado por los hombres. Dios puede actuar de distintas maneras para cumplir su plan y salvar a la corona de toda su creación.
May 16, 202403:54
CONFIAR EN DIOS

CONFIAR EN DIOS

CONFIAR EN DIOS

La fe y la confianza en el Unigénito Hijo de Dios, no viene por una operación milagrosa, ni por sueños o visiones, ni tampoco por fuentes humanas. La única manera de confiar en Jesucristo y entregar sus vidas a Él, es mediante el oír las Buenas Noticias de salvación que son predicadas por los siervos de Dios alrededor del mundo. Por eso, toda persona que no tenga la oportunidad de escuchar este mensaje, difícilmente llegará a confiar en Cristo y alcanzar la salvación para su alma. Esta única manera de que el hombre pueda confiar en Dios lo recalca el apóstol Pablo en su carta a los Romanos. "Así que las personas llegan a confiar en Dios cuando oyen el mensaje acerca de Jesucristo." Romanos 10:17 TLA.

Si el evangelio de Cristo no es predicado, difícilmente las personas inconversas llegarán a conocer a Cristo y entregar sus vidas a Él, por eso es necesario que los que ya han escuchado este mensaje y confían plenamente en Él, compartan el evangelio a todas las personas que les rodean para que ellos también puedan confiar en Cristo. Los redimidos por la preciosa sangre del Unigénito Hijo de Dios, deben enseñar al mundo inconverso la salvación que pueden hallar si confían en Cristo y entregan sus vidas a Él. El evangelio es dado no sólo para ser conocido y creído, sino para ser obedecido. No es un sistema de nociones, sino una regla de conducta. El comienzo, el desarrollo y el poder de la fe vienen por oír, pero sólo el oír la palabra, porque la Palabra de Dios fortalecerá la fe.

Para que los hombres inconversos confíen plenamente en Cristo, no basta con que oigan el evangelio que es predicado, es necesario que ellos escuchen con el corazón y tengan la mente abierta para aceptar la verdad del evangelio. Por eso la tarea de los que comparten el evangelio no termina con proclamar las Buenas Nuevas de salvación a los hombres, sino que es el inicio para que sigan adelante enseñándoles a acercarse a Cristo, a permanecer en su amor y a confiar plenamente en su seguridad de salvación.

Las personas inconversas por sí solas no llegarán a conocer a Cristo, por eso es indispensable que nosotros que ya hemos alcanzado la salvación y la vida eterna, compartamos el evangelio que transformó nuestras vidas, para que ellos también puedan ser transformados por el poder del evangelio, lleguen al conocimiento de Cristo y a confiar en Él, por eso debemos predicar el evangelio a tiempo y fuera de tiempo, para que ellos tengan la posibilidad de oír el evangelio, y el Espíritu Santo actúe en sus vidas para que la palabra que prediquemos ingrese a las profundidades de su ser y de frutos para que empiecen a confiar en Cristo y entreguen sus vidas a Él. Una vez que la palabra de Dios es predicada al hombre, el Espíritu Santo usualmente despierta una respuesta de fe a la Palabra de Dios escuchada, y es la confiabilidad de esta Palabra la que hace descansar la confianza del hombre en Dios.
May 15, 202403:54
CAMBIO DE VIDA

CAMBIO DE VIDA

CAMBIO DE VIDA

Las personas que han aceptado a Jesucristo como su Señor y Salvador en su corazón, no deben seguir llevando la misma vida que llevaban antes de su conversión, sino que deben empezar a llevar una vida que sea diferente a la de las personas que todavía no han sido alcanzadas por el poder del evangelio de Cristo. Los redimidos por la sangre de Cristo deben tener un cambio de vida radical que honre y glorifique a Dios, tal como la tuvo Zaqueo tras su encuentro personal con Cristo Jesús. “Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo: Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más.” Lucas 19:8 NTV.

Zaqueo era un cobrador de impuestos y hasta antes de conocer a Jesucristo, se había enriquecido cobrando impuestos con sobre precio y estafando a los pobres todo lo que había podido, pero tan pronto como él hubo abierto su corazón al Unigénito Hijo de Dios, un instinto divino llegó a su ser, el cual le reveló que su vida necesitaba ser enderezada. Por eso, una vez que Cristo entró a su corazón, reconoció su falta delante del Señor y le prometió que daría la mitad de su riqueza a las personas más pobres y necesitadas de la sociedad judía, y no solo eso, sino que también prometió que devolvería cuatro veces más de lo que había estafado cobrándoles impuestos a sus compatriotas.

Con su vida restaurada gracias al amor y la misericordia de Dios, Zaqueo decidió dejar atrás su pasado de pecado, y ahora iba a vivir la nueva vida en su Señor y Salvador. En su nueva vida, llevaría una conducta recta, y usaría sus recursos para la honra y gloria de Dios, bendiciendo a los más pobres. Mediante estas acciones externas Zaqueo demostró el cambio interno que experimentó al encontrar la salvación y la vida eterna. El encuentro verdadero con el Señor, produce cambios internos en la vida del creyente y generalmente se manifiestan en acciones externas. Por eso, toda persona que haya tenido ese encuentro personal con el Señor, abandonará su vida pasada de pecado y vivirá en conformidad a la voluntad de Su Señor y Salvador. Pero los que no hayan tenido un verdadero encuentro con Jesucristo, tras su confesión, seguirán viviendo en sus vidas de pecado, satisfaciendo a los deseos de su vieja naturaleza.

Usted que ha tenido un encuentro personal con el Señor, ¿Cómo está llevando su vida? ¿Acaso ya ha manifestado un cambio interno o sigue viviendo al igual que sin Cristo?, ¿Traduce su fe en Cristo en acciones? ¿Qué cambios necesita hacer en su vida para vivir en conformidad a la voluntad de su Salvador? Responder honestamente a estas preguntas nos ayudará a reconocer si hemos tenido un verdadero encuentro con el Señor, o solo hicimos nuestra oración de fe por emoción, más no por convicción.
May 14, 202403:54
PAZ EN TIEMPO DE AFLICCIÓN

PAZ EN TIEMPO DE AFLICCIÓN

PAZ EN TIEMPO DE AFLICCIÓN

En su camino a la salvación y a la vida eterna, los seguidores de Jesucristo deberán sortear un sinfín de obstáculos que les pondrá el enemigo de Dios, para que no lleguen a su meta final. Estos obstáculos no deben sorprender a los creyentes, ya que el Señor mismo antes de entregar su vida en la cruz del calvario, resucitar y partir a la presencia de Dios Padre, ya puso por sobre aviso que todos los que aceptaran su mensaje de salvación y vida eterna, serían odiados por el mundo y tendrían un sinfín de obstáculos que deberían superar para llegar a su morada celestial. Estas palabras de sobre aviso que dio Jesucristo a sus discípulos, fueron registradas por el apóstol Juan : “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” Juan 16:33 NTV.

El Señor no ocultó nada a sus discípulos, sino que paulatinamente les fue revelando todas las cosas que el Padre eterno le había revelado a Él. Por eso, por Su inmenso amor a todos sus discípulos, no solo les reveló las maravillosas promesas que Dios tenía preparado para ellos, y para todos los que en un futuro aceptaran Su mensaje de salvación. Sino que también les reveló las aflicciones que tendrían que afrontar por seguirle y obedecerle fielmente. Esto lo hizo para que todos sus seguidores estén preparados para afrontar las adversidades que les iba a sobrevenir en sus vidas. El Señor no solo les puso por sobre aviso, sino que también les dio palabras de aliento para que sean fuertes y tomaran ánimo para que puedan vencer cada una de las adversidades que llegaran a sus vidas.

El Señor también confortó a sus discípulos dándoles a conocer que los sufrimientos que ellos iban a padecer por causa del evangelio, Él ya los había padecido y vencido completamente. Con estas palabras de su victoria sobre el mundo pecador, trató de alentarlos para que no se angustien en tiempos de tribulación, sino que permanecieran en completa paz. Teniendo la certeza de que ellos al igual que su Señor, vencerían las adversidades que pudieran llegar a sus vidas. La paz que anhelaba Jesucristo que tuvieran sus siervos en tiempos de aflicción, tristeza y dolor, no se trataba de cualquier clase de paz, ni como el mundo la da, sino la paz que produce la íntima comunión con Él. Jesucristo venció la maldad de este mundo en la cruz del calvario, y esta victoria es trasmitida a todos los que confíen en Él y lo reciban como su Señor y Salvador. Por eso todos los que hemos recibido el mensaje de la cruz, debemos vivir en paz, pese a las adversidades que lleguen a nuestras vidas, ya que el Señor nos ayudará a sobrellevar y a vencer las adversidades.
May 13, 202403:54
DIOS CUIDA DE SUS HIJOS

DIOS CUIDA DE SUS HIJOS

DIOS CUIDA DE SUS HIJOS

Es inútil que los seguidores de Cristo se preocupen por las adversidades que llegan a sus vidas; ya que hasta el día de hoy, las preocupaciones no han logrado resolver jamás ningún problema, más bien, solo han logrado afectar aún más el estado emocional de las personas que las padecen a causa de sus situaciones adversas. Por eso, ante cualquier adversidad que sobrevenga a la vida de los creyentes, en lugar de inquietarse tanto, mejor deben poner todas sus inquietudes en las manos poderosas de Jesucristo, ya que Él está dispuesto a llevar todas las cargas de sus siervos, sin importar cuan pesadas puedan ser estas. Pues el anhelo de Cristo Jesús, es que todos sus siervos puedan llevar una vida libre de preocupaciones pese a las situaciones adversas que puedan estar sobrellevando.

En la vida de los seguidores de Jesucristo, afligirse por las situaciones adversas como las enfermedades, el dolor y necesidades del día a día son innecesarias; debido a que tenemos un enorme privilegio de echar todas nuestras preocupaciones en las manos poderosas de nuestro Señor, ya que Él siempre está dispuesto a llevar la carga de todos sus seguidores. El Unigénito Hijo de Dios, tiene el poder más que suficiente para liberar a sus siervos de todas sus cargas, razón por la cual confiadamente podemos entregarlas en sus manos, sabiendo de antemano que estamos bajo su cuidado y protección cada instante de nuestras vidas. Esta seguridad que podemos tener en Jesucristo nos da a conocer el apóstol Pedro: “Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.” 1 Pedro 5:7 TLA.

Pese a conocer la promesa de que el Hijo de Dios, llevaría las cagas de todos sus seguidores, para nosotros como sus siervos, es difícil llevar una vida libre de angustias y preocupaciones, esto se debe a que nosotros no hemos logrado confiar plenamente en las promesas de nuestro Señor. Por eso cuando estamos frente a una situación adversa, nos preocupamos intensamente y tratamos de solucionar por nosotros mismos las situaciones que nos causa angustia, dolor y sufrimiento. Pero si confiáramos plenamente en las palabras de Jesucristo, permaneceríamos tranquilos ante cualquier situación adversa que nos sobrevenga, esperando confiadamente que nuestro Señor y Salvador , pronto nos ayudará a salir airosos de las situaciones para nada agradables que sobrevienen a nuestras vidas. Por eso, de hoy en adelante, ante cualquier situación adversa que sobrevenga a nuestras vidas, no nos preocupemos, más bien, acerquémonos confiadamente al Señor, y pongamos todas nuestras cargas en sus manos, teniendo la completa certeza de que Él las llevará, aliviará nuestra alma y nos dará la tranquilidad que tanto podríamos anhelar.
May 09, 202403:54
AMISTAD VERDADERA

AMISTAD VERDADERA

AMISTAD VERDADERA

Los seres humanos fueron creados para que vivan en una estrecha relación los unos con los otros y establezcan lazos de amistad. Cuando se establece una amistad, el tiempo que perdure esta dependerá de qué tan fuerte hayan establecido los lazos que los une. Si el lazo que los une no es tan fuerte, fácilmente se romperá la amistad al mínimo obstáculo y cado uno se irá por su lado. Pero si el lazo que han logrado construir es demasiado fuerte, ninguna adversidad u obstáculo lo podrá romper fácilmente, y esa amistad perdurará por mucho tiempo. Esos amigos serán más que unos hermanos, tal como lo recalca el sabio escritor de este Proverbio: “Algunas amistades se rompen fácilmente, pero hay amigos más fieles que un hermano.” Proverbios 18:24 DHH.

Todos sin excepción necesitamos amigos que estén cerca de nosotros, que nos escuchen, se preocupen y nos brinden su ayuda oportuna cuando más lo necesitamos, ya sea en los tiempos buenos o en los tiempos malos. Si logramos encontrar un amigo así, será mejor que tener un centenar de conocidos superficiales que nunca estarán cuando más los necesitemos. El verdadero amigo no solo estará para solaparnos y elogiarnos por nuestros logros y todo lo que sea digno de alabanza, sino que también estará ahí para aconsejarnos y exhortarnos cuando estemos obrando mal. También serán francos y sinceros para señalar áreas que necesitemos mejorar en nuestra vida. El amigo fiel y verdadero pese a que se mude lejos, se mantendrá en contacto a través de los años, compartiendo nuestros logros, alegrías y tristezas.

Todos anhelamos encontrar un amigo fiel y verdadero, pero en lugar de desear encontrar uno así, es mejor que nosotros procuremos ser uno de ellos. Nosotros debemos tratar de ser los mejores amigos que puedan encontrar las personas, reflejando en nuestra relación con ellos, la vida de Cristo Jesús, quien es nuestro modelo de amigo fiel y verdadero. El Señor nos demostró ser un amigo fiel y verdadero, por eso pese a nuestros errores nos amó profundamente, y en esa fidelidad de amistad entregó su vida en la cruz del calvario para que nosotros podamos alcanzar el perdón a nuestros pecados y la oportunidad de que vivamos eternamente en el reino de los cielos. Nosotros no podemos dar nuestra vida por nuestros amigos al igual que lo hizo Jesucristo por nosotros, pero sí podemos ser fieles, honestos y sinceros con ellos, estar ahí para escucharlos, consolarlos y alentarlos en tiempos de tristezas y adversidades. Estar para celebrar sus triunfos, logros y victorias, así como para aconsejarlos, exhortalos y señalar áreas de sus vidas que necesiten mejorar. Sobre todo, debemos estar ahí para ayudarlos a que lleven una vida en conformidad a la voluntad de Cristo Jesús.
May 08, 202403:54
EL JUICIO VENIDERO

EL JUICIO VENIDERO

EL JUICIO VENIDERO

Cuando sabemos que hemos desobedecidoa las órdenes de nuestros padres, o hemos faltado a las reglas de nuestros centros educativos, puestos de trabajo, o hemos quebrantado alguna ley de nuestra nación, sabemos que en algún momento seremos corregidos, disciplinados, o sentenciados por nuestras acciones. Este conocimiento del castigo eminente invade de temor nuestro corazón, y viene un profundo deseo, de que el día de nuestro castigo jamás llegue, pues por lo general, los castigos pueden ser severos y dolorosos. Al igual que las faltas que cometemos en contra de los hombres tiene castigo, las faltas que cometemos contra la voluntad de Dios también tiene castigo. Este castigo será ejecutado en el final de los tiempos, cuando finalmente Dios juzgue a todo el mundo por sus acciones, tal como nos da a conocer el apóstol Juan: “Si en verdad amamos a los hermanos, y si vivimos como Jesucristo vivió en este mundo, no tendremos por qué tener miedo cuando Jesús venga para juzgar a todo el mundo.” 1 Juan 4:17 TLA.

El juicio eminente de Dios sobre este mundo, causa pánico en el corazón de algunas personas, pues ven a Dios como el Juez, el Rey, el Legislador, el que castigará sin ninguna clase de compasión y misericordia a los que no caminan en conformidad a su voluntad. El juicio de Dios es eminente, y por su puesto puede causar pánico en nuestro corazón el hecho de pensar que un día estaremos en su presencia para rendir cuenta de nuestras acciones. Pero una vez que conocemos la verdadera naturaleza de Dios, su tierno amor por nosotros, absorbe cualquier temor que pueda haber en nuestro corazón, pues por ese amor envió a su amado Hijo para que entregara su vida y así no tengamos temor del juicio que ejecutará en el final de los tiempos. El amor de Dios en nuestra vida, solo se manifiesta cuando aceptamos a Jesucristo y empezamos a llevar una vida similar a la que Él llevó cuando estuvo en este mundo.

Una vida similar a Cristo se manifestará cuando amemos profundamente a nuestro prójimo, y a Dios con todo nuestro corazón y le obedezcamos fielmente de la misma manera que su amado Hijo le obedeció. Con Dios en nosotros por medio de Cristo, no tenemos razón para temer aquel día cuando finalmente Dios ejecutará su juicio sobre este mundo pecador, porque al aceptar el sacrificio realizado por nuestro Señor, fuimos liberados definitivamente del castigo eterno que nos esperaba por nuestras acciones pecaminosas. Por el contrario, debemos mirar hacia adelante, al día del juicio, porque significará el fin del pecado, y el comienzo de la relación cara a cara con nuestro amado Señor y Salvador Cristo Jesús en su reino eterno.
May 07, 202403:54
EL SEÑOR NOS ESCOGIÓ

EL SEÑOR NOS ESCOGIÓ

EL SEÑOR NOS ESCOGIÓ

El mundo inconverso no entiende la alegría que manifiestan los creyentes al momento de asistir a una iglesia para alabar y glorificar el santo nombre de su Señor y Salvador. Pues la alegría y el regocijo de los creyentes no es para menos, ya que comprenden que fueron rescatados de la condenación eterna y elegidos para que puedan vivir eternamente en el reino de los cielos. El mismo regocijo que tienen los creyentes en la actualidad, también lo tuvo el rey David, y no se quedó quieto, sino que lo exteriorizó por medio de la danza y el sonar de los instrumentos musicales, para que de esta manera todos los que se encontraban a su alrededor notaran que estaba sumamente alegre gracias al Señor. “David le replicó a Mical: ¡Estaba danzando delante del SEÑOR, quien me eligió por encima de tu padre y de su familia! Él me designó como el líder de Israel, el pueblo del SEÑOR, y de este modo celebro delante de él.” 2 Samuel 6:21 NTV.

Al igual que Mical, los inconversos no comprenden la alegría que invade la vida de las personas que reconocen que fueron elegidos por el único Dios verdadero. David antes de ser elegido para que sea rey de una nación, era un joven pastor de ovejas y músico , pero gracias a la bondad de Dios, ahora era el gobernante de toda una nación, si eso no era motivo para celebrar, qué otro motivo podía haber que fuera más grande y digno de celebrarse, con toda la algarabía tal como lo celebró David. Al igual que el monarca del pueblo hebreo tuvo un motivo para celebrar, los redimidos por la Sangre del Cordero, tienen un motivo mucho más grande para festejar, ellos fueron liberados de la condenación eterna y no solo eso, sino que también van a ser coherederos conjuntamente con Jesucristo y gobernarán toda la creación.

Sin duda, la salvación y la vida eterna que han alcanzado los redimidos son dignos de celebrarse con algarabía. Pero no todos los creyentes manifiestan su regocijo por la salvación que han alcanzado, por eso cuando asisten a los cultos, muchos creyentes tienen los rostros como que están en un velorio y no en una celebración para dar gracias a Dios por todas las bendiciones que han recibido. Debe haber alegría en la casa de Dios, pero esto no debe irse a un extremo donde la adoración a Dios se convierte en un circo, en el cual cada uno de los participantes gritan, saltan y giran por su lado. El culto a Dios debe ser alegre, pero también armónico, pues es un tiempo de comunión entre hermanos para rendir adoración al único Dios verdadero. La próxima vez que asista a la iglesia, vaya con un corazón alegre dispuesto para alabar y glorificar el santo nombre de Dios por haberlo elegido para rescatarlo de la condenación eterna, pero hágalo de manera armónica, con temor y temblor.
May 06, 202403:54
ÉTICA, MORAL Y FIDELIDAD

ÉTICA, MORAL Y FIDELIDAD

ÉTICA, MORAL Y FIDELIDAD

Cada día que pasa en este mundo, los valores éticos y morales van desapareciendo del corazón de los hombres, y en su lugar los van reemplazando por los deseos perversos de practicar la injusticia y corrupción. Mientras las personas malvadas y perversas van en crecimiento desmesurado, las personas que caminan en rectitud, verdad y justicia van desapareciendo, tanto que son una especie en peligro de extinción. Ante esta disminución acelerada de las personas fieles en este mundo, el salmista extendió su clamor a Dios para que en su amor y misericordia, detenga este descenso acelerado: ¡Auxilio, oh SEÑOR, porque los justos desaparecen con rapidez! ¡Los fieles se han esfumado de la tierra! Salmos 12:1 NTV.

El corazón del hombre es perverso, por eso pese a que haya sido instruido en los valores éticos y morales en su etapa de niñez, los abandona cuando llega a una edad que puede desenvolverse por sí mismo. Incluso algunos lo abandonan en su propia niñez, ya que aprenden a mentir, tomar cosas ajenas sin pedir y así muchas otras cosas más que van en contra de los valores éticos y morales. Este problema no es solo de las familias que no conocen a Cristo, sino también de las mismas familias que se denominan cristianas, ya que desde la cabeza de la familia no se comportan como verdaderos hijos de Dios.

Si las mismas familias cristianas no se conducen por la práctica de los valores éticos y morales, menos lo harán las familias inconversas. Dios de sus hijos no solo demanda el cumplimiento de los valores éticos y morales establecidos por la sociedad humana, sino también que vivan en completa fidelidad a su prójimo y a Él. Cuando se habla de una persona fiel, se refiere a aquellas personas que son dignas de confianza y seguras. Si hace una promesa, la cumple. Si tiene una responsabilidad, la cumple, si tiene que ser leal, lo es inquebrantablemente. Además, son justas en todos los ámbitos de su vida y repudian la injusticia y la corrupción. Sin duda esta clase de personas son escazas en este mundo, y mucho más que en los tiempos del salmista.

Todos los que hemos sido redimidos por la sangre de Jesucristo, no solo debemos llevar la etiqueta de ser sus seguidores, sino que debemos comportarnos como uno de ellos. Pese a que a la sociedad humana le pueda parecer algo normal no vivir bajo la ética, la moral y la fidelidad, a Dios no le parece. Por eso, aunque los hombres no valoren si vivimos bajo estos preceptos, Dios si lo valora. La recompensa por llevar una vida ejemplar en conformidad a la voluntad de Dios, será en el reino de los cielos. En esa morada eterna, no solo que compartiremos la herencia con Jesucristo, sino también que nuestro amoroso Padre eterno, nos llamará siervos fieles.
May 03, 202403:54
MISERICORDIA Y COMPASIÓN

MISERICORDIA Y COMPASIÓN

MISERICORDIA Y COMPASIÓN

La misericordia y la compasión no es parte de la vida de un gran número de creyentes, por eso cuando uno de sus hermanos de la fe cae en el pecado, se apresuran para juzgarlo y sentenciarlo, actuando de esta manera igual que la mayoría de los líderes religiosos del pueblo judío en los tiempos de Jesucristo. Esta manera de actuar es contraria a la voluntad del Señor para sus siervos, por eso, ante este posible comportamiento erróneo de sus seguidores, el Señor les da la misma exhortación que les dio a los líderes religiosos en el pasado: “Mejor vayan y traten de averiguar lo que Dios quiso decir con estas palabras: “Prefiero que sean compasivos con la gente, y no que me traigan ofrendas”. Yo vine a invitar a los pecadores para que sean mis discípulos, no a los que se creen buenos.” Mateo 9:13 TLA.

Los seguidores de Cristo no son llamados para juzgar a las personas que caminan en el pecado, ni tampoco para juzgar a sus hermanos de la fe. Los creyentes están llamados para llevar a las personas inconversas a los pies de Cristo y a restaurar a sus hermanos que han caído en el pecado sin juzgarlos ni sentenciarlos. Esta es la misericordia y compasión que el Señor espera de todos sus seguidores antes de que lleven una vida religiosa. Pues la religiosidad no obra con compasión ni con misericordia en favor de su prójimo que camina en el pecado. El religioso siente que lleva una vida libre de pecado al cumplir religiosamente con todos los mandatos de Dios, asistiendo fielmente a la iglesia, participando de todas las actividades de la mismas, diezmando y ofrendando con regularidad. Al actuar de esta manera ejemplar, se siente con la autoridad moral para juzgar a los que caminan en el pecado. El Señor antes de que sus seguidores lleven una vida religiosa ejemplar, prefiere que sean misericordiosos y compasivos con los pecadores, de la misma manera que Dios fue misericordioso y compasivo con ellos cuando eran pecadores.

Antes de correr a juzgar a las personas que caminan en el pecado, o a sentenciar a un hermano de la fe que ha recaído, debemos correr para ayudarlos a salir de la situación pecaminosa en la que se encuentra. Con las personas inconversas debemos compartir el amor de Cristo, su poder para perdonar sus pecados, y darle la posibilidad de que tenga una vida eterna en el reino de los cielos. En tanto que con los creyentes que han recaído, ayudarles a que se reconcilien con Dios, mediante el reconocimiento de sus pecados y la necesidad de ser perdonados para seguir en el camino de la salvación y la vida eterna que han encontrado en Cristo Jesús. Todo esto, no con un tono acusador ni sentenciador, sino con el mismo amor que el Señor nos ayudó cuando nosotros nos encontrábamos en esa situación pecaminosa.
May 02, 202403:54
CLARA EXPOSICIÓN DE LA VERDAD

CLARA EXPOSICIÓN DE LA VERDAD

CLARA EXPOSICIÓN DE LA VERDAD

No toda persona que comparte el evangelio de Cristo, está en capacidad de caminar con la frente en alta, sin el temor de que las personas lo tachen de charlatán o mentiroso, o que en algún momento, Dios le llame a su presencia para que le rinda cuentas de sus acciones. Pues los que no predican el evangelio de manera fidedigna, no podrán tener sus conciencias tranquilas, ya que el miedo de ser descubiertos en cualquier momento por torcer el evangelio, estará latente. Pero en contraste a estos hombres perversos que tuercen el evangelio, los que predican las buenas nuevas de salvación de manera fidedigna, podrán estar en paz con Dios y con todos los hombres, tal como lo da a conocer el apóstol Pablo. “Más bien, hemos renunciado a todo lo vergonzoso que se hace a escondidas; no actuamos con engaño ni torcemos la Palabra de Dios. Al contrario, mediante la clara exposición de la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana en la presencia de Dios.” 2 Corintios 4:2 NVI.

El apóstol Pablo al compartir el evangelio de Cristo, lo hizo con temor y temblor, porque el mensaje que compartía, no era un mensaje humano, sino que era el mensaje de Dios para redimir a toda la humanidad pecadora. Por eso en cada oportunidad que se le presentaba, exponía claramente el evangelio sin ninguna clase de tergiversación, ya que no quería engañar a las personas que le escuchaban, además sabía que si torcía el evangelio, no solo tendría que enfrentarse a las personas que lo descubran, sino que también tendría que enfrentarse a Dios cuando le llamare a su presencia. Aunque muchos falsos maestros de la Biblia no lo consideren, Dios está atento a todos los que comparten su Palabra, y en el final de los tiempos, todos los que hayan torcido el evangelio para agradar a la audiencia o para satisfacer sus propios intereses, tendrán que rendirle cuentas.

Los predicadores, maestros, evangelistas, misioneros o cualquier otra persona que hable acerca de las buenas nuevas de salvación de Cristo, deben recordar que se hallan en la presencia de Dios, y nada de lo que hablen acerca del evangelio le es oculto. Por eso toda aquel que comparta el mensaje de Cristo, debe tener cuidado de no distorsionar el verdadero mensaje de la salvación, pues si lo hacen, tarde o temprano tendrán que rendir cuentas a Dios. Si son hallados culpables de torcer el evangelio, serán condenados por hacer tropezar a las personas y dirigirlos a la perdición de sus almas. Para no cometer errores al momento de compartir el evangelio, debemos pedir a Dios que nos de la sabiduría necesaria para comprender claramente las Escrituras, y así nuestra exposición también sea clara de la verdad a toda nuestra audiencia. De esta manera podremos caminar con la frente en alto y sin ninguna clase de temor.
May 01, 202403:54
FALSOS PROFETAS

FALSOS PROFETAS

FALSOS PROFETAS

Debido al desconocimiento profundo de la Palabra de Dios, fácilmente podemos ser atraídos por las palabras de personas inescrupulosas que afirman ser siervos de Dios. Ya que estos falsos maestros para atraer la atención de los hijos de Dios, astutamente utilizan pasajes de las Escrituras, pero una vez que ya han cautivado a su audiencia, sutilmente tuercen los pasajes Bíblicos para sus propios intereses. Incluso afirman tener nuevas revelaciones de parte de Dios, las cuales por supuesto no se encuentran registradas en las páginas de las Sagradas Escrituras. Para que no caigamos en la trama de estos perversos hombres, el apóstol Juan nos da la siguiente recomendación: “Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas.” 1 Juan 4:1 MTV.

Es evidente que vivimos en una época donde las sectas y movimientos religiosos se multiplican con asombrosa rapidez. En realidad, ninguna de estas sectas y movimientos que surgen en la actualidad, no tienen nada de nuevos; ya que son simples variaciones de grupos heréticos que surgieron en los días del Nuevo Testamento. Cuando los discípulos de Jesucristo pregonaban el evangelio que habían recibido de Cristo, ya existían estos grupos heréticos que también pregonaban el evangelio de las buenas nuevas de Cristo, pero con muchísimas variaciones, por no decir que solo tomaban el nombre de Cristo para compartir sus propias creencias religiosas, tal como ocurren con estas nuevas sectas y movimientos religiosos. La mayoría de estos grupos que están surgiendo, se denominan ser parte de la iglesia cristiana, incluso algunos de ellos, utiliza las Escrituras para sus enseñanzas, pero cuando se les analiza profundamente, muchas de ellas no tienen nada de Cristo, pues tuercen las Escrituras conforme a los intereses del que está a la cabeza del grupo religioso.

Ante este peligro evidente que ataca a la iglesia de Cristo, el apóstol Pablo exhorta a todos los redimidos para que no acepten fácilmente las enseñanzas que comparten los maestros, pastores y líderes religiosos, sin antes ponerlos a prueba, y de esta manera sepan si realmente ellos son verdaderos siervos de Dios, y tienen al Espíritu Santo que los dirige para que compartan las Sagradas Escrituras. La manera más eficiente que tiene los creyentes de comprobar si tal predicador es un verdadero siervo de Dios, es confrontando sus prédicas con las enseñanzas de toda la Escritura. Si algo de lo que enseñan no concuerda con las enseñanzas de toda la Biblia, sin duda se trata de un falso maestro que está al servicio del maligno.
Apr 30, 202403:54
DIOS SIEMPRE ESTÁ PENDIENTE

DIOS SIEMPRE ESTÁ PENDIENTE

DIOS SIEMPRE ESTÁ PENDIENTE

Cuando las aflicciones llegan a nuestra vida una tras otra; la angustia, el dolor, el sufrimiento y la impotencia de no poder hacer algo para evitar toda esta situación adversa, invaden nuestro corazón. En este estado de desesperación, viene a nuestra mente que a Dios no le interesa para nada nuestras vidas, o que nos desprecia, y que por eso, no hace nada para liberarnos oportunamente de todas estas tragedias. No es que a Dios no le interesa la vida de sus hijos, o que los desprecia, por el contrario, a Él le interesa mucho más de lo que podamos pensar. Dios está pendiente de cada uno de sus hijos, y registra cada una de sus actividades minuciosamente en su libro. Esto justamente nos da a conocer el rey David en uno de sus salmos: “Tú llevas la cuenta de todas mis angustias y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro.” Salmos 56:8 NTV.

A menudo en medio de las aflicciones que sobrevienen a nuestras vidas, tambaleamos en nuestra fe y confianza en Dios, pues sentimos que nos ha abandonado a nuestra suerte. Pero la realidad es que Él nunca nos abandona, ya que Dios siempre está junto a nosotros, aún en nuestra tristeza más profunda, para darnos un abrazo cálido y así reconfortarnos para que sigamos adelante. Aún cuando no lo sintamos, Dios cuenta nuestras vueltas inquietas que damos durante la noche, nuestro girar de un lado a otro quedan registrados en el libro de la vida de sus hijos. Así también conoce la cantidad de cabellos que hay en nuestra cabeza. De la misma manera, nuestro amoroso Padre celestial está consciente de todos nuestros peligros, problemas y sufrimientos, tanto que si derramamos nuestras lágrimas, Él las recoge y las guarda en Su frasco y lo registra.

Ante cualquier situación adversa que venga a nuestra vida, tengamos presente que no somos los primeros ni los últimos que atravesamos por esa situación, pues antes que nosotros, muchos siervos de Dios atravesaron por situaciones similares a las nuestras, y algunas, más graves de las que hayamos padecido o podamos padecer. Hombres como David, los profetas, Jesús, sus discípulos, y muchos creyentes de la iglesia primitiva, pasaron por dolor, angustia y sufrimiento, pero pese a eso, no perdieron la fe y confianza en Dios, pues tenían la certeza que al final de sus vidas en este mundo, llegarían a la presencia de Dios Padre, para morar eternamente con Él, libre de todo sufrimiento, angustia, tristeza y dolor. Por eso, cuando nos sintamos desalentados, tristes y frustrados por las situaciones adversas que se nos sobreviene, no perdamos la fe y confianza en Dios, ni tampoco pensemos que a Él no le interesa la situación que estemos viviendo, pues a Él le importa mucho más de lo que podamos pensar.
Apr 29, 202403:54
LA BATALLA ES DE DIOS

LA BATALLA ES DE DIOS

LA BATALLA ES DE DIOS

Todas las personas que aceptan a Jesucristo como su Señor y Salvador, pasan a ser miembros de Su ejército para llevar el evangelio de la salvación a todas las personas que caminan a su condenación. En esta tarea como soldados de Cristo, tendrán que estar listos y preparados para ser atacados por el enemigo de Dios que no quiere que el evangelio de Cristo, alcance el corazón de las personas que están bajo su cautividad. Por eso cuanto más valientemente declaren la verdad del evangelio de la cruz, y más certeramente reflejen la vida de Cristo en sus propias vidas, mucho más se verán sujetos al ataque del enemigo para tratar de frenar sus ministerios. Pero en esta batalla no lucharán solos, ya que tendrán a Dios de su lado, quien luchará por ellos. Dijo: ¡Escuchen habitantes de Judá y de Jerusalén! ¡Escuche, rey Josafat! Esto dice el SEÑOR: “¡No tengan miedo! No se desalienten por este poderoso ejército, porque la batalla no es de ustedes sino de Dios. 2 Crónicas 20:15 NTV.

En nuestro compromiso de compartir el evangelio de la salvación, seguramente seremos atacados por el enemigo de Dios, quien astutamente utilizará a las personas que están bajo su control para que nos ataquen. En nuestro ministerio evangelístico, posiblemente seremos acusados falsamente de agravios no cometidos. Seremos atacados violentamente con chismes, calumnias y murmuraciones mal intencionadas para tratar de destruir nuestro testimonio. Seremos ridiculizados y relegados de los círculos sociales por compartir nuestra fe en el Unigénito Hijo de Dios. En ocasiones esta clase de ataques no vendrán directamente de personas que nunca han aceptado el evangelio, sino de las mismas personas que en algún momento formaron parte de la familia de Dios, pero ahora nuevamente son parte de este mundo perdido.

Ante todos estos posibles ataques que podamos sufrir por compartir el evangelio de nuestro Señor y Salvador, debemos recordar que en esta batalla nunca estaremos solos, ya que esta batalla va a estar liderada por Dios, quien siempre irá delante de nosotros, repeliendo todos los ataques que puedan realizar los enemigos del evangelio, y así, esos ataques no lleguen a lastimarnos. Porque esta batalla no es nuestra, sino del único Dios verdadero, el Creador de todo el universo. Si Dios pelea esta batalla, no debemos tener miedo a los ataques que puedan hacer los enemigos de la cruz. Debemos seguir adelante compartiendo el evangelio de la salvación, para que las mismas personas que nos ataquen, en algún momento puedan encontrar la libertad de su cautividad, alcanzar la salvación y la vida eterna en el reino de los cielos. Seamos los mejores soldados de este ejército liderados por nuestro amado Señor.
Apr 26, 202403:54
ALCANZAR LA PERFECCIÓN

ALCANZAR LA PERFECCIÓN

ALCANZAR LA PERFECCIÓN

Llevar una vida de devoción a Dios, teniendo tiempos de comunión diaria con Él mediante la oración y el estudio de su Palabra, sirviéndole con los dones y talentos que hemos recibido, o participando activamente en las diferentes actividades de la iglesia, y entregando nuestras ofrendas y diezmos regularmente para la obra, no implica que hayamos alcanzado la perfección, porque mientras estemos en este mundo, nunca la alcanzaremos, por más que tratemos de llevar una vida en conformidad a la voluntad de Dios, cumpliendo y obedeciendo su Palabra. Esto se debe a que no podemos despojarnos completamente de nuestra vieja naturaleza que persiste morir tras nuestra conversión a Cristo.

Esta vieja naturaleza, en ocasiones toma el control de nuestras vidas y nos hace pecar. Un único pecado que cometamos, ya nos separa de la perfección que Dios anhela que tengamos todos sus hijos. Mientras estemos en este mundo, cada día debemos luchar por alcanzar esa perfección, tal como luchaba el apóstol Pablo para alcanzarla: “Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo.” Filipenses 3:12 TLA.

El apóstol Pablo pese a llevar una vida de total obediencia a Dios tras su conversión a Cristo, y un fructífero ministerio, no creyó que había alcanzado la perfección. Por eso, hasta el último minuto de su vida en este mundo, luchó para alcanzar la perfección, pues tenía la plena convicción que el Señor le había rescatado de las tinieblas del pecado, y dado la salvación para ello. Al igual que el apóstol Pablo, no debemos considerar que al servir a Dios con los dones y talentos que hemos recibido, o llevando una vida ejemplar como hijos de Dios ya hayamos alcanzado la perfección. La perfección que Dios anhela de todos nosotros, solo la alcanzaremos cuando finalmente nuestros cuerpos sean glorificados por el Señor en su próxima venida para llevarnos al reino de su amoroso Padre celestial.

Pese a que no podamos alcanzar la completa perfección mientras estemos en este mundo, no debe ser una excusa para no tratar de luchar por alcanzarla. Mientras tengamos aliento de vida, debemos luchar por alcanzar la perfección, venciendo a todos los deseos de nuestra vieja naturaleza, manteniendo una estrecha comunión con Dios, y sirviéndole con los dones y talentos que hemos recibido. Cada uno de nosotros fuimos rescatados por Jesucristo para que luchemos por alcanzar la perfección que nuestro amoroso Padre Celestial anhela que tengamos. Solo al mantenernos luchando, nos mantendremos alertas para no ceder a los deseos de nuestra vieja naturaleza pecaminosa.
Apr 25, 202403:54
PRACTIQUEMOS LA PALABRA DE DIOS

PRACTIQUEMOS LA PALABRA DE DIOS

PRACTIQUEMOS LA PALABRA DE DIOS

Desde muy temprana edad, los niños son instruidos por sus padres y por sus maestros en los valores éticos de la moral, pero pese a estas instrucciones, cuando llegan a la edad adulta, muchos se apartan de estas buenas enseñanzas y ponen en práctica todo lo contrario de la ética y la moral. Algo similar sucede con los creyentes. Cuando una persona llega a los pies de Cristo, es instruido en la palabra de Dios para que lleve una adecuada vida cristiana, pero pese a estas instrucciones, un gran número de creyentes no la practican, más bien obvian las instrucciones que han recibido, y siguen practicando las cosas que no le agradan a Dios. Pero todo creyente que escucha atentamente a las instrucciones de la palabra de Dios y las aplica en su diario caminar como hijo de Dios, recibirá las bendiciones del Padre eterno, tal como lo afirmó el Señor a todos sus discípulos: “Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas.” Juan 13:17 NTV.

Todos los hijos anhelan recibir dádivas de sus padres, pero no todos están dispuestos a obedecer por eso, aunque anhelen, no todos serán recompensados, sino solo los hijos que muestren obediencia. Algo similar sucede con nuestro Padre eterno, Dios es eternamente generoso y quiere derramar de sus bendiciones en la vida de sus hijos, pero pese a este deseo, en su justicia no recompensará a los hijos rebeldes que no lleven una vida de obediencia a su Palabra, por lo contrario, en vez de recompensarlos, los disciplinará para que cambien esa rebeldía en obediencia. Porque Dios quiere que todos sus hijos pongan en práctica cada una de sus instrucciones, mandamientos y decretos.

Podemos conocer las Sagradas Escrituras de tapa a tapa, o tener todos los versículos memorizados acerca de la humildad, el desprendimiento, el amor y el servicio a Dios y a nuestro prójimo que nos enseña las Escrituras, pero de nada sirve tener este conocimiento de la Palabra de Dios si no lo ponemos en práctica. El verdadero valor y la verdadera bienaventuranza del conocimiento de la voluntad de Dios, reside en poner en práctica la Palabra de Dios. Si anhelamos agradar a Dios y recibir sus bendiciones, es necesario que apliquemos este conocimiento de las Escrituras en nuestra vida. Debemos vivir como hijos de Dios, en conformidad a Su voluntad, practicando cada una de sus instrucciones. Debemos tener una adecuada relación con nuestro Padre eterno, así como con las personas que nos rodean, mucho más si enseñamos y predicamos la fe cristiana a las personas inconversas. Debemos presentarnos ante el mundo pecador como ejemplos vivientes de la verdad, llevando un adecuado testimonio que honre y glorifique a nuestro amado Padre Celestial.
Apr 24, 202403:54
FINAL DE LOS TIEMPOS

FINAL DE LOS TIEMPOS

FINAL DE LOS TIEMPOS

Ante los diferentes acontecimientos catastróficos naturales que se están dando, así como por la aparición de la nueva epidemia y los conflictos armados entre algunas naciones del mundo, un gran número de creyentes creen que el final de los tiempos anunciado en las Escrituras está muy cerca. Con este sentir, este grupo de creyentes a través de los medios digitales de comunicación, con sus publicaciones que realizan asegurando que el fin del mundo está cerca, están ocasionando que el resto de creyentes que no conocen profundamente las Escrituras se alarmen y pierdan la paz que deben tener como hijos de Dios. Los diferentes acontecimientos que se están generando alrededor del mundo en la actualidad, todavía no son señales que marcan que el fin del mundo está cerca. Esto lo dio a saber el Señor a sus discípulos en el pasado: “Ustedes oirán que en algunos países habrá guerras, y que otros países están a punto de pelearse. Pero no se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.” Mateo 24:6 NTV.

Es un hecho evidente que las catástrofes naturales como los terremotos, maremotos, sunamis, tormentas eléctricas y explosiones volcánicas, así como la aparición de la nueva epidemia, la hambruna generalizada en los países subdesarrollados, el incremento de la violencia en algunos países, y los conflictos armados entre Israel e Irán, entre Rusia y Ucrania; causan temor y preocupación en la población mundial. Pero todos estos acontecimientos que se están generando son una pequeñez, y no el cumplimiento final de las palabras de nuestro Salvador. Pues cuando se acerque el final de los tiempos anunciados por Jesucristo, las catástrofes serán mucho mayor a las que la humanidad se ha enfrentado hasta el día de hoy. Por eso ante lo que estamos viviendo en el presente en nuestros países, no hay por qué alarmarnos, debemos seguir llevando una vida tranquila, por que todavía no estamos viviendo el final de los tiempos. Pero esto no implica que debamos descuidar nuestra relación con Dios.

Es cierto que no estamos viviendo en el final de los tiempos, pero esto no implica que nosotros no podamos dejar de existir en este mundo, puesto que no tenemos nuestra vida comprada, en cualquier momento nuestra vida terrenal puede terminar, y si esto sucede sin que hayamos estado llevando una vida que honre y glorifique a Dios, nuestro destino final pueda ser que no sea el cielo, si no el lugar de tormento eterno. Para no ser sorprendidos, debemos siempre permanecer en la voluntad de Dios, llevando una vida de obediencia a su bendita Palabra. Al llevar una vida así, podemos tener la certeza de que si Dios determina el final de nuestra vida en este mundo, nuestra alma no irá al lugar de tormento, sino al reino de los cielos.
Apr 23, 202403:54
NUESTRA AYUDA AL NECESITADO

NUESTRA AYUDA AL NECESITADO

NUESTRA AYUDA AL NECESITADO

La ayuda a los necesitados es una de las tareas que deben llevar adelante los seguidores de Cristo. En ocasiones, pese a nuestro enorme deseo de extenderles nuestra mano, nos encontramos con la realidad de que no contamos con los recursos económicos suficientes para hacerlo. Pero nuestra ayuda a los necesitados, no necesariamente debe ser con recursos económicos, puede ser diferente, tal como fue la ayuda brindada por el apóstol Pedro a un hombre cojo: “Pero Pedro le dijo: Yo no tengo plata ni oro para ti. Pero te daré lo que tengo. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!.” Hechos 3:6 NTV.

La mayor parte de su tiempo, los discípulos de Cristo se dedicaban a compartir las Buenas Nuevas de salvación, razón por la cual no contaban con recursos económicos suficientes para ayudar a las personas necesitadas. Por eso en cierta ocasión cuando Pedro y Juan iban a entrar al Templo para compartir el evangelio, un hombre que por más de cuarenta años había estado cojo les pidió algunas monedas, el apóstol no le pudo dar lo que el hombre le pidió, pero le dio algo más valioso que el oro, la plata o cualquier otro tesoro valioso. El apóstol Pedro le dio sanidad física en el nombre de Jesús.

El Señor antes de enviar a sus discípulos a compartir el evangelio, les había dado poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios, así como para sanar toda clase de enfermedades. Pedro sin duda tenía ese poder, por eso pudo compartir ese poder con el hombre cojo para que pudiera caminar. El apóstol Pedro no necesitó de recursos económicos para poder satisfacer la necesidad del hombre, sino que pudo hacerlo con el don de sanidad que había recibido de su amado Maestro. Pedro no le dio esa dádiva en su nombre, sino que lo hizo en el nombre del Señor, por que solo al Señor le pertenece el poder, la gloria y el honor por toda la eternidad.

Para poder ayudar a nuestro prójimo, no es necesario que nosotros o nuestra congregación cuente con recursos económicos suficientes. Si está en nuestras posibilidades, les podemos ayudar con recursos económicos, o si no, les podemos ayudar con los dones y talentos que hemos recibido del Espíritu Santo de Dios. Posiblemente algunas personas sin saberlo, pueda que necesiten unas palabras de aliento más que recursos económicos, o sanidad interna, o que oremos por ellos, o que los escuchemos hablar, o simplemente necesitan que alguien les haga compañía. Por eso, siempre debemos estar dispuestos a ayudar a nuestro prójimo, además debemos pedir a Dios que nos muestre la manera en que lo podamos hacer. Cuando brindemos nuestra ayuda, debemos dirigir las miradas a Dios, para que Él sea glorificado por nuestras buenas obras.
Apr 22, 202403:54
Invocar el nombre del Unigénito Hijo de Dios

Invocar el nombre del Unigénito Hijo de Dios

Invocar el nombre del Unigénito Hijo de Dios

La salvación y la vida eterna están disponibles para personas de todas las nacionalidades y etnias del mundo sin ninguna clase de restricciones. Todo esto gracias al sacrificio realizado por Jesucristo en la cruz del calvario. La salvación gratuita que ofrece Jesucristo no requiere de obras personales como muchos líderes religiosos lo creen y lo enseñan a sus adeptos. La salvación se obtiene únicamente al invocar el nombre del Unigénito Hijo de Dios, tal como lo resalta el apóstol Pablo: “Pues todo el que invoque el nombre del SEÑOR será salvo.” Romanos 10:13 NTV.

Antes de la llegada de Jesucristo a este mundo y su sacrificio en el madero, la salvación era exclusivamente para el pueblo judío. Las personas que no eran parte de este pueblo elegido de Dios, si querían alcanzar la salvación, debían adoptar la tradición, costumbre y religión del pueblo escogido. Pero todo esto terminó cuando Jesucristo ofreció su vida en rescate por toda la humanidad pecadora. Ahora la salvación está disponible para todo aquel que invocare el nombre de Jesucristo. Esta expresión familiar del Antiguo Testamento no se refiere a un clamor desesperado dirigido a cualquier deidad, sino al Unigénito Hijo de Dios tal como se ha revelado a sí mismo, una revelación que ahora incluye el reconocimiento de Jesús como Señor y de aquel quien levantó a Jesús de entre los muertos.

Para alcanzar la salvación, las personas tienen que creer que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos tal como lo declara la Escritura. Creer, no solamente que Cristo vivió en el pasado, sino que también que en el presente vive y está sentado a la diestra de Dios Padre. Creer en Jesucristo no como un personaje histórico como muchos otros profetas de las Sagradas Escrituras u hombres valerosos de la historia humana, sino como el Unigénito Hijo de Dios que vino a este mundo para entregar su vida por amor a toda la humanidad. Aparte de creer en Jesucristo, también tienen que declarar con sus voces que Él es el Salvador de sus vidas. Solo así alcanzaran la salvación y la vida eterna en el reino de los cielos.

Las personas pueden tener la seguridad de su salvación si invocan el nombre de Cristo, porque el Señor en su amor y misericordia no negará a nadie la posibilidad de que alcance la salvación si invocan Su nombre de todo corazón. Pero si ese clamor no es sincero ni de todo corazón, el Señor por más de que invoquen Su nombre, no les otorgará el perdón de sus pecados, ni les dará la posibilidad de que vivan eternamente en el reino de los cielos, sino que seguirán bajo la condenación de sus pecados. El creyente que haya invocado de todo corazón el nombre del Unigénito Hijo de Dios, lo reflejará con su vida de obediencia a la Palabra de Dios, y su servicio con los dones y talentos recibidos.
Apr 19, 202403:54
NO NOS AFERREMOS

NO NOS AFERREMOS

NO NOS AFERREMOS

Aferrarse a un título gubernamental o a un cargo en los puestos de trabajo, es propio de los seres humanos, por eso no estarán dispuestos a abandonar con facilidad, sino que lucharán fervientemente para mantenerse en esos cargos. Algo similar también sucede en la vida cristiana, pues algunos creyentes se aferran tanto a los cargos ministeriales que no están dispuestos a que otro creyente pueda ocupar su lugar. Por eso se oponen a cualquier reestructuración de liderazgo dentro de las congregaciones cristianas y ministerios. En contraste a los hombres, Jesucristo no se aferró a Su título y lugar de privilegio que tenía en el reino de los cielos, sino que se despojó en beneficio de toda la humanidad: “Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre,” Filipenses 2:6 NTV.

Antes de Su venida a este mundo, Jesucristo ocupaba un puesto de privilegio junto a Su Padre en el reino de los cielos, compartía Su misma divinidad, autoridad y poder sobre toda la creación. Los ángeles de la corte celestial estaban a su servicio día y noche, porque era Dios mismo sentado en Su santo trono. Pero pese a todos estos privilegios que tenía, cuando vio que la humanidad necesitaba ser redimida de sus pecados que le condenaban a una eternidad de sufrimiento, no se aferró a su posición y privilegio que compartía con Su Padre, y estuvo dispuesto a dejar Su igualdad posicional con Dios y venir a este mundo para redimir a toda la humanidad y rescatarlo de su condenación.

El Señor por Su inmenso amor y misericordia, voluntariamente y en completa humildad renunció momentáneamente a todos sus privilegios divinos, para adoptar un cuerpo y una naturaleza humana para el beneficio de toda la humanidad que se encontraba sumergida en las profundidades del pecado. Jesucristo al encarnarse, no renunció a su deidad para convertirse en humano, sino que dejó a un lado el derecho a su gloria, su poder y su majestad en el reino de los cielos que compartía junto a Su Padre. Al Señor tampoco le importó ser rechazado, menospreciado, afligido y asesinado por los mismos hombres pecadores por quienes abandonaba su divinidad. Su amor y misericordia por la humanidad, prevaleció sobre cualquier título y posición divino en el reino de los cielos. Al igual que Jesucristo, no debemos aferrarnos a los cargos que podamos ostentar en este mundo, ya sea en el ámbito secular y ministerial. Siempre debemos estar dispuestos a dejarlos, si eso beneficia en algo a los que nos rodean. Nuestro corazón debe estar dispuesto siempre a servir a nuestro prójimo.
Apr 18, 202403:54
ALEGREMOS AL ESPÍRITU SANTO

ALEGREMOS AL ESPÍRITU SANTO

ALEGREMOS AL ESPÍRITU SANTO

Uno de los mandamientos más quebrantados por los seguidores de Cristo, es el mandamiento de honrar a sus padres. Pues los hijos constantemente desobedecen y se rebelan contra ellos , provocándoles un profundo dolor en sus corazones. Con esta actitud en vez de honrarlos, los deshonran, acarreando de esta manera condenación para sus vidas. Posiblemente abran muchos hijos que no quebrantan este mandamiento y no les ocasionan dolor a sus padres, pero sí hay a alguien que le provocan dolores constantemente, y es al Espíritu Santo de Dios que mora en cada uno de los redimidos. Ante esta realidad del creyente, el apóstol Pablo nos hace esta exhortación: “No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre serán liberados del pecado.” Efesio 4:30. NTV.

Al ver a nuestros padres podemos saber cuándo ellos están tristes, y si la causa de sus tristezas es nuestro comportamiento inadecuado, podemos acudir a ellos para pedirles perdón y cambiar nuestra actitud. Pero no sucede lo mismo con el Espíritu Santo, pues al no verlo, pasamos por alto si Él está triste a causa de nuestra desobediencia a la voluntad de Dios Padre. Pese a que no le veamos, podemos saber cuándo está triste el Espíritu Santo, y esto lo podemos saber examinando nuestra vida como seguidores de Cristo. Si no estamos llevando una vida de total obediencia a Dios, cumpliendo y obedeciendo su Palabra, podemos tener la certeza de que el Espíritu Santo está triste a causa de nuestra actitud. Para no seguir entristeciéndolo, debemos cambiar nuestra vida, escuchar Su voz y permitirle que dirija nuestra vida, pues Él nos ama profundamente y quiere que llevemos una vida que honre al Padre Eterno.

En nuestra conversión a Cristo, fuimos sellados con el Espíritu Santo para el día de nuestra liberación de la condenación eterna. El sello del Espíritu Santo es nuestra garantía de nuestra salvación total, por eso cuando regrese Jesucristo a este mundo, nos llevará consigo a su reino para que vivamos eternamente con Él, y no seremos condenados con el resto de las personas que jamás lo recibieron como su Señor y Salvador. Por todo lo que hace el Espíritu Santo día tras día por nosotros, en vez de entristecerlo, debemos alegrarlo, y la única manera de hacerlo; es escuchando su voz, permitiéndole que dirija nuestra vida, y llevando una vida de comunión con nuestro amoroso Padre eterno mediante el estudio de Su Palabra, la oración y el servicio en el cuerpo de Su amado Hijo Cristo Jesús , con los diferentes dones y talentos que hemos recibido según el beneplácito de Su Santo Espíritu.
Apr 17, 202403:54
NUESTRA GLORIOSA VIDA ETERNA

NUESTRA GLORIOSA VIDA ETERNA

NUESTRA GLORIOSA VIDA ETERNA

Mientras los seguidores de Cristo sigan viviendo en este mundo, tendrán que seguir afrontando el dolor y el sufrimiento hasta que lleguen a la presencia del Señor. En ocasiones parecerá que los dolores corporales serán más fáciles de sobrellevar que los dolores ocasionados por la traición de los amigos, familiares y cónyuges, o el dolor ocasionado por la muerte prematura de un ser amado, o por la desilusión que viene tras un sueño hecho pedazos. Cada uno de estos dolores físicos o sentimentales que puedan afrontar los creyentes en este mundo, son pasajeros en comparación a su vida eterna con Cristo Jesús en el reino de los cielos. Estas palabras de aliento son dadas por el apóstol Pablo para que los creyentes no desfallezcan en medio de su dolor y sufrimiento. “Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.” Romanos 8:18 TLA.

El apóstol Pablo con estas palabras para nada trata de minimizar el dolor o el sufrimiento que puedan padecer los seguidores de Cristo, lo que trata de hacer, es de alentarlos para que no se rindan cuando estos padecimientos lleguen a sus vidas, sino que sigan adelante superando todas esas penalidades, teniendo la certeza de que cualquier dolor o sufrimiento que padezca, no serán para siempre, pues en un futuro no tan lejano, estos serán cambiados por dicha y alegría, las cuales sí durarán para siempre, y borrarán todo rastro de tribulación que haya padecido durante su vida terrenal. Cuando los creyentes lleguen a la presencia de Dios Padre, cualquier dolor o sufrimiento de su vida terrenal, no será nada en comparación a las recompensas públicas que recibirán ante las huestes celestiales que moran en el reino de los cielos.

En el reino de Dios, hasta el más crudo dolor que puedan padecer los creyentes en este mundo, parecerán meros alfilerazos cuando finalmente su Señor y Salvador corone sus frentes con la corona de la vida. La seguridad de la maravillosa herencia que tiene nuestro amoroso Padre Eterno, debe alentarnos a no dejarnos vencer del dolor o el sufrimiento que lleguen a nuestras vidas. Debemos tratar de superar toda aflicción de esta vida terrenal, y caminar firmes en el camino que nos lleva a nuestra morada eterna. En esa morada futura, donde nos espera con los brazos abiertos nuestro amoroso Padre Eterno para darnos una maravillosa herencia, la cual compartiremos con su amado Hijo Cristo Jesús. Con esta maravillosa esperanza, esperemos con impaciencia a que nuestro Señor y Salvador, regrese por nosotros a llevarnos a su reino para que moremos eternamente junto a Él.
Apr 16, 202403:54
NADIE HA VISTO JAMÁS A DIOS

NADIE HA VISTO JAMÁS A DIOS

NADIE HA VISTO JAMÁS A DIOS

En el presente se puede ver y escuchar testimonios de personas que afirman haber visto a Dios Padre y conversado con Él. Mucho de estos testimonios son de personas que han estado en una situación crítica de salud, o en coma. Pero también hay personas que afirman haber visto a Dios Padre en un éxtasis de espiritualidad. Estos testimonios no son reales, ya que nadie puede ver a Dios Padre, sin antes haber sido transformados a Su misma gloria. Esta transformación solo se dará una vez que Jesucristo regrese a este mundo para llevar a sus siervos al reino de los cielos. Un hombre con un cuerpo y su ser no glorificado, jamás podrá estar en la presencia de Dios Padre y verle cara a cara, por eso hasta el momento el único que ha visto a Dios Padre en todo su esplendor es el Hijo, tal como lo afirma el apóstol Juan: “Nadie ha visto jamás a Dios. Pero el Hijo, el único, él mismo es Dios y está íntimamente ligado al Padre. Él nos ha revelado a Dios.” Juan 1:18 NTV.

En el periodo del Antiguo Testamento, Dios se comunicó con varias personas como los profetas para darles mensajes específicos, pero no se les manifestó en todo su esplendor, ya que Dios es Espíritu y por ello invisible. No tiene cuerpo y aunque Él se manifestó a los profetas en forma visible como Ángel o como Hombre, estas apariciones no revelaban realmente cómo es Dios. Por eso ninguna persona a excepción de Cristo ha visto a Dios Padre en todo su esplendor. Jesucristo como el Unigénito Hijo de Dios Padre, ha visto a su Padre en todo su esplendor, porque Jesús es la misma esencia o ser que el Padre, engendrado desde la eternidad. Él es el que vive en unión íntima con el Padre, por eso tiene una relación íntima, completa y personal con el Padre. Jesucristo al venir a este mundo con un cuerpo encarnado, reveló la naturaleza y la esencia de su Padre, de una forma que podía verse y tocarse. En su amado Hijo, el Padre se hizo hombre y habitó entre los hombres.

Aun estando aquí en la tierra, Jesús seguía estando en el seno del Padre. Era uno con Dios e igual a Dios. Por eso cuando los hombres veían y oían hablar a Jesús, veían y oían hablar al Padre. En Cristo sentían el amor y la ternura del Padre. Los pensamientos y las actitudes de Dios para con la humanidad han sido plenas y absolutamente dadas a conocer por Jesucristo. Por eso no hay otra manera de conocer a Dios sino por medio de Jesucristo, el Verbo. Todo aquel que quiera conocer al Padre, tendrá que aceptar a Su Hijo como su Señor y Salvador, pero con esta declaración de fe, el creyente todavía no verá al Padre en todo su esplendor, sino únicamente cuando sea transformado a su misma gloria, y esto se dará cuando Jesucristo regrese a este mundo para llevar a sus seguidores al reino de su amoroso Padre Celestial.
Apr 15, 202403:54
SANTIFICACIÓN COMPLETA

SANTIFICACIÓN COMPLETA

SANTIFICACIÓN COMPLETA

Es un error creer que en sus fuerzas los creyentes pueden mantener su vida completamente apartadas del pecado, o creer que pueden mantener sus vidas en estrecha comunión con Dios, mediante la oración, el estudio de su Palabra y el servicio con los dones y talentos que han recibido. Los creyentes no pueden hacer nada de esto en sus propias fuerzas, necesitan sí o sí de la ayuda de Dios, porque Él es la fuente de la fuerza, la sabiduría y el poder del creyente para que pueda llevar una vida de santidad, libres de la maldad y el pecado. Para poder mantenerse en santidad, los creyentes deben extender su clamor a Dios, algo similar a la oración ferviente que hizo el apóstol Pablo por los creyentes de la iglesia de Tesalónica: “Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo, y conserve todo su ser - espíritu, alma y cuerpo - irreprochables para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” 1 Tesalonicenses 5:23 NVI.

La santidad o santificación no se obtiene automáticamente tras la conversión a Cristo, es un proceso continuo que llegará a su final cuando el creyente esté finalmente en la presencia de Dios. Por eso mientras no llegue a la presencia del Padre Eterno, el creyente debe perseverar en oración para que Dios le de la fuerza necesaria y así mantenerse libre de las tentaciones y placeres de este mundo. Dios es la fuente de las bendiciones espirituales de sus hijos, por eso es Él único que les puede capacitar para que se mantengan santos en todo su ser, y así cuando Jesucristo regrese a llevarlos a su Reino, los encuentre totalmente libres de toda mancha de pecado.

Es un error pensar que se puede separar la vida espiritual de todo lo demás, obedeciendo a Dios sólo en algunos sentidos etéreos o viviendo para El sólo un día a la semana. El Señor no solo está preocupado de la santidad espiritual de sus seguidores, sino de todo su ser, esto incluye su alma y su cuerpo. El creyente no puede llevar una vida separada de su espíritu, alma y cuerpo mientras esté en este mundo, estos tres aspectos del ser del creyente son inseparables, por eso debe tratar de mantenerse totalmente santo en todo su ser. Porque el espíritu es la vida de su relación con Dios, el alma es su personalidad humana y el cuerpo es por medio del cual actúa y se expresa a sí mismo.

Aunque la vida cristiana demanda un esfuerzo humano, pero en un análisis final, todo depende de Dios mismo que es fiel. Solo por medio de Él los creyentes pueden llevar una vida santa hasta el regreso de Cristo Jesús. Teniendo presente esto, los creyentes deben perseverar en oración, pidiendo a Dios que les mantenga libre de todas las tentaciones de este mundo, y así mismo dándoles el deseo de mantenerse involucrados siempre en las cosas espirituales.
Apr 12, 202403:54
ALABEMOS A DIOS

ALABEMOS A DIOS

ALABEMOS A DIOS

Una victoria sobre los ejércitos enemigos, sin duda causa furor, gozo y alegría entre los habitantes de la nación victoriosa. Esta alegría les mueve a alabar y engrandecer a sus heroicos y valerosos hombres que hicieron posible esta victoria. En especial estas voces de alabanzas son dirigidas al comandante que lideró en la batalla al ejército. Tal como los hombres celebran las heroicas hazañas de sus valerosos hombres en este mundo, en un futuro no tan lejano, en el reino de los cielos, los ángeles y todos los redimidos unánimes celebrarán las hazañas del único Dios verdadero. El apóstol Juan, en una de sus visiones del porvenir, escuchó esta futura celebración de multitudes en el reino de los cielos: “Después de esto, oí las fuertes voces de una gran multitud que decía en el cielo: “¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios. Apocalipsis 19:1 NTV.

En su visión, el apóstol escuchó que estas celebraciones de gozo y alegría de las multitudes en el reino de los cielos, empezaron con un grito de aleluya, la cual sin duda era una palabra muy usual en el vocabulario religioso. Aleluya quiere decir literalmente "Alabad al Señor". Esta es una palabra hebrea, y está formada por el imperativo plural de halal, que quiere decir alabar, y Yah, forma abreviada del nombre de Dios que figura en la mayoría de las traducciones de las Sagradas Escrituras como Yahvé. Esta alabanza de gozo y alegría es en reconocimiento a que la salvación, la gloria y el poder le pertenecen al único Dios verdadero. Al Dios que creó los cielos, la tierra, los mares y todo lo que subsisten en ellos.

Las multitudes alaban a Dios porque ha ejercido Su justo y verdadero juicio sobre la ciudad cuna del pecado y la inmoralidad. Dios es el único ser perfecto para ejercer un juicio justo y verdadero sobre los pecadores, porque solo Él puede escudriñar los pensamientos y deseos íntimos de las personas. Él es el único que tiene un corazón puro y libre de rencores, por eso puede juzgar sin ninguna clase de prejuicios. Y solo Él es el único que tiene la sabiduría para encontrar el juicio correcto, y tiene el poder para aplicarlo. Además, Dios es alabado por las multitudes porque a Él pertenecen la salvación, la gloria y el poder. Las demás deidades adoradas por los hombres inconversos, nunca podrán rescatar a sus fieles de la condenación eterna, porque la salvación de los hombres no les pertenece, ni tampoco tienen la gloria y el poder para hacerlo. La salvación del hombre pecador le pertenece solo a Dios, porque Él es su Creador, y tiene la gloria y el poder para hacerlo. Estos atributos únicos de nuestro Dios, deben movernos a los que hemos alcanzado la redención de nuestros pecados y la salvación, a alabar y bendecir el nombre de nuestro Dios por toda la eternidad.
Apr 11, 202403:54
PERMANEZCAMOS EN NUESTRA SALVACIÓN

PERMANEZCAMOS EN NUESTRA SALVACIÓN

PERMANEZCAMOS EN NUESTRA SALVACIÓN

Los hijos de Dios no están totalmente inmunizados para no ceder a las influencias negativas que puede ejercer el mundo. Por eso en algunas ocasiones, los creyentes ceden con tanta facilidad a las influencias que ejercen sus familiares y amigos inconversos para que se enreden nuevamente en los placeres que ofrece este mundo. Al ceder a estas influencias, corren el peligro de apartarse definitivamente de los caminos del Señor y volver a su vieja naturaleza dominada por el pecado. Todo aquel que vuelve a su vieja naturaleza, queda peor como si nunca hubiese conocido el camino de la salvación y la vida eterna. Este hecho nos da a conocer el apóstol Pedro: “Y cuando la gente escapa de la maldad del mundo por medio de conocer a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, pero luego se enreda y vuelve a quedar esclavizada por el pecado, termina peor que antes.” 2 Pedro 2:20 NTV.

Toda persona que acepta el evangelio de Cristo en su corazón, y reconoce el Señorío de Cristo en su vida, escapa de la condenación de sus pecados y tiene la oportunidad de vivir eternamente en el reino de los cielos. Pero para que todo esto sea algo real, el creyente debe seguir sin desviarse del camino de la salvación, venciendo todas las influencias negativas que pueda ejercer este mundo. Pues si cede a alguna de estas influencias, puede quedarse atrapado en ellas y desviarse del camino que le lleva a su morada eterna. Las personas que abandonen el camino de la salvación por los placeres de este mundo, quedan en una situación peor que antes de haber conocido a Cristo, pues al enredarse nuevamente en los placeres de este mundo, rechazan voluntariamente el único camino que le libera de la condenación eterna, el único camino que le da salvación. Así como el hombre que se hunde en arenas movedizas y que se niega a agarrarse de la soga que se le lanzó, la persona que se aparta de Cristo pone a un lado su única escapatoria de salvación.

Si una persona nunca ha conocido el camino de la verdad del evangelio que le da salvación, no se le puede condenar por no seguirlo; pero, si una persona después de haberlo conocido y transitado por ese camino por algún tiempo, toma la decisión de abandonarlo, y vuelve a los caminos de su vieja naturaleza sin Cristo, peca deliberadamente contra la luz del evangelio. Ha esta persona mejor le hubiera sido no haber conocido nunca la verdad del evangelio, porque el conocimiento del evangelio, se convierte en su propia condenación. Como seguidores de Cristo, nunca debemos olvidarnos de la responsabilidad que conlleva el evangelio de nuestro Señor, pues si lo hacemos, corremos el peligro de abandonarlo, lo cual sería algo trágico para nuestras aspiraciones de vivir en el reino de los cielos.
Apr 10, 202403:54
APOYEMOS A NUESTROS LÍDERES

APOYEMOS A NUESTROS LÍDERES

APOYEMOS A NUESTROS LÍDERES

Estar al frente de un ministerio o de una congregación cristiana, no es una tarea fácil, se requiere de mucho esfuerzo, valentía, paciencia y sabiduría. Pero después de estar muchos años al frente liderando la obra, las fuerzas de los siervos de Dios pueden decaer, debido a que se enfrentan a diversos obstáculos en su vida ministerial que tratan de impedir que sigan adelante con su llamado. En esos momentos es cuando, necesitan un apoyo, una mano que les ayude a sostenerse firmes en su llamado para que sigan adelante liderando la obra encomendada por el Señor. Aarón y Jur fueron dos hombres que apoyaron a Moisés, cuando vieron que la fuerza del siervo de Dios empezó a agotarse: “Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aarón y Jur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol.” Éxodo 17:12 NVI.

El ejército hebreo combatía contra las fuerzas de Amalec. Mientras esa batalla se daba, el líder del pueblo elegido de Dios, observaba cuidadosamente la batalla desde de una cumbre de un collado. Moisés como, el líder del ejército hebreo, no solo observaba la batalla, sino que cumplía una tarea fundamental delegada por Dios para ayudar a su pueblo a obtener la victoria sobre sus enemigos. Su tarea fue tener sus manos levantadas al cielo mientras dure la batalla, por eso cuando sus manos estaban en lo alto, el ejército hebreo, hacía retroceder al ejército de Amalec; pero cuando Moisés bajaba sus manos, el ejército enemigo hacia retroceder a Israel. Moisés no podía sostener sus brazos siempre alzados, pues después de varias horas de sostenerlas, sus fuerzas flaqueaban. Ante el agotamiento de las fuerzas de su líder, Aarón y Jur se pararon junto a Moisés y le ayudaron a sostener sus brazos en alto para asegurar la victoria en contra de Amalec.

Los líderes cristianos al igual que Moisés, se cansan y fatigan después de estar años liderando la obra, superando los diversos obstáculos y adversidades que se puedan presentar en el ministerio. Nosotros como también llamados a ser siervos de Dios, y miembros del cuerpo de Cristo, no debemos quedarnos con los brazos cruzados contemplando como nuestros líderes dan todos sus esfuerzos para que la obra avance. Debemos involucrarnos en la obra antes de que nuestros líderes se cansen, o se quemen por completo por dar todo su esfuerzo. Debemos acercarnos a ellos para brindarles todo nuestro apoyo en la obra, y así facilitar en algo las cargas que puedan estar llevando al frente del ministerio. La obra no es de los que están liderando, sino de nuestro Señor, por eso debemos involucrarnos para llevarlo adelante.
Apr 09, 202403:54
TENEMOS VIDA ETERNA

TENEMOS VIDA ETERNA

TENEMOS VIDA ETERNA

Para un condenado a muerte, recibir la noticia de que existe una posibilidad de que se escape de su condena, sería maravillosa, y con todo su ser anhelaría saber cuál es esa posibilidad de escape. Toda persona sin excepción está bajo condenación a causa de sus pecados, y está sentenciado a un castigo eterno. Esta sentencia no se hará efectiva en este mundo, sino que será efectiva una vez que Jesucristo empiece a gobernar sobre toda la creación por la eternidad. Pero hay una maravillosa noticia para todos los que están bajo esta sentencia. Esta noticia es que existe una posibilidad de escape a esta sentencia, la cual la dio a conocer Jesucristo en una de sus enseñanzas a todos sus seguidores: “Les digo la verdad, todos los que escuchan mi mensaje y creen en Dios, quien me envió, tienen vida eterna. Nunca serán condenados por sus pecados, pues ya han pasado de la muerte a la vida". Juan 5:24.

La sentencia por los pecados es la muerte, pero no la muerte física, sino la muerte espiritual, que es la separación de Dios. Toda persona debido a sus pecados está sentenciado a la muerte espiritual, pero Dios en su amor y misericordia, proveyó a la humanidad la posibilidad de que pueda escaparse de esa condenación, y esa posibilidad es el evangelio de Cristo. Toda persona que anhele escaparse de su sentencia, tendrá que escuchar atentamente el mensaje del evangelio, recibirlo y creerlo de todo corazón. Creer el evangelio es aceptar que Jesucristo es el Unigénito Hijo de Dios, enviado al mundo para liberar a toda la humanidad de la condenación eterna. Una vez que crea en el mensaje del evangelio, tendrá que arrepentirse y confesar sus pecados, y aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador, una vez que lo haga, sus pecados serán borrados por completo y por ende su sentencia de muerte espiritual desvanecerá y será reemplazada por vida eterna en la morada de Dios Padre.

Toda persona que alcance el perdón de sus pecados ya no será condenada ahora ni lo será jamás en el futuro. Porque al creer en el evangelio y recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador, queda libre de todo juicio presente y futuro, debido a que Cristo ya ha pagado la pena por sus pecados pasados, presentes y futuros en la cruz del Calvario. En su Justicia, Dios no exigirá dos veces la paga de una pena que ya fue consumada. Cristo con su muerte en el madero ha pagado como nuestro Sustituto, y esto es suficiente. Él ha consumado la obra, y no se puede añadir nada más. El cristiano jamás será castigado por sus pecados, pues al confiar en Cristo ha pasado de su muerte espiritual a otra vida espiritual, en la cual el Espíritu Santo de Dios ha pasado a morar en el interior del creyente dándole a poseer la vida eterna.
Apr 08, 202403:54
BAUTISMO EN AGUA

BAUTISMO EN AGUA

BAUTISMO EN AGUA

En las iglesias protestantes, un gran número de sus miembros no han dado su paso de fe al bautismo, argumentando que no es necesario para alcanzar la salvación. Otros no han dado este paso, pues piensan que al bautizarse tendrán que comprometerse más con la obra de Dios. Mientras que otros sienten que todavía no están preparados para llevar una vida de santidad en conformidad a la voluntad de Dios, y por eso no han dado su paso al bautismo. En la presencia del Unigénito Hijo de Dios, ningún pretexto que pueda presentar el cristiano para no bautizarse, son valederos, ya que el bautismo es una ordenanza para todos los que reciben Su mensaje de salvación: “El que crea y sea bautizado será salvo. Pero el que se niegue a creer, será condenado.” Marcos 16:16 NTV.

No es el agua del bautismo lo que salva al creyente, sino la gracia de Dios aceptada por la fe en Cristo Jesus. Esta claro que el bautismo no salva, pero es una manifestación externa de la fe interna del corazón del redimido, es decir, el bautismo, es el fruto propio de la fe. Aunque el bautismo no es esencial para alcanzar la salvación, es indispensable como expresión de obediencia a Aquel que entregó Su preciosa vida por amor a toda la humanidad. Además, el bautismo en agua lava los pecados del creyente, de la misma manera, es por el bautismo que el creyente es sepultado juntamente con Cristo para muerte de su vieja naturaleza, y resucitado juntamente con Él en su nueva naturaleza para vivir eternamente.

Para dar este paso del bautismo, la persona primero debe creer y aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador, pero si no cree, no puede ser bautizado por ende será condenado. El no ser bautizado no es lo que condena al hombre, lo que le condena es su pecado, y no aceptar la posibilidad de que sus pecados sean perdonados por Jesucristo. Por eso si la persona no cree que Jesús es el Hijo de Dios, morirá en sus pecados. La fe es el primer paso en el plan de salvación, después de oír el evangelio predicado, el siguiente paso es confesar a Jesucristo como su Señor y Salvador, y el bautismo es el fruto de esa fe y confesión a Cristo. Pero si no cree en Jesucristo, es claro que no va a obedecer los demás pasos o condiciones de la salvación.

La voluntad de Dios es que todos los que hemos confiado en Su amado Hijo como nuestro Señor y Salvador, nos identifiquen públicamente con Él en las aguas del bautismo de los creyentes. Por eso todos los que hemos confiado en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, si todavía no estamos bautizados, no debemos seguir posponiendo nuestro bautismo. Pues mediante el bautismo nos identificamos con Él en Su muerte y resurrección y nos comprometemos públicamente a caminar con Él en nuestra nueva vida.
Apr 05, 202403:54
LIBRES DE TODA ESTIGMATIZACIÓN

LIBRES DE TODA ESTIGMATIZACIÓN

LIBRES DE TODA ESTIGMATIZACIÓN

Uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la familia en la sociedad, es el rol de la madre. Porque la madre al tener un especial y estrecho vínculo con sus hijos, pueden tener una mayor influencia en sus vidas para encaminarlos a llevar una vida recta y justa, con valores de ética y moral intachables, no solo en presencia de los hombres sino también en presencia de Dios. Ante este importante rol de la madre para la sociedad y la iglesia, el apóstol Pablo escribe. “Pero la mujer se salvará si cumple sus deberes como madre, y si con buen juicio se mantiene en la fe, el amor y la santidad.” 1 Timoteo 2:15 DHH.

Al leer este pasaje de la escritura de manera literal, se puede llegar a malas interpretaciones que posiblemente diferirán al verdadero mensaje de la Escritura. El apóstol Pablo no defiende aquí que la salvación eterna de las mujeres, es por cumplir sus deberes como madres, o por embarazarse y tener hijos, porque estas interpretaciones contradicen la enseñanza plena del Nuevo Testamento sobre la salvación solo por gracia por medio de la fe, la cual es mantenida por la eternidad. El apóstol tampoco habla de la salvación del alma de la mujer de la condenación eterna, sino de la salvación de la condenación de los hombres. Pues muchos hombres, entre ellos algunos cristianos, siguen culpando a la mujer de ser la causante de introducir el pecado y la ira de Dios en sus vidas.

Ante esta condenación por parte de los hombres, el apóstol Pablo afirma que las mujeres serán liberadas de esta estigmatización, al levantar una generación de hijos que lleven una vida en conformidad a la palabra de Dios. Ya que si las nuevas generaciones caminan en la voluntad de Dios, libres de toda maldad y pecado, ya no tendrán razones para culpar a las mujeres, por ende, serán liberadas de toda estigmatización por parte de los hombres. El apóstol también añade que para que esto sea totalmente real, la mujer deberá tener un buen juicio, mantenerse firme en su fe, amor y santidad.

Estas palabras del apóstol Pablo son en términos generales, por lo cual no significa que sea una regla general para todas las mujeres. Ya que habrá muchas mujeres que no tengan el privilegio de ser madres y educar a un hijo en amor y obediencia a la palabra de Dios, ya sea por su infertilidad o porque no llegaron a casarse. Las mujeres que no tuvieron el privilegio de ser madres, también serán liberadas de la estigmatización que las condenan, gracias a las mujeres que si tuvieron ese enorme privilegio de ser madres, e inculcaron a sus hijos en los caminos del Señor. Además, las mujeres que no llegaron a tener hijos, ni a casarse, serán libres de cualquier condena por parte de los hombres, al llevar una vida ejemplar de obediencia, santidad y sumisión a Dios, mostrando amor y generosidad hacia su prójimo.
Apr 04, 202403:54
UN TIEMPO DE DESCANSO

UN TIEMPO DE DESCANSO

UN TIEMPO DE DESCANSO

Después de una larga jornada de trabajo físico o mental, la fuerza, la energía y la agilidad mental de las personas decae, y necesitan ser recuperadas para seguir adelante con sus actividades siguientes. La única forma de recuperar la fuerza, la energía y la agilidad mental desgastada, es tomándose un tiempo de descanso merecido. La fatiga y el agotamiento, no solo se dan por el trabajo secular sino también por el trabajo espiritual. Los creyentes que dedican su tiempo al estudio de las Sagradas Escrituras, a la enseñanza, a compartir el evangelio y al servicio ministerial, también se cansan y se fatigan, por lo cual necesitan tomarse un tiempo merecido de descanso. Esto lo sabía Cristo Jesús con claridad, por eso una vez que sus discípulos volvieron de su misión, les dirigió para que tomaran un tiempo de descanso de su ministerio: “Entonces Jesús les dijo: Vayamos solos a un lugar tranquilo para descansar un rato. Lo dijo porque había tanta gente que iba y venía que Jesús y sus apóstoles no tenían tiempo ni para comer. Así que salieron en la barca a un lugar tranquilo, donde pudieran estar a solas.” Marcos 6:31-32 NTV.

En el servicio ministerial para Jesucristo, no todo tiene que ser trabajo, también tiene que haber tiempo para descansar de todas las actividades ministeriales. Porque al estar constantemente desarrollando un ministerio en la iglesia o recorriendo las calles compartiendo el evangelio de Cristo, la fuerza y la energía del cuerpo se agotan, y tampoco se puede olvidar del agotamiento que sufre la mente, pues para llevar adelante algún ministerio, hay que pensar minuciosamente en las estrategias a utilizarse para ser eficientes, así como también al estudiar la Palabra de Dios. Estas actividades pueden agotar la mente, por lo cual también necesita un tiempo de descanso o relajamiento, despejado de todas las actividades ministeriales a un lado.

Jesucristo sabe que el descanso es una necesidad del ser humano y por eso ha creado este mandato, que fue dado por Dios mismo desde el comienzo de la creación. Se requiere hacer un equilibrio sano en todo lo que se hace. Por eso una vez que Él y sus discípulos habían tenido una jornada larga de sanidad, expulsión de demonios, predicación y exposición del evangelio, tomó la decisión de llevarlos a un lugar tranquilo donde ellos pudieran descansar tranquilamente, y renovar sus fuerzas para los próximos viajes misioneros. Al igual que Jesucristo y sus discípulos, tomaron un merecido descanso de sus labores ministeriales, todos los que desarrollamos un ministerio cristiano, también tenemos que tomarnos un descanso periódicamente, pues si no lo hacemos, corremos el peligro de quemarnos y dejar definitivamente nuestro servicio a nuestro amado Señor.
Apr 03, 202403:54
PARA NO LAMENTARNOS

PARA NO LAMENTARNOS

PARA NO LAMENTARNOS

Afrontar la muerte de un familiar no es fácil para nadie, y más para los padres cuando fallece uno de sus hijos. Cuando un hijo fallece, los padres amorosos quedan destrozados y lloran amargamente con el profundo deseo de haber fallecido ellos en lugar de sus hijos, pues sienten que sus hijos deberían vivir más tiempo que ellos y ser quienes los sepulten cuando fallezcan. Este profundo deseo sintió el rey David cuando falleció uno de sus hijos: “Al oír esto, el rey se estremeció; y mientras subía al cuarto que está encima de la puerta, lloraba y decía: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! ¡Ay, Absalón, hijo mío, hijo mío!” 2 Samuel 18:33 NVI.

La muerte es algo que debemos afrontar todas las personas en algún momento de nuestra vida. Esta desafortunada situación, la tenemos que afrontar como parte de la consecuencia de nuestros pecados, pues la paga del pecado es la muerte. Para los hombres hay dos únicas maneras de cómo se puede afrontar la muerte. Una de las maneras es morir sin haber recibido a Cristo como Señor y Salvador. Esta manera de morir es la más trágica, pues tras la partida física de este mundo, el alma del hombre jamás encontrará la paz, en su lugar, sufrirá por toda la eternidad. Y la otra manera de morir es teniendo a Jesucristo como su Señor y Salvador. Todo aquel que muere en Cristo, deja por completo todos los sufrimientos de este mundo y pasa a la eternidad a disfrutar de una completa paz y armonía en la compañía de Dios Padre.

Los gemidos profundos del rey David por la muerte de su hijo Absalón, sin duda reflejan el dolor que muchos creyentes experimentan cuando muere algún pariente o amigo inconverso, por quienes quizás habían estado orando por muchos años para que se arrepientan de sus pecados y reciban a Cristo en sus corazones. Los creyentes lloran ,pues saben que si sus familiares o amigos murieron sin Cristo, a ellos les espera una eternidad de sufrimiento. En contraste si algún familiar o amigo muere en Cristo, el dolor existe en el corazón del creyente, pero ese dolor, no es tan profundo, pues tienen la seguridad de que ellos pasaron a la presencia del Señor, liberándose por completo de todos los males de este mundo.

Es una realidad que no podemos hacer nada para prevenir la muerte de nuestros familiares o amigos, lo único que podemos hacer por ellos si todavía no han recibido a Jesucristo como el Salvador de sus vidas, es ayudarles a que den este paso de fe y no tengan que sufrir por toda la eternidad. Debemos aprovechar el tiempo compartiéndoles el mensaje de salvación antes de que les llegue el tiempo de su partida de este mundo, pues si mueren sin Cristo, de nada servirá que lloremos amargamente por ellos.
Apr 02, 202403:54
RECONCILIÉMONOS

RECONCILIÉMONOS

RECONCILIÉMONOS

Hay situaciones adversas o conflictos que marca un distanciamiento entre padres e hijos, entre hermanos, o entre amigos. Cuando se suscita este distanciamiento, hay veces que ninguna de las partes, dominadas por su orgullo, se predisponen para dar su brazo a torcer y dar el primer paso para buscar restaurar las relaciones rotas. Por este orgullo, muchas veces pierden la oportunidad de disfrutar nuevamente de la amistad, de la compañía y momentos maravillosos junto a sus familiares o amigos. Incluso por su orgullo, pueden llegar a morir sin haber restaurado la relación, y cuando eso sucede, generalmente viene el lamento y el remordimiento por no haber dado ese paso para buscar restaurar las relaciones rotas. Por eso antes de lamentarse, siempre será mejor dar el primer paso para buscar el perdón y la reconciliación. Este fue el caso del hijo pródigo: “Por fin comprendió lo tonto que había sido, y pensó: … Volveré a mi casa, y apenas llegue, le diré a mi padre que me he portado muy mal con Dios y con él.” Lucas 15:17-18 TLA.

El hijo prodigo había pedido su herencia a su padre, y con esa herencia salió a explorar el mundo. Pero en poco tiempo malgastó toda su herencia y quedó sin nada, razón por la cual buscó un trabajo, aunque como salario le dieran un plato de comida. Un hombre lo empleó y lo mandó a cuidar cerdos en su finca. Al momento que se puso a trabajar le dio tanta hambre que deseó comer la comida de los cerdos. El hijo pródigo al caer tan bajo, volvió en sí, y pensó en lo tonto que se había comportado al pedir su herencia a su padre y malgastarla. Con la mente lúcida, tomó la decisión de volver a la casa de su padre, pedirle perdón y tratar de restaurar la relación que había roto.

Solo cuando tocamos fondo, nos damos cuenta de lo tonto que nos comportamos a veces. Posiblemente no hayamos roto una relación familiar pidiendo y malgastando una herencia familiar como el hijo pródigo, pero sí puede que hayamos roto una relación con nuestro mal comportamiento, con nuestra rebeldía, o con nuestra diferencia de opiniones. Si por alguno de estos casos o por algún otro estamos distanciados de nuestros familiares o amigos. No esperemos a que algo malo nos pase o les pase a ellos para dar el primer paso para restaurar las relaciones rotas. Ahora que estamos bien o están bien ellos, es el momento oportuno para humillarnos y buscar solucionar algún impase que hayamos tenido con nuestros padres, hermanos o amigos. Es momento de reconciliarnos antes de que sea demasiado tarde, pues no sabemos hasta cuando estemos en este mundo o estén ellos. Recordemos que Jesucristo dio el primer paso para reconciliarnos con Dios. Para esta reconciliación, nuestro amoroso Señor se humilló y entregó su preciosa vida en la cruz del calvario.
Apr 01, 202403:54
MISIÓN CUMPLIDA

MISIÓN CUMPLIDA

MISIÓN CUMPLIDA

Al terminar una ardua y larga jornada de trabajo, o al terminar un proyecto en el cual han invertido mucho tiempo y esfuerzos, las personas se sienten alegres y aliviadas de haber culminado satisfactoriamente, pues saben que les espera un tiempo merecido de descanso. Jesucristo durante su vida terrenal, cumplió exitosamente con cada una de las tareas que le fueron designadas por su Padre eterno, por eso antes de dar su último aliento de vida, y con las últimas fuerzas que le quedaban, exclamó a gran voz que lo había cumplido todo: “Al probar Jesús el vinagre, dijo: Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.” Juan 19:30 NVI.

Antes de que Jesucristo entregara su vida en sacrificio por los pecados de toda la humanidad, el perdón de sus pecados a los hombres, era otorgado por un sistema complicado de sacrificios. En este sistema, por cada pecado del hombre, un animal debía ser sacrificado como sustituto, ya que la paga del pecado es la muerte. El animal con su muerte, pagaba el pecado del hombre, y le daba la posibilidad de que su pecado le sea perdonado y purificado para que pueda presentarse delante de Dios sin mancha alguna. Pero en este sistema había un gran problema, pues las personas pecaban constantemente, de modo que eran necesarios sacrificios frecuentes de muchos animales. Si este sistema sacrificial seguía, los animales corrían el peligro de ser exterminados.

Jesucristo con su llegada a este mundo, cambió el sistema sacrificial del antiguo testamento, ofreciéndose como el sacrificio perfecto y final por el pecado de toda la humanidad. Por eso antes de dar su último aliento, exclamó que todo estaba cumplido. Jesucristo vino a este mundo a cumplir con el plan de salvación de su Padre Celestial, vino a pagar la deuda total de los pecados de la humanidad. Es cierto que al momento de exclamar que todo lo había cumplido, todavía no había muerto, pero Su muerte era cuestión de minutos, ya que el Señor estaba dando su último aliento de vida en la cruz, por eso su sepultura y ascensión al cielo eran tan ciertas como si ya las hubiese cumplido. Así, Jesucristo podía anunciar que se había abierto el camino por el que los pecadores podían ser salvados.

Jesucristo con su muerte en la cruz, dio por terminado el complejo sistema sacrificial del antiguo Pacto, porque Él cargó con todos los pecados de la humanidad. por eso todos los que creen en la muerte y resurrección de Jesucristo pueden vivir por la eternidad con Dios y escapar de la muerte que lleva consigo el pecado. Ahora bajo el nuevo y perfecto Pacto, podemos acercarnos con total libertad a Dios Padre por nuestra fe en su Unigénito Hijo Cristo Jesús, quien entregó su preciosa vida por amor a nosotros.
Mar 29, 202403:54
UN GRAN PREMIO EN EL CIELO

UN GRAN PREMIO EN EL CIELO

UN GRAN PREMIO EN EL CIELO

Dentro de los diez mandamientos dados por el eterno Creador a su pueblo, existen algunos mandamientos que son fáciles de obedecer y practicar si se los lee literalmente. A la mayoría se le hace fácil no quitar la vida a su prójimo, o calumniarle, injuriarle, robarle, y mentirle. También se les hace fácil no deshonrar a sus padres, ni rendir adoración a imágenes ni a ídolos creados por manos humanas. Cumplir estos mandamientos son realmente importantes, pero no son los únicos que se deben cumplir para heredar el reino de los cielos. Esto el Señor lo hizo saber a una persona adinerada que anhelaba entrar al reino de los cielos tras su partida de este mundo. “El hombre le dijo: Maestro, todos esos mandamientos los he obedecido desde que era niño. Jesús lo miró con amor y le dijo: Sólo te falta hacer una cosa. Ve y vende todo lo que tienes, y reparte ese dinero entre los pobres. Así, Dios te dará un gran premio en el cielo. Después de eso, ven y conviértete en uno de mis seguidores.” Marcos 10:20-21 NTV.

Al igual que muchas personas de la actualidad, el hombre que se acercó a Jesucristo pensó que podía heredar el reino de los cielos con base del principio de hacer conforme a lo que se encontraba escrito en la ley de Moisés, que le decía lo que debía hacer. Ante esto, Jesucristo le citó cinco mandamientos, que tratan primordialmente de su relación con su prójimo. Estos cinco mandamientos en resumen le decían que "Debería amar a su prójimo como a sí mismo". El hombre profesó haberlos guardado desde su juventud. Ante la respuesta afirmativa del hombre, Jesucristo le desafío a ir más allá del sentido literal de los cinco mandamientos que le había citado anteriormente. Le desafió a deshacerse de todas sus pertenencias, vendiéndolas y luego compartir todo el dinero recaudado con las personas más necesitadas. Y tras deshacerse de todas sus riquezas, que se adhiriera a su movimiento como uno de sus discípulos.

Para heredar el reino de los cielos no es suficiente con que se cumpla con los mandamientos de manera literal, es necesario ir más allá. Toda persona puede decir que ama a su prójimo, pero si no comparte de lo que tiene con su prójimo que no tiene, ese amor profesado queda en la nada. Jesucristo nos pide que si realmente anhelamos entrar en su reino, compartamos lo que tenemos con las personas necesitadas, y no solo eso, sino que también mantengamos una estrecha relación con Él, convirtiéndonos en uno de sus discípulos. Heredar el reino de los cielos demanda sacrificios, pero hay una promesa de un gran premio para todos los que estén dispuestos a hacer estos sacrificios. Este premio no será material, sino un premio espiritual, que será mucho mayor que los sacrificios que podamos hacer por Cristo.
Mar 28, 202403:54
LOS OJOS DAN LUZ AL CUERPO

LOS OJOS DAN LUZ AL CUERPO

LOS OJOS DAN LUZ AL CUERPO

En una casa que no tiene ventanas, o si sus ventanas permanecen siempre cubiertas con una gruesa cortina, su interior permanecerá a oscuras pese a que afuera pueda estar brillando radiantemente el sol. Para que la luz del sol entre en su interior, todas las cortinas deben ser abiertas, caso contrario todos los rincones de la casa permanecerán a obscuras para siempre. Algo similar sucede con las personas, la luz del evangelio de Cristo brilla intensamente, pero si las personas tienen cerrados sus ojos a esta luz, el evangelio no brillará en su interior, más bien, la obscuridad reinará en todo el ser de la persona, porque el ojo es la lampara del cuerpo que dispersa la obscuridad de su interior, tal como lo recalca Jesucristo: "Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz pero, cuando tu ojo es malo, tu cuerpo está lleno de oscuridad". Lucas 11:34 NTV.

Los ojos permiten que la luz penetre en el cuerpo; pero si los ojos no están funcionando correctamente, el cuerpo permanece en una absoluta obscuridad. Los ojos no solo permiten que la luz física penetre en el cuerpo sino también la luz espiritual. La luz espiritual es el evangelio de Cristo Jesús. Un gran número de personas caminan por la vida como si sus ojos no pudieran ver bien, pero no a la luz física, sino a la luz espiritual. Por eso viven sumergidos en una densa oscuridad que los lleva a la condenación eterna. Los malos deseos del corazón y la mente, hacen que los ojos no sean sensibles a la luz de la presencia de Cristo en sus vidas, por eso siguen viviendo bajo el control y el dominio de los deseos perversos de su carne. Cuando las personas logran ver a Jesús con los ojos de la fe, la luz del evangelio penetra en su interior y se ve reflejada en sus acciones, ya no para satisfacer a los deseos de su carne, sino para satisfacer a la voluntad de su Señor y Salvador.

Pese a que hayamos abierto los ojos a la luz del evangelio, podemos seguir viviendo en una oscuridad espiritual, si no permitimos que el evangelio penetre a todos los rincones de nuestro ser. Esto se evidencia cuando no estamos caminando en conformidad a la voluntad de nuestro Señor, pues no hemos abandonado definitivamente el pecado, tampoco estamos dedicando nuestro tiempo para estudiar su Palabra, menos para servirle con los dones y talentos que hemos recibido. Para evitar seguir viviendo en una obscuridad espiritual, debemos cambiar radicalmente y permitir que la luz del evangelio penetre todo nuestro ser, y esto solo lo lograremos si mantenemos una estrecha relación con Jesucristo. Además, esta relación hará que existan cambios en nuestro comportamiento y servicio, también producirá el fruto espiritual que el Señor desea que tengamos todos sus seguidores.
Mar 27, 202403:54
DEBEMOS EXAMINAR TODO

DEBEMOS EXAMINAR TODO

DEBEMOS EXAMINAR TODO

Cada día que pasa, surgen nuevos maestros de las Sagradas Escrituras. Algunos de estos maestros enseñan las escrituras con temor y temblor a Dios, tratando de que sus enseñanzas sean lo más fehacientemente posibles a la verdad del evangelio. Pero también hay otros maestros que no tienen ninguna clase de reverencia a Dios, por lo cual enseñan un evangelio distorsionado, adaptado a sus propios intereses, por lo cual se apartan de la verdad. En primera instancia, será difícil distinguir a los verdaderos maestros de los falsos maestros, porque los dos utilizan la Biblia como instrumento para sus enseñanzas, por eso los creyentes antes de aceptar alguna de esas enseñanzas como inspiradas por el Espíritu Santo, deben poner a prueba, tal como lo recomienda el apóstol Pablo: "Sino pongan a prueba todo lo que se dice. Retengan lo que es bueno". 1 Tesalonicenses 5:21 NTV.

No todos los que recorren las calles compartiendo el evangelio de Cristo, son verdaderos siervos de Dios, por eso antes de aceptar alguna de sus enseñanzas como verdaderas, debemos examinar minuciosamente lo enseñado o predicado. La norma para examinar toda predicación y enseñanza es las Sagradas Escrituras. Tras ese examen minucioso, toda enseñanza que esté en conformidad a las Escrituras, la debemos recibir de todo corazón y aplicarla en nuestra vida cristiana. En cambio, todo lo que no esté de acuerdo a las Escrituras, lo debemos descartar y desechar de nuestra vida. Aparte de la Biblia, hay otra manera como la iglesia de Cristo puede examinar la veracidad de las enseñanzas y prédicas de los maestros. Esta evaluación se puede realizar por el don de discernimiento otorgado por el Espíritu Santo a uno o varios miembros de nuestras congregaciones. Por medio del poder del Espíritu Santo, los hermanos que tengan este don pueden discernir si las enseñanzas o prédicas son realizadas bajo la inspiración del Espíritu Santo.

Sin una evaluación previa, no debemos descartar o aceptar las enseñanzas o predicas de los maestros, pues podemos cometer un grave error, aceptando una mentira o descartando una verdad. Para no caer en este error, debemos ser diligentes estudiando las Sagradas Escrituras, ya que al conocer la Palabra de Dios, estaremos totalmente preparados para evaluar lo que nos enseñen o prediquen. Esta evaluación, no solo debemos realizarla con las enseñanzas o prédicas de la Palabra de Dios, sino también en todos los aspectos de nuestra vida, ya que también existen personas tratando de engañarnos con mentiras como si fuesen verdades. Hay personas que inventan chismes y rumores de su prójimo tratando de desacreditarlos, por eso antes de creerlos, debemos examinarlos. Si evaluamos con cuidado lo que la gente dice, aceptaremos lo verdadero y rechazaremos lo falso.
Mar 26, 202403:54
UN CORRECTO EQUILIBRIO

UN CORRECTO EQUILIBRIO

UN CORRECTO EQUILIBRIO

Para los seguidores de Jesucristo, existen dos cosas muy importantes en su vida cristiana. Siendo estas: Su servicio a Dios y a su prójimo con los dones y talentos que han recibido por medio del Espíritu Santo, y su vida de comunión con su Señor y Salvador por medio del estudio de su Palabra y su adoración constante. De estas dos cosas, hay una que es más importante que la otra y esto lo descubrió María, tal como lo recalcó Jesucristo a Marta, hermana de María: " Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará" . Lucas 10:42 NTV.

Nuestro amado Señor valora y aprecia todo nuestro servicio en su cuerpo, así como nuestro servicio a nuestro prójimo fuera de Su cuerpo. Pero valora más nuestra comunión con Él. Nuestro Maestro quiere que nos sentemos a Sus pies y aprendamos Su voluntad por medio del estudio de Su Palabra. Una vez que comprendamos su entera voluntad, aprenderemos a tener dominio de nuestras acciones, así como de nuestras palabras y nuestros pensamientos. Una vez que tengamos una estrecha comunión con nuestro Señor, tendremos serenidad, paz y bondad, en nuestro servicio a nuestro prójimo dentro y fuera de nuestras congregaciones.

Jesucristo recalcó la elección de María, pues ella había escogido estar a los pies de su Maestro, escuchando atentamente cada una de sus enseñanzas, en tanto que Marta antes de conocer la voluntad de su Maestro, había escogido el servicio por encima de entrar en una íntima relación con su Maestro. En ocasiones al igual que Marta, caemos en un error cuando ponemos nuestro servicio por encima de nuestra relación con nuestro Señor. Valoramos más servir que estudiar su Palabra. Si nos dedicamos a servir sin darnos tiempo para alimentarnos de la Palabra de Dios, nuestro servicio puede quedar manchado por el orgullo y la autosuficiencia. Alimentarnos de la Palabra por medio del estudio y las prédicas, nos ayudará a no ser autosuficientes, sino dependientes de Dios en nuestro servicio.

También sería un error si solo nos alimentamos de la Palabra de Dios y no tomamos tiempo para servir con los dones y talentos que hemos recibido. Por eso si queremos ser siervos diligentes, debemos tener un correcto equilibrio entre estudiar las Escrituras y servir en el cuerpo de Cristo. La una representa el estilo contemplativo del carácter cristiano, y la otra el activo. Una iglesia llena de Marías tal vez sería un mal tan grande como una iglesia llena de Martas. Por eso un correcto equilibrio hará que la iglesia marche de la mejor manera. Solo una iglesia que se capacita y aplica lo aprendido, caminará en armonía y conforme a la voluntad del Señor.
Mar 25, 202403:54
LOS SECRETOS DEL DIOS TODOPODEROSO

LOS SECRETOS DEL DIOS TODOPODEROSO

LOS SECRETOS DEL DIOS TODOPODEROSO

Conocer los misterios de la creación del mundo, su funcionamiento y los conocimientos que tiene el que lo creó, es imposible para los seres mortales debido a que los hombres tenemos una mente limitada, y los secretos, así como los conocimientos del Creador del universo son ilimitados. Pero pese a esta realidad, algunos hombres con los pocos conocimientos que han logrado adquirir acerca de los fenómenos que se suscitan en el mundo, creen que ya han logrado revelar los diferentes misterios y conocimientos que tiene Dios. A los hombres insensatos que piensan de esta manera, Zofar, uno de los amigos de Job, les tiene este mensaje: "¿Crees que puedes llegar a conocer los secretos del Dios todopoderoso? ¡Nunca podrás llegar a conocerlos! ¡Son más altos que los cielos, más profundos que el sepulcro, más extensos que la tierra y más anchos que la mar!" Job 11:7-9 TLA.

El Creador del universo es tan grande, tan majestuoso, poderoso y asombroso que solamente podemos ver sus atributos divinos de manera borrosa, como si los estuviéramos viendo a través de un espejo empapado. Los diferentes atributos que tiene Dios son infinitos, y nuestra mente es finita, razón por la cual nunca podremos llegar a conocerle plenamente. Nuestro amoroso Dios es insondable en su vida y perfecciones. Por su inmensidad llena todo el orbe, desde la altura de los cielos a lo profundo del Seol, o región tenebrosa de los muertos. Su conocimiento, Su sabiduría, y así como Sus otros atributos divinos, sobrepasan a la tierra, al mar y al infinito mismo. Por todo esto, por más que pasemos nuestra vida tratando de develar la esencia secreta de Dios y sus profundos misterios, jamás lo lograremos, porque toda la creación le está sometida: el cielo, la región de los difuntos, la tierra y el mar, absolutamente todo está bajo su control y dominio.

Como jamás podremos develar los secretos y misterios de nuestro Creador y Su creación, solo nos queda hablar extensamente por toda la eternidad acerca de las maravillas de Su persona, Su divinidad y Sus atributos divinos. Lo poco que se nos ha revelado, o el poco conocimiento que tengamos acerca de nuestro amoroso Padre eterno, debe ser más que suficiente para incentivarnos a darle honra, gloria y loor por toda la eternidad. Agradecerle de todo corazón, por tener el control de todos los fenómenos que se suscitan en el universo, así como por tener el control de nuestras vidas. Pues bajo el control de Dios, podemos tener la certeza de que todo lo que venga a nuestras vidas, siempre van a ser agradables y perfectas. Como perfecto es nuestro amoroso Padre Celestial, también todo lo que hace es perfecto, y la muestra de Su perfección, es el mundo en el cual vivimos.
Mar 22, 202403:54
DIOS ACTÚA SEGÚN SU VOLUNTAD

DIOS ACTÚA SEGÚN SU VOLUNTAD

DIOS ACTÚA SEGÚN SU VOLUNTAD

En este mundo ninguna persona, sea millonaria, líder, monarca o gobernante, puede actuar según su voluntad, ya que todos sin excepción están sujetos a las leyes humanas, y todo aquel que transgreda alguna de estas leyes, tendrá que asumir las consecuencias de sus acciones. Es verdad que la historia humana narra que algunos millonarios, líderes, monarcas y gobernantes han hecho lo que han querido, y han transgredido las leyes humanas una y otra vez, y han muerto sin recibir un justo castigo por sus acciones perversas. Estos hombres malvados habrán escapado de la justicia humana, pero no escaparán de la justicia Divina. Ellos a su debido tiempo, recibirán el castigo merecido por cada una de sus acciones perversas. En contraste a los hombres, Dios es eternamente soberano y no tiene que rendir cuentas de sus acciones a nadie, y nadie está en capacidad de pedirle cuentas a Dios de sus acciones. Esta verdad fue declarada por el rey del imperio Babilonio, Nabucodonosor: “Ante él nada son los habitantes de la tierra. Él actúa según su voluntad, tanto en el cielo como en la tierra. No hay nadie que pueda oponerse a su poder ni preguntarle por qué actúa como actúa.” Daniel 4:35 DHH.

Dios es eternamente soberano, es decir, es el Gobernante supremo del universo, y en calidad de eso puede actuar según su voluntad. Pese a su libertad para hacer lo que le plazca, Dios no hace nada indebido, pues a Él le place siempre hacer lo correcto, justo y necesario, no para Él, sino para toda la humanidad y Su creación. Por esta correcta forma en que Dios actúa, nadie está en capacidad de reprocharle, ni de tacharle de injusto, y las personas que osan hacerlo, es porque no comprenden la correcta soberanía de Dios. Muchas personas al no comprender la soberanía de Dios, lo tachan de injusto, déspota y autoritario. En algún momento Dios permite que algunas cosas malas sucedan a las personas y a su creación, no porque Él no quiere intervenir, sino porque no puede ir en contra de las leyes establecidas por Él antes de la creación del mundo.

Pese a que algunas veces no nos agrade, los planes de Dios son perfectos para nuestra vida y para toda la creación, y si no fueran perfectos, nosotros no lo sabríamos porque no tenemos la sabiduría que tiene Dios, ni tampoco tenemos Su omnisciencia como para saber lo que le conviene a este mundo o a nuestras vidas. Si no tenemos la sabiduría de Dios, ni Su conocimiento, ni Su poder: ¿Cómo podemos reprochar sus acciones, u oponernos a ellos?. En vez de estar en contra de las acciones de Dios, deberíamos alegrarnos y sentirnos seguros de que Él está llevando las riendas de este mundo con su entera sabiduría, conocimiento y su poder, y que no hará nada indebido que pueda afectar sus planes divinos.
Mar 21, 202403:54
POR SU FE, EL JUSTO TIENE VIDA

POR SU FE, EL JUSTO TIENE VIDA

POR SU FE, EL JUSTO TIENE VIDA

El desconocimiento de las Sagradas Escrituras, lleva a muchas personas a creer que pueden alcanzar el reino de los cielos por sus propios medios, como siendo bondadosos con sus semejantes, y sin hacerles ninguna clase de maldad. Las buenas acciones, así como la generosidad y el buen comportamiento, jamás podrán hacer que las personas sean declaradas justas en la presencia de Dios Padre. Porque ninguna acción que haga el hombre, le podrá borrar sus pecados, y una persona que no le hayan sido borrados sus pecados, no puede ser declarado justo, razón por la cual jamás podrá entrar al reino de los cielos, y vivir por la eternidad junto a todos los que han alcanzado la justificación a sus pecados, no por las buenas acciones que hayan hecho, sino por su fe en el Unigénito Hijo de Dios. La fe en Cristo es la única manera en que las personas pueden alcanzar la justificación a sus pecados, este hecho importante lo recalca el apóstol Pablo: “Queda claro, entonces, que nadie puede hacerse justo ante Dios por tratar de cumplir la ley, ya que las Escrituras dicen: Es por medio de la fe que el justo tiene vida.” Gálatas 3:11 NTV.

En su recorrido ministerial por las diferentes ciudades, el apóstol Pablo se encontró con muchos falsos maestros que tergiversaban las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. Este grupo de maestros enseñaban que además de aceptar el sacrificio realizado por Jesucristo, debían cumplir la ley de Moisés conjuntamente con los ritos y las ceremonias del Antiguo Testamento para alcanzar verdaderamente la justificación a sus pecados y la vida eterna. Ante estas enseñanzas erróneas, el apóstol Pablo pone en claro que la justificación no se alcanza por cumplir las leyes del Antiguo Testamento, ni tampoco por tener un buen comportamiento delante de los hombres, ni por realizar buenas acciones en favor de sus semejantes, sino solamente por su fe en el Unigénito Hijo de Dios.

El plan de salvación de Dios no se basa en las acciones humanas, sino en la fe. La fe es lo que Dios busca en el corazón de los hombres y la Ley con sus exigencias de actuar no tiene nada que ver con la fe. Por eso, toda persona que anhele alcanzar la justificación y el perdón de sus pecados, no tiene que cumplir más la ley del Antiguo Testamento, ni tampoco sus rituales religiosos, lo único que tiene que hacer es aceptar en su corazón el sacrificio realizado por Jesucristo en la cruz del calvario. El Señor con su muerte y resurrección, hizo posible que el hombre pecador pueda hallar la justificación a sus pecados, y ser declarado justo en la presencia de Dios Padre. Por eso, si anhelamos alcanzar el reino de los cielos, es momento de dejar de confiar en nuestras buenas acciones y poner nuestra fe en Cristo Jesús.
Mar 20, 202403:54
GRANDE ES LA FIDELIDAD DE DIOS

GRANDE ES LA FIDELIDAD DE DIOS

GRANDE ES LA FIDELIDAD DE DIOS

Seguramente en algún momento de nuestra vida, hemos sido víctimas de alguna traición por parte de nuestros familiares, amigos o compañeros de trabajo o estudios. O posiblemente nosotros mismo hayamos sido los que traicionamos a las personas que confiaban en nosotros. Debido a nuestra naturaleza perversa llena de maldad y pecado, es difícil mantenernos fieles a las personas que nos aman y ponen su entera confianza en nosotros. Pero en contraste a todos los seres humanos, el eterno Creador es digno de confianza, pues Él siempre permanece fiel, aunque pase miles y miles de años. Esta maravillosa cualidad de Dios, fue experimentada por el profeta Jeremías a lo largo de su vida, y lo dejó registrado para todas las generaciones del mundo en su libro de Lamentaciones: "El gran amor del SEÑOR nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!" Lamentaciones 3:22-23 NVI.

Por experiencia personal, el profeta Jeremías conocía la fidelidad de Dios, por eso tenía plena confianza en Él, y en cada una de sus promesas que había hecho para su amado pueblo Israel. Por esta fidelidad, Jeremías tenía la certeza de que Dios no daría la espalda a su pueblo pese a que lo merecían, sino que cumpliría a su debido tiempo las promesas de restauración a la ciudad de Jerusalén, y que también la bendeciría en gran manera. Es un hecho real de que Dios es fiel y verdadero. Nunca puede mentir ni engañar. No puede cambiar Su Palabra. Es absolutamente digno de confianza. Ninguna de Sus promesas puede fallar. Este conocimiento acerca de la fidelidad de Dios debería inundar nuestra alma de confianza en Él, e impulsarnos para estar más que convencidos de que Su Palabra no puede fallar. Y que, a su debido tiempo, cumplirá cada una de sus promesas hechas para nuestra vida pese a que no lo merezcamos, pues nosotros constantemente le estamos fallando, y no podemos permanecer fiel a Él, como Él a nosotros.

Como Dios es fiel, Él desea que todos sus hijos lo seamos también. Él quiere que seamos fieles y verdaderos en todos los aspectos de nuestra vida. Dios quiere que seamos leales a nuestra promesa. Quiere que seamos dignos de confianza, cumpliendo con nuestras responsabilidades adquiridas voluntariamente o por alguna designación. Sobre todo, de entre todas las personas del mundo, los cristianos deben ser fieles a sus votos matrimoniales. También fieles en los compromisos de la asamblea, en el trabajo, en el hogar y en todo su círculo social. Todos los seguidores de Cristo debemos mostrar un testimonio fiel y verdadero en medio de este mundo donde la infidelidad, la traición y los deseos de venganza reinan en el corazón de los hombres inconversos.
Mar 19, 202403:54
DIOS NOS HACE JUSTOS

DIOS NOS HACE JUSTOS

DIOS NOS HACE JUSTOS

Las personas que son condenadas por sus delitos, a una larga vida en prisión o a su ejecución, seguramente en su interior anhelarían que alguien se presentará delante del juez que los condenó, con una orden judicial que justificará todos sus delitos y los absolviera de la condenación. Posiblemente por más que un condenado desee con todo su ser esta absolución, no se llegue a dar, porque no hay una ley que esté por encima de un juicio ya juzgado y condenado. A esas personas solo les queda pagar la condena establecida. En esta vida terrenal, no hay una Ley que pueda absolver a todos los condenados a muerte, pero para la vida espiritual sí lo hay, y es la Buena Noticia revelada por Dios a toda la humanidad. Esta maravillosa noticia nos da a conocer el apóstol Pablo: “Esa Buena Noticia nos revela cómo Dios nos hace justos ante sus ojos, lo cual se logra del principio al fin por medio de la fe. Como dicen las Escrituras: Es por medio de la fe que el justo tiene vida.” Romanos 1:17 TLA.

Todas las personas desde que nacen cargan sobre sus hombros una severa condenación. Esta condenación no es física, sino espiritual. Esta condenación es el resultado de la introducción del pecado a la vida de los hombres. Por ende, todo hombre es pecador y está condenado a una eternidad de sufrimiento. En medio de esta tragedia global, hay una maravillosa noticia, y esta noticia es que todos los condenados pueden ser liberados de su condenación, y no solo eso, sino que pueden ser declarados totalmente justos y dignos para vivir eternamente en el reino de los cielos. Esta maravillosa noticia, es el evangelio que Dios reveló a toda la humanidad hace más de dos mil años. El evangelio les puede dar la salvación a todos los que creen porque es Dios quien da la justificación que todos necesitan. Jesucristo mediante su vida perfecta y su sacrificio en el madero, pagó por todas las faltas cometidas por toda la humanidad, y así hizo posible esta justificación inmerecida del hombre pecador.

En la actualidad, la Buena Noticia de salvación está disponible para todas las personas que se encuentran en las tinieblas del pecado. Dios en su profundo amor y misericordia, por medio del Evangelio hace una invitación a los pecadores a que acepten la justificación a sus pecados, aceptando en su corazón el Sacrificio realizado por su amado Hijo en la cruz del calvario. Todos los que acepten esta invitación por medio de la fe en los méritos de Cristo Jesús, Dios perdona todos sus pecados y los mira como si fueran justos y santos. Dios declara al pecador inocente de todas sus faltas, y retira de sus hombros la terrible carga que los conducía a la condenación eterna. Ahora que son justificados de todos sus pecados, las personas pueden acceder a la presencia de Dios para vivir eternamente en su Presencia.
Mar 18, 202403:54
NO APRISIONE EL EVANGELIO

NO APRISIONE EL EVANGELIO

NO APRISIONE EL EVANGELIO

Dentro de la iglesia cristiana, muchos de sus miembros no cumplen con la gran comisión delegada por Jesucristo antes de volver al reino de su amado Padre Celestial. Estos creyentes pese a conocer la verdad del evangelio que rescata de la condenación eterna al pecador, no lo comparten y dejan que sus familiares, amigos, compañeros y personas que están a su alrededor sigan en sus vidas de pecado que los conducen a la condenación eterna. Algunos creyentes no se dan cuenta de que retener la verdad del evangelio es pecado y que la ira de Dios puede caer sobre ellos por retener esta verdad. Este hecho nos da a conocer el apóstol Pablo: “Pues Dios muestra su ira castigando desde el cielo a toda la gente mala e injusta, que con su injusticia mantiene prisionera la verdad.” Romanos 1:18 DHH.

Esta advertencia que hace el apóstol Pablo no es solo para las personas que evitan que el evangelio de Cristo se proclame con libertad, o para las personas que tuercen el evangelio y lo reemplazan con otras enseñanzas heréticas. Esta advertencia es también para los creyentes que no comparten el evangelio, porque al no compartir el evangelio que da salvación y vida eterna, la mantienen aprisionada, y no le dan libertad para que cumpla el propósito de rescatar a multitud de personas de la condenación eterna. Aprisionar la verdad del evangelio es un pecado que Dios no tolera, por eso no pasará por alto ni condonará una rebelión tan deliberada de los creyentes. Dios quiere quitar el pecado y restaurar al pecador, con ese propósito reveló la verdad del evangelio, y su amado Hijo Cristo Jesús se sacrificó para que esta verdad sea proclamada a toda criatura en todo el mundo. Todo aquel que retiene esta verdad para sí, se rebela contra la voluntad de Dios, razón por la cual la ira de Dios estará sobre todos aquellos que aprisionen la verdad del evangelio.

Dios es amoroso, pero revela su ira sobre todas las personas que mantengan aprisionado la verdad del evangelio de su amado Hijo. La ira de Dios no solo será sobre las personas inconversas, sino también sobre los creyentes que no compartan el evangelio que han recibido. Todo creyente que no quiera tener parte de esta ira santa, tiene que empezar a compartir el evangelio que transformó su vida, con todas las personas que todavía viven en la obscuridad de las tinieblas, para que el evangelio de Cristo pueda convencerlos de dejar sus vidas de pecado y entregar sus vidas a Cristo Jesús. Nuestra tarea como hijos de Dios, es proclamar el evangelio de nuestro amado Señor a todas las personas del mundo, para que ellos puedan arrepentirse de sus pecados y aceptar el precioso regalo de la salvación que Jesucristo ofrece gratuitamente. Seamos obedientes a este mandato antes de que la ira de Dios caiga sobre nosotros.
Mar 15, 202403:54
LA BONDAD DE DIOS

LA BONDAD DE DIOS

LA BONDAD DE DIOS

Amar a los agresores, sin duda es difícil para la mayoría de personas, incluyendo entre ellas a los seguidores de Cristo. Pues es difícil mostrar misericordia y expresar amor por quienes constantemente nos lastiman y ofenden con sus palabras, acciones y actitudes. Posiblemente para nosotros sea imposible amar y mostrar misericordia por esa clase de personas, pero para Dios no lo es, ya que Él constantemente está derramando su profundo amor y misericordia sobre las personas que lo lastiman y lo ofenden con sus rebeliones. Esta acción bondadosa de Dios en favor de los rebeldes y pecadores, nos da a conocer el apóstol Pablo: “Pero Dios es tan misericordioso y nos amó con un amor tan grande, que nos dio vida juntamente con Cristo cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados. Por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación.” Efesios 2:4-5 DHH.

La misericordia es aquella compasión y bondad que Dios manifiesta a los que son culpables de trasgredir sus mandamientos, razón por la cual no derrama el justo castigo pese a que se lo merezcan. Dios en vez de castigar a los trasgresores de sus mandamientos, derrama su profundo amor en sus vidas y los perdona de toda culpa, y como si eso no fuera poco, también les da la posibilidad de que puedan vivir eternamente en el reino de los cielos. Todo esto fue posible gracias al sacrificio de Su amado Hijo en la cruz del calvario. Jesucristo destruyó en la cruz la paga del pecado y su poder sobre la vida de las personas que aceptan su sacrificio.

Antes de aceptar a Jesucristo en nuestro corazón, éramos esclavos de nuestra naturaleza pecaminosa, y muertos espiritualmente, pero al aceptar Su sacrificio, fuimos vivificados y resucitados juntamente con Él; y sentados con Él en Su trono de gloria. Cuando Jesucristo fue vivificado, resucitado y sentado en los lugares celestiales, también lo fuimos nosotros. Todos los beneficios de Su obra sacrificial y redentora los gozamos nosotros en el presente y lo seguiremos disfrutando en el futuro por nuestro vínculo con Él. Desde el momento que aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, nos hacemos unos con Él.

Pese a que nosotros éramos enemigos de Dios, Él nos amó profundamente y extendió su misericordia para no darnos lo que nos merecíamos como pecadores, pero en vez de eso nos extendió su gracia, dándonos algo que no nos merecíamos. Gracias a su inmensa bondad, Dios nos dio la salvación y la posibilidad de vivir eternamente en su reino celestial conjuntamente con su amado Hijo Cristo Jesús. Mientras esperamos nuestra vida eterna, tenemos libertad para vivir ya no en la esclavitud del pecado, sino en la libertad de llevar una vida de total obediencia a la voluntad de nuestro amoroso Padre Celestial
Mar 14, 202403:54
EL SUFRIMIENTO ES PASAJERO

EL SUFRIMIENTO ES PASAJERO

EL SUFRIMIENTO ES PASAJERO

Para fortalecer nuestro cuerpo es necesario pasar por una serie de entrenamiento físico, caso contrario, las distintas partes de nuestro cuerpo jamás se fortalecerán, sino que se mantendrán débiles. De la misma forma que es necesario fortalecer nuestro cuerpo físico, también lo es el fortalecimiento de nuestro espíritu, para no ceder fácilmente a las tentaciones de este mundo, y así mantenernos firmes en nuestra fe en el Hijo de Dios. Este fortalecimiento espiritual no lo podemos hacer por nosotros mismos, sino que está a cargo de Dios. Nuestro Padre eterno mediante las pruebas y situaciones adversas que envía a nuestras vidas fortalece nuestro espíritu. Esto nos da a conocer el apóstol Pedro: “Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino.” 1 Pedro 5:10 TLA.

Al inicio, el entrenamiento o fortalecimiento de nuestro cuerpo físico es doloroso, así también lo es el fortalecimiento de nuestro espíritu. Las pruebas y situaciones adversas por las cuales tenemos que atravesar como seguidores de Cristo no es nada agradable. Algunas situaciones adversas nos ocasionan profundo sufrimiento y dolor, pero todo es necesario para que nuestro espíritu se pueda fortalecer cada vez más y así llegar a una adecuada madurez espiritual. Todo creyente que no pase por pruebas y situaciones adversas, jamás crecerá en su vida espiritual, sino que se mantendrá como un niño fluctuante, débil y escuálido, fácil para ceder a las tentaciones de este mundo. Toda esta preparación espiritual o pruebas por las cuales tenemos que atravesar en nuestra vida cristiana, es momentánea en comparación a nuestra eternidad en el reino de los cielos.

Todas las pruebas y situaciones adversas que llegan a nuestras vidas están bajo el control de Dios, y Él en su amor y misericordia no nos enviara una prueba que no podamos soportar o sobrellevar. Por eso ante cualquier prueba o situación adversa, podemos mantenernos tranquilos, confiando en que nuestro amoroso Padre celestial nos ayudará, y nos dará la fortaleza necesaria para salir victoriosos. Además, estas pruebas pasajeras nos ayudarán a permanecer firmes en nuestra fe, y no desfallecer fácilmente ante las adversidades enviadas por el maligno. Tengamos presente que Dios nos llamó a su gloria eterna, por eso, tras vencer todas estas pruebas y situaciones adversas, podemos tener la seguridad de que estaremos para siempre con nuestro amado Salvador, y seremos como Él para siempre.
Mar 13, 202403:54
DIOS NOS AMO PRIMERO

DIOS NOS AMO PRIMERO

DIOS NOS AMO PRIMERO

Cuando una persona quiere entablar una relación de amistad con su vecino, con su compañero de estudio o trabajo, o con su prójimo, no espera que ellos den el primer paso para que esa amistad se haga realidad, sino que la persona interesada es quien siempre da el primer paso y busca las maneras de cómo iniciar esa relación de amistad. Algo similar se dio en el amor de Dios por toda la humanidad. Dios por su profundo amor a toda la humanidad pecadora, dio el primer paso para amarlo y restaurar su condición pecaminosa. Este acto maravilloso de amor realizado por el eterno Creador, nos da a conocer el apóstol Juan en su primera carta 4:10. “En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.” NTV.

Dios es absolutamente bueno y amoroso con toda la humanidad, pero Su bondad y Su amor no lo convierte en una persona de moralidad indiferente. Dios no tolera ni excusa el pecado como si no se hubiera cometido, por eso no puede pasar por alto el pecado de la humanidad, razón por la cual nada pecaminoso ni perverso puede existir en su presencia. Cuando una persona trasgrede los mandamientos de Dios, se vuelve indigno de estar en su presencia, pues su relación con Dios queda rota a causa de sus pecados. La única manera de restaurar esta relación es por medio del sacrificio y este sacrificio fue realizado por el Unigénito hijo de Dios en el madero. Dios por su profundo amor a la humanidad pecadora, entregó a Su amado Hijo como expresión de su amor no merecido por lo que el hombre hubiera hecho. Este amor no fue el resultado de algún amor del hombre, sino del profundo amor que Dios tenía para con toda la humanidad cuando eran aún pecadores. Dios envió a su Hijo a este mundo con el propósito de remediar el estado perdido del hombre. Lo hizo porque le amó profundamente.

El hombre para restaurar su relación con Dios, debe pasar por una purificación, y esta se da lugar cuando el hombre acepta el sacrificio que Cristo Jesús realizó en la cruz del calvario. Jesucristo al dar su vida en el madero, se convirtió en nuestro sacrificio literal de manera semejante al que estaba en el Lugar santísimo, donde el sumo sacerdote derramaba la sangre del sacrificio en el día de la Expiación. Cristo hizo esto una vez y para siempre porque derramó su sangre en lugar y para beneficio de otros y así satisfizo las demandas de la justicia santa de Dios y su ira contra el pecado. Todos los que aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, no tendremos que sufrir el castigo merecido por nuestros pecados, porque hemos sido absueltos gracias a la preciosa sangre que Cristo Jesús derramó en el madero.
Mar 12, 202403:55